El Estado de Zhao era un muy pequeño país. Como otros pequeños países en el Continente Nanshan, era gente que admiraba al Gran Tang en las Tierras del Este, y admiraban a Chang'an. No solo el Rey portaba su admiración, todos los escolares en el Estado de Zhao lo hacían. Podían verlo como si estuvieran en la cima de la Torre de Tang en la capital, incluso más lejos.
Ese abril no fue extremadamente frío, ni cálido. Ligeros vientos recorrían las tierras, pasando desde el Clan Quiang Di en el Desierto Norte, sopando a través de las tierras del Gran Tang. Bajo el Cielo Crepuscular, se levantó una niebla fina y con algunos remolinos alcanzó la Montaña Daquing en el Estado de Zhado, cayendo sobre un joven que estaba sentado en la cima.
Era un joven delgado, sujetando una botella hecha de una calabaza y vistiendo un traje de escolar azul limpio. Parecía tener unos dieciséis o diecisiete años. No era alto, y con piel algo morena, pero sus ojos brillaban con inteligencia. Y aún así, toda la inteligencia parecía estar escondida en su ceño fruncido. Parecía perdido.
"Fallé otra vez..." se lamentaba. Su nombre era Meng Hao, un estudiante adelantado del Condado de Yunje, que estaba a los pies de la montaña. Hace años, sus padres desaparecieron sin dejar mucho detrás. La educación era cara, y prácticamente estaba en bancarrota.
"He realizado los exámenes Imperiales tres años seguidos. En todo este tiempo, he leído libros escritos por los sabios hasta que no pude más. Posiblemente éste no sea mi camino después de todo". Lleno de auto-desprecio, miró a la botella, poniendo sus ojos en blanco.
"Mi sueño de llegar a ser un oficial y volverme rico se van yendo más y más lejos. Debo de olvidarme de llegar a alcanzar el Gran Tang.... Soy inútil como estudiante". Se rió amargamente. Sentando en la silenciosa cima, mirando la botella en su mano, parecía totalmente perdido. Empezó a sentir miedo. Qué haría en el futuro? Dónde podría ir??
Quizá un oficial de alto rango podría tomar interés en él, o tal vez una joven doncella. O debería de seguir realizando los exámenes año tras año??
No había respuestas a estas preguntas. Era un adolescente, y el sentimiento de sentirse perdido le devoraba como una boca gigante invisible. Se sentía realmente asustado.
Incluso los profesores en el pueblo sólo podían ganar unas pocas piezas de plata. Eso es peor que la Carpintería del Tío Wangs."Si me hubiera dado cuenta antes, podría haber aprendido algo de carpintería de él. Al menos no estaría tan hambriento como estoy ahora". Se quedó en silencio durante un rato.
"No tengo mucha comida o dinero en casa. Le debo a Steward Zhou tres piezas de plata. Qué voy a hacer?" Levantó la cabeza y miró al cielo, grande y azul. Tan grande que no podías ver el final, muy similar a como no podía ver su futuro.
Después de un tiempo, Meng Hao sacudió su cabeza y sacó una hoja de papel de su ropa. La leyó cuidadosamente y la puso en la botella de calabaza, se plantó y la lanzó montaña abajo.
Al fondo de la montaña había un ancho río que nunca se congelaba durante el invierno, y que se decía fluía todo el camino hacia el Gran Tang.
Meng Hao se plantó en lo más alto de la montaña, mirando la botella rodar lejos y más lejos hacia el río. Se quedó mirando sin pestañear. Por un momento le pareció divisar a su madre, en la felicidad de su infancia. La calabaza cargaba sus sueños, sus deseos y sus esperanzas de futuro. Quizá un día la recuperara, la abriera y leyera la nota.
"Independientemente de lo que haga, sea estudiar o trabajar, voy a seguir viviendo". Esa era su personalidad: inteligente y determinado. Si no fuera de esa manera, no habría sido capaz de sobrevivir después de perder a sus padres.
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I Shall Seal the Heavens
FantasyMeng Hao, un joven estudiante erudito como todos los mortales un día descubre que todos los relatos sobre los inmortales son ciertos y él tiene la posibilidad de ser uno, o ser un esclavo... aunque para esto deberá pasar por muchos peligros, seres m...