Capítulo 119: El Legado Sacude el Dominio Sur

89 6 0
                                    

"Este torneo de Legado debe seguramente conllevar algunos peligros que son imposibles de imaginar. Si soy descuidado, es posible que falle y muera.... Pero grandes riesgos traen grandes recompensas. Si algo es arriesgado, muestra que hay más oportunidades de recompensa. Si no hubiera tal peligro, estaría bien, pero si lo hay.... Bueno, si no voy, entonces me arrepentiré por el resto de mi vida!" La determinación llenó sus ojos mientras continuaba pensando en lo que Chu Yuyan le había dicho. Aun así, después de algún tiempo, no tuvo ninguna idea más sobre por qué le había dicho ella tanto.

"Me está provocando. Tal vez su verdadera meta sea la de hacerme entrar. O quizá no lo sea... Las oportunidades de esto último son pequeñas. Quizá ella espera que después de entrar y empezar el Torneo por el Legado del Inmortal de Sangre, se atraiga la atención del mundo exterior, dándole quizás una mejor oportunidad para que la Secta Destino Violeta la rastree." Sus ojos brillaron mientras la miraba.

"Si no voy, nada ocurrirá. Pero si eso es lo que ella quiere, por qué iría tan lejos como para dar tantos detalles, especialmente de una forma que me hiciera dudar? Me pregunto... qué es lo que está pensando? Cuál es su verdadera meta....? Sus ojos parpadearon mientras cavilaba. Finalmente, cerró sus ojos y empezó a meditar.

El tiempo pasó lentamente. Pronto, había pasado medio mes. Chu Yuyan había elaborado finalmente la segunda píldora. Aun así, para el momento en el que otro mes pasó, sus intentos con la tercera y la cuarta píldoras habían fallado.

Meng Hao no podía realizar alquimia, pero tenía claro que no estaba fallando intencionadamente. En cambio, la elaboración de píldoras se estaba volviendo más difícil. Mientras pasaba el mes, Meng Hao no gastó tiempo pensando en el Legado del Inmortal de Sangre. Parecía haberlo dejado fuera de su mente.

Un día, se levantó lentamente y flotó sobre una espada voladora, saliendo disparado hacia las nieblas para observar el escudo.

En el pasado medio mes, había estado practicando lo de subir cada diez días más o menos para observar el escudo. Cada vez que se fue, observaba su partida inexpresivamente.

Esta vez, después de que Meng Hao se fuera, esperó unas cuatro horas, después, repentinamente levantó su cabeza con sus ojos iluminados. Frunció el ceño, como si hubiera algún tipo de problema con el proceso de elaboración de píldoras, después se plantó, miró hacia las nieblas y poco después empezó a caminar hacia la región del lago de sangre. Cuando llegó allí, miró a su alrededor, se giró y regresó al horno de píldoras. Parecía como si cualquiera que fuera la pregunta que tenía en su mente, hubiera sido respondida. Continuó con su alquimia.

Pasó otro medio mes. Finalmente, fue capaz de lograr elaborar la tercera y cuarta píldora. Entonces empezó a trabajar en la quinta píldora. En cuanto a Meng Hao concernía, esta era la última píldora. Una vez que estuviera finalizada, las siete píldoras menores estarían ya preparadas.

El tiempo siguió deslizándose. En un parpadeo habían pasado ya dos meses. Meng Hao y Chu Yuyan estaban ya atrapados en el volcán por medio año. Dentro de los dos meses, Chu Yuyan abandonaba el área de la cueva ocasionalmente. Algunas veces era cuando Meng Hao la estaba observando, otras veces, era cuando él se había ido. Parecía como si cada vez que tenía algún problema con la fórmula, diera una vuelta caminando. Aun así, nunca entró en la región que estaba dentro de los trescientos metros de distancia del lago de sangre. Siempre se paraba en esa marca.

Finalmente, bajo la mirada observadora de Meng Hao, ella se levantó. Con el ceño fruncido caminó hacia la niebla. Cuando alcanzó la marca de trescientos metros, sus ojos se iluminaron. De pronto, brotó el poder de su base de cultivo y aceleró hacia el algo de sangre a toda velocidad.

I Shall Seal the HeavensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora