I Shall Seal the Heavens

Capítulo 99: Fundación Establecida!

"El Núcleo Demoníaco simplemente sigue moviéndose, previniendo que el Mar Central entrara en la Fundación Establecida. Simplemente no se puede formar el Pilar Dao... Debo formar el Pilar Dao! Debo alcanzar la Fundación Establecida! Debo parar al Núcleo Demoníaco de su movimiento. Y eso requiere más Energía Espiritual!"

Las tres Píldoras de Fundación Establecida se disolvieron en su boca y una chocante cantidad de poder espiritual apareció. Entró en el Mar Central de Meng Hao, el cual hacía unos momentos había estado en mitad de la condensación pero había sido interrumpido por el Núcleo Demoníaco.

La gran cantidad de poder hizo que el Mar Central brillara intensamente con una luz dorada cegadora. El Núcleo Demoníaco, que parecía que no fuera nunca a parar de rotar, de pronto empezó a ralentizarse. La energía espiritual dentro del Mar Central parecía ilimitada. Se pudo escuchar un rugido que suprimía cualquier indicación de que el Núcleo Demoníaco fuera a rotar furiosamente de nuevo.

Paró, sin moverse. Se escucharon salir explosiones desde el Mar Central y resonaron por el cuerpo de Meng Hao. Parecía como si todo el Mar Central estuviera solidificándose. En el espacio de unos cuantos alientos, se volvió completamente sólido repentinamente.

En ese momento, parecía casi como si la vida de Meng Hao hubiera terminado. Su respiración se hizo lenta mientras su cuerpo empezaba a agitarse. Sus ojos brillaron y tomó aire profundamente, mientras el Manual de Condensación Qi de la Escritura Sublime de Espíritu apareciera en su mente. El Mar Central solidificado empezó a encogerse lentamente.

Se fue haciendo cada vez más pequeño, convirtiéndose en una piedra cristalina de forma de diamante en la cual estaba contenido el Núcleo Demoníaco. Más energía espiritual apareció desde las Píldoras de fundación Establecida, entró y lentamente el Mar Central emergió de nuevo.

Incluso si se rellenaba, empezaba de nuevo a menguar hasta volver a formar una piedra cristalina de forma de diamante. Después, más energía espiritual entraba y el proceso empezaba de nuevo.

Meng Hao sabía que el proceso llevaría bastante tiempo y que requeriría un montón de energía espiritual, era por ello que había seleccionado este valle. Golpeó la bolsa privada y empezó de nuevo a consumir más píldoras medicinales.

Una y otra vez, su Mar Central se rellenaba y después se solidificaba en una piedra cristalina de forma de diamante. Meng Hao perdió la noción del tiempo.

Un mes, Dos meses. Tres meses... seis meses...

Pasó la primavera y llegó el otoño, después el frío del invierno. Un año había pasado desde que Meng Hao entrara en la Cueva Inmortal a practicar la meditación. Durante ese año, cada luna llena, los siete Cultivadores iban a tirar de la cuerda roja.

En su mejor intento, el resultado fue sacar unos mil cuatrocientos noventa y nueve metros. Nunca fueron capaces de sacar ese último metro. Mientras el tiempo pasaba, los siete hombres notaban que la energía espiritual del cielo y la tierra que había en el área parecía haberse reducido.

Por supuesto, era que estaba siendo absorbida por Meng Hao, pero ellos no sabían esto, y no se podían figurar por qué estaba pasando. Buscaron por el área, pero no consiguieron nada. Nunca llegaron en sus pensamientos a conectar el fenómeno a Meng Hao. Pasó un año, lo que hacía evidente en sus mentes que había muerto.

El hombre que había perdido su Serpiente Espiritual aquel año a menudo miraba hacia la Cueva Inmortal con una fría burla. La muerte de su Serpiente Espiritual le había dejado con un profundo odio hacia Meng Hao.

Intentó varias veces entrar en la cueva para recoger los tesoros de Meng Hao de su cadáver, pero nunca había sido capaz de lograrlo.

El tiempo pasó, otro medio año. Meng Hao llevaba ya recluido en meditación por un año y medio. En lo profundo de la noche, su Mar Central estaba otra vez solidificándose en la piedra cristalina de forma de diamante. Esta era la centésima pieza.