Capítulo 12: Hola, Hermana Xu

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La escena, que había atraído la atracción de otros Cultivadores cercanos, hizo que cambiaran sus expresiones. Muchos parecían estar perdidos, sin estar seguros de qué había ocurrido exactamente. Pero ahora, ellos sabían que Meng Hao no era alguien a quien pudieran provocar.

Incluso aunque no supieran exactamente qué había pasado, el puño tembloroso del primer cliente sí lo sabía. Su corazón latía de forma descontrolada, golpeó su bolsa y sacó seis Piedras Espirituales, que respetuosamente entregó. Lamentando haber dudado en frente de la Tienda de Píldoras de Cultivo en el pasado. Al dar sus Piedras Espirituales esa vez, acabó sin ninguna medicina. Y ahora, no tenía ninguna Piedra Espiritual para ir a comprar alguna por sí mismo.

Meng Hao aceptó las Piedras Espirituales, cogió una Píldora de Coagulación de Sangre y una Píldora de Relajación de Esqueleto y las dio al hombre.

"Muchas gracias por su patrocinio," dijo con una amplia sonrisa. "Vuelva pronto." Otra vez parecía alguien débil y frágil, pero el Cultivador enfrente de él, sabía que era una viciosa bestia en piel de cordero. Temblando, el hombre hizo su salida.

Conforme se fue, Meng Hao decidió no volver a su puesto en la roca. Cogió la bandera de Tienda de Ofertas de Píldoras para el Cultivo, y comenzó a avanzar por la Zona Pública. Se paró cerca de dos discípulos que combatían, plantó la bandear en el suelo.

"Hermano, pareces estar herido," dijo, dando un paso adelante. "También pareces estar algo lánguido. No pareces estar en la mejor forma para el combate."

Los dos discípulos le miraron fijamente asombrados. Habiéndole visto noquear a alguien, dudaron, y al mismo tiempo, retrocedieron un poco.

"Sucede que tengo algunas Píldoras de Refresco de Espíritu de la Tienda de Píldoras para Cultivo. Toma una y te verás vigorizado, lo que garantizaría tu victoria. Dado que hoy es nuestro día de apertura, sólo cuesta una Piedra Espiritual. Qué conveniente!" Meng Hao continuó caminando, con su cara llena de sinceridad.

"En realidad ya tengo algunas píldoras medicinales," dijo el hombre al que estaba dirigido su discurso de ventas. Golpeó su bolsa y una Píldora de Refresco de Espíritu apareció, que metió en su boca.

Viendo esto, Meng Hao suspiró. Había buscado su primer cliente por algún tiempo antes de determinar que no tenía ninguna píldora medicinal. Con un ligero carraspeo, miró al segundo hombre delante de él. El hombre dio un grito frió , entonces sacó su propia píldora medicinal y la tragó, suspirando interiormente.

Pero Meng Hao no se descorazonó. Dio una vuelta hacia la roca, continuó observándoles. Conforme el tiempo pasaba, parecían ir cada vez peor. Pronto estaba claro que no les quedaba más píldoras medicinales, y el punto crítico de la lucha llegó. Victoria y derrota se iban a decidir.

Sus espíritus aumentaron, Meng Hao levantó la bandera y se aproximó a ellos otra vez.

"Hermanos, el momento de vivir o morir ha llegado. No tenéis más píldoras medicinales, pero no os preocupéis, yo tengo algunas justo aquí.

"En éste punto crítico, comprar una de mis Píldoras de Solidificaciones de Alma. Eso hará que se restaure vuestra energía inmediatamente, e incluso recuperará vuestra energía espiritual. Hermanos, no estáis comprando una píldora medicinal, estáis comprando energía espiritual. Aiyo, estás herido!"Las palabras de Meng Hao distrajeron a los Cultivadores. Una espada voladora golpeó a uno de ellos en su brazo, haciendo salir una fuente de sangre. Retrocedió con un grito.

Meng Hao era incluso más rápido que él, siguiéndole continuando su discurso, pareciendo un escolar tan débil como siempre.

"Hermano, es el momento. Estás sangrando profusamente. Rápido, compra una Píldora de Coagulación de Sangre. Si no lo haces, el peligro es simplemente demasiado grande."

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