Capítulo 44: El Mar Norte Revela el Dao

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De toda la extensa Secta Confianza, solo quedó Meng Hao, plantado, solo en la Montaña del Este. Observó la luz roja mientras desaparecía, entonces bajó su cabeza. La anteriormente bulliciosa Sexta Externa estaba ahora vacía.

Se habían llevado a la Hermana Xu, el Hermano Chen se había ido al Dominio Sur, incluso Gordito se había ido. No tenía ni idea de cuándo les volvería ver. Pasarían meses? Años?

Su estatus como discípulo de la Secta Interna, sus tres años en la Secta Confianza, se había convertido todo en recuerdos. El viento del otoño golpeó su rostro formando remolinos y levantando su pelo, quitándole el polvo que se había aposentado en él.

Se quedó quieto, sentado en un peñasco. Pasó el tiempo, y poco a poco aparecieron las estrellas, una a una. Después llegó el amanecer. Meng Hao suspiró y levantó su cabeza.

"Todos se han ido... y yo estoy aquí, todavía en el Estado de Zhao". De pronto, Meng Hao recordó su casa. A pesar de que se había desecho de su antigua casa familiar en el Condado de Yunjie, todavía echaba de menos su cama y sus deteriorados cuencos. Incluso más que todo eso, echaba de menos el Monte Daqing. Añoraba... añoraba a su amable y sonriente madre, a su padre, que siempre parecía estar asustado de su madre.

Todos esos momentos pasados eran, de alguna forma, vagos recuerdos. Meng Hao sacudió su cabeza y, mientras aparecían los rayos del amanecer, se plantó. No había necesidad de rebuscar en la Secta Confianza. Cualquier cosa valiosa que hubiese, había desaparecido robado por los expertos del Estado de Zhao. Todo estaba ya vacío.

Meng Hao se quitó el polvo de sus ropas, entonces se quitó su túnica plateada de la Secta Interna y volvió a vestirse como el escolar que había sido hace tantos años. Era una túnica espaciosa, pero conforme se la puso, parecía un poco pequeña. Se quedó mirando la salida del sol y dejó escapar un suspiro. Dentro de él, su Lago Central dorado parecía burbujear, y dentro de él, el Núcleo Demoníaco emitía poder espiritual que llenaba su cuerpo para reponerlo.

"No me falta mucho para alcanzar el séptimo nivel de Condensación Qi. Puedo sentir el cuello de botella." Caminó hacia delante, golpeando su bolsa privada. Dos espadas voladoras aparecieron y flotaron hacia sus pies. Se deslizó fuera de la montaña y abandonó la Secta Confianza.

Usar esta técnica con las espadas voladoras le garantizaba la habilidad de volar. Pero igual que a la Hermana Xu con su Estandarte de Viento, solo era un vuelo temporal, nada de larga duración.

Meng Hao se movió de forma rápida, atravesando velozmente las montañas con bosques. Finalmente, fue capaz de abandonar la región de la Secta Confianza, un lugar que no había abandonado por tres años. Voló a través de lo que parecían interminables montañas salvajes, desapareciendo finalmente en el horizonte.

El tiempo pasó y manteniendo su velocidad original, emergió por fin de las regiones montañosas después de dos días.

"No estoy seguro de cuanto tiempo le costó a la Hermana Xu traerme a la Secta," murmuró para sí mismo, mirando hacia atrás a las montañas. "Fueron varios días, pero estaba inconsciente, en cualquier caso, creo que su velocidad aquella vez debió de ser similar a mi velocidad de ahora."

Para los Cultivadores, el Estado de Zhao no era muy grande. Pero para los mortales, realmente era una región bastante amplia. En sus estudios, había leído sobre la geografía, y aunque nunca había viajado personalmente por ella, estaba no obstante familiarizado con el área.

"En este momento, estoy en el Norte del Estado de Zhao. No debería estar muy lejos del Condado de Yunjie." En la distancia, podía ver lo que parecía un espejo yaciendo en una tierra plana. Debía de ser lo que era llamado Mar Norte.

I Shall Seal the HeavensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora