I Shall Seal the Heavens

Capítulo 149: Intención Asesina!

Meng Hao se plantó en la cima de la colina tranquilamente, viendo al joven de túnica violeta acelerando hacia él. Mientras se acercaba, dio una patada hacia el aire y siete u ocho vides como tentáculos se expandieron hasta tener el tamaño de una pitón cada una. En su parte final había bocas anchas llenas de dientes afilados.

"Etapa media de Fundación Establecida" dijo Meng Hao tranquilamente, su rostro no cambió en lo más mínimo. Él mismo estaba únicamente en la etapa inicial de la Fundación Establecida, pero tenía una Fundación Perfecta. Podía no conocer técnicas de la etapa Fundación Establecida, pero había tenido un ilimitado Mar Central cuando había estado en Condensación Qi gracias a la Escritura de Espíritu Sublime. Además, había alcanzado la Fundación Establecida después de haber conseguido el gran círculo de Condensación Qi.

Estaba equipado con todo esto cuando experimentó un crecimiento explosivo durante el torneo por el Legado del Inmortal de Sangre. El poder de batalla de su Base de Cultivo estaba a tan alto nivel que era capaz de enfrentarse contra un Descendiente Dao del Clan Li, Li Daoyi. Aunque no había logrado la victoria, había cortado un brazo de su oponente. Si hubiera sido un Cultivador que no fuera un Descendiente Dao, Meng Hao podría haberlo matado fácilmente.

Después de alcanzar la etapa media de la Fundación Establecida, definitivamente sería capaz de luchar por sí mismo contra los Descendientes Dao de diversas Sectas y Clanes.

Por tanto, no era digno de meción un mero Elegido en la etapa media de la Fundación Establecida.

El joven de túnica violeta se acercó con una sonrisa fría y una poderosa intención asesina. Meng Hao se plantó allí, rodeado por la oscuridad de la noche, con la luz de la luna brillando sobre él. Su expresión estaba tan tranquila como siempre mientras levantaba su mano, usando la uña de un dedo para hacerse un corte en la piel de su dedo. Dio un paso hacia delante tranquilamente y, en el instante en el que el joven vestido de violeta llegaba, movió su dedo de una forma aparentemente aleatoria.

Mientras el dedo descendía, golpeó un gran viento. En respuesta, la expresión del joven vestido de violeta cambió. Sus pupilas se contrajeron mientras sus ojos se llenaban de incredulidad. Repentinamente, su visión se volvió roja; no era una ilusión, era real.

Todo estaba rojo, solo había un dedo solitario, cubierto con sangre fresca, que se dirigía hacia él.

Las vides que llevaba enroscadas en sus brazos habían estado rotando viciosamente hacia delante, con sus bocas abiertas, preparadas para devorar; pero repentinamente, empezaron a emitir gritos miserables. Temblaron, y antes de que estuvieran a menos de treinta metros de Meng Hao, se convirtieron en sangre.

La sangre se transformó en un escudo que rodeó al joven vestido de violeta. Todo esto toma algo de tiempo para describirse, pero ocurrió en el tiempo que tarda una chispa en volar fuera de un trozo de pedernal.

El joven de violeta empezó a gritar. Ya no siguió cargando hacia delante, sino que intentó moverse en retirada. Meng Hao entró en acción.

Dio un paso y después voló por el aire hacia el joven vestido de violeta. Levantó su mano y tocó el escudo de sangre con su dedo índice.

"Rómpete." Dijo la palabra de forma ligera y una explosión llenó el aire.

El escudo de sangre se rompió y las vides, en los brazos del joven, se rompieron en pedazos. Únicamente el fruto violeta-dorado ondeaba con signos de seguir vivo. Parecía como si estuviera rogando piedad.

"Tú...." El rostro del joven de violeta estaba pálido mientras tosía una bocanada de sangre. Sus ojos estaban llenos de un intenso miedo. Esta era la primera vez incluso en la que había mostrado miedo; era un Elegido de la Secta Tamiz Negro y un discípulo de túnica violeta de esta. Su posición en la Secta Interna era muy alta, nunca había sido derrotado en una batalla mágica. Normalmente, la gente le buscaba por su popularidad. Pero ahora, viendo al inexpresivo Meng Hao en frente de él, se llenó de un sentimiento sin precedentes de peligro de vida o muerte.