Capítulo 148: Las Cosas Están a Punto de Empeorar

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Después de que todo el mundo entrara por la puerta negra, el enorme rostro empezó a deformarse. Tres figuras neblinosas se separaron del rostro, después se transformaron en los tres marchitos ancianos Cultivadores. Parecía como si acabaran de salir a rastras de la tumba.

Sin dudarlo, volvieron a entrar en la estatua de la que habían salido. Mientras se movían hacia delante, emanaban enormes cantidades de un aura negra, como si estuvieran corroyéndose.

"Qué ocurre?" dijo el rostro. "Bueno... De cualquier forma, sin el objeto de autentificación, tú no puedes entrar!" Por un momento pareció confuso, pero después sus ojos se aclararon y empezó a aullar.

Actualmente, solo había once personas dentro de la fisura. A parte del Patriarca Tamiz Violeta y de la bella mujer de mediana edad, había otros nueve, todos ellos eran Cultivadores en Formación del Núcleo. Ignoraron los aullidos del rostro de la puerta, se sentaron con las piernas cruzadas y cerraron sus ojos. Al mismo tiempo, sus manos se movieron con gestos de encantamiento. En el medio del grupo de nueve apareció una Fruta Ginseng flotando en el aire.

La fruta era brillante y translúcida. Su interior rotaba como si contuviera buena fortuna proveniente de los Cielos.

La Fruta Espiritual se retorció junto con las rotaciones de las bases de Cultivo de los nueve, y parecía como si le estuviera empezando a crecer una cabeza y cuatro extremidades.

El Patriarca Tamiz Violeta y la bella mujer de mediana edad estaban plantados en un lateral, sus miradas fijas en la Fruta Espiritual.

"Yo fui una vez" dijo la mujer de mediana edad con el ceño fruncido. "Pero después del espacio de tiempo de unas treinta respiraciones, la fuerza de expulsión se hizo muy intensa. Incluso con mi Sentido Divino, fui incapaz de localizar el objeto. Solo puedo esperar que esta Torre de Cien Espíritus sea efectiva. Todavía no está totalmente completa. Esperemos que esta vez sea suficiente."

El Patriarca Tamiz Violeta estuvo en silencio por un momento antes de responder serenamente, "he preparado personalmente este Ginseng Espiritual. Con la forma del Ginseng, podemos estar dentro por el tiempo que tarda una barrita de incienso en arder. Todo está preparado. Si no podemos lograrlo esta vez, entonces, de acuerdo con las palabras del Líder de Secta y de los Patriarcas, abriremos la Tierra Bendita al público. Tomaremos prestado el poder de todo el Dominio Sur para refinar el objeto de las leyendas. Después de todo, para Cultivadores como nosotros, ese objeto es la única esperanza que tenemos aparte de la Cueva del Renacer!"

La bella mujer dudó por un momento y después dijo, "si eso ocurre, nos veremos forzados a compartirlo. Incluso si la Secta Tamiz Negro realiza el refinamiento, cuanta más gente esté involucrada, menos oportunidades dispondremos para tener nuestra oportunidad... Creo que yo podría hacerlo algo mejor, pero tú y los demás estaréis muy limitados."

"Cierto. Incluso si tenemos que sacrificar a alguno de los discípulos de nuestra Secta, esta vez no debemos fallar!" Un color violeta oscuro apareció dentro de la marca de nacimiento de su rostro, dándole una apariencia muy fiera.

**

El mundo rotaba, haciendo imposible de determinar en qué dirección iba quien. Todo estaba turbio. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que todo empezara a volverse más claro. El cielo oscuro se puso de un color azul oscuro. La tierra estaba llena de tierra negra.

Había follaje verde por todos lados, cubriendo las colinas, las cuales se alzaban y descendían en la distancia. Un largo río serpenteaba por las montañas pudiéndose escuchar el gorgoteo del agua.

Esto era lo que Meng Hao vio cuando apareció. No se podía ver a nadie más, solo a él.

"Este lugar es bastante grande..." dijo, mirando hacia el cielo. El sol estaba empezando a ocultarse, llenando el cielo con un bello color rojo.

I Shall Seal the HeavensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora