Capítulo 192: Juegos con Han Bei.

58 9 0
                                    

"Compañera Daoísta Han, a qué te refieres exactamente?" respondió Meng Hao, con su expresión igual que siempre. A pesar de su tranquilo exterior, su corazón temblaba. Se giró para mirar a Han Bei y sus ojos se encontraron. Ella claramente le estaba observando atentamente, tanteándole.

Si la expresión de Meng Hao cambiara en lo más mínimo, Han Bei lo notaría. Eso, por supuesto, era por lo que se había movido tan cerca de él.

Han Bei era una estratega, lo cual Meng Hao había llegado a entender muy claramente en la Tierra Bendita de la Secta Tamiz Negro. De hecho, no se había encontrado a nadie entre sus colegas que llegara a estar cerca de ella en términos de maquinaciones.

"Hermano Meng", dijo ella con una sonrisa encantadora, "no hay necesidad de hacer preguntas de las que ya conoces la respuesta. La Hermana Junior Xu era una miembro de la Secta Confianza en el Estado de Zhao, al igual que lo eras tú". Unido a su ropa de hombre, su tono dulce hacía que fuera aún más seductora.

"Oh?" respondió Meng Hao, mirándola con una sonrisa vaga.

Su expresión hizo que ella se sobresaltara momentáneamente. Entonces frunció el ceño y, repentinamente, empezó a sentirse nerviosa por dentro.

"Hermano Meng, fue por tu bien que ayudé a la Hermana Junior Xu en múltiples ocasiones. Si no hubiera sido por mi interferencia, habría caído sobre ella un montón de sospechas. Por suerte, tengo un montón de influencia en la Secta, por lo que ella no se vio implicada cuando te llevaste la Vejación Máxima". Ella sonrió, "por tanto, cómo planeas recompensarme?"

Su sonrisa era bella, pero sus ojos parpadearon con astucia. A pesar de su apariencia encantadora, Meng Hao sabía de lo profundo de su naturaleza estratega, la cual era imposible de conocer por su expresión. Nunca olvidaría cuántas veces había escuchado, repetido por ella, lo de "Xie, cariño" ese día, sólo para después exterminarle en un instante. La escena se reprodujo en la mente de Meng Hao.

Ella se inclinó un poco más hacia Meng Hao. Desde la perspectiva de cualquiera que les viera, definitivamente parecería que estaban en términos bastante íntimos.

"Compañera Daoísta Han", dijo él serenamente, "no estás preocupada de que te vean tan cerca de mí? Qué ocurriría si la Secta Tamiz Negro empezara a sospechar algo? Imagino que están buscándome en estos momentos. Después de hoy, definitivamente enviarán a gente detrás mío". Sus palabras parecían normales, pero estaba de hecho intentando tantearla.

"Hermano Meng, puedes simplemente preguntarme lo que quieras saber. No hay necesidad de intentar tantearme". Ella rió, mirándole. Soltó el aire lentamente y su exhalación le recorrió, llegándole con el aroma de orquídeas. Meng Hao frunció el ceño y se apartó un poco de ella.

Viéndole separarse, Han Bei sonrió pensativamente. Se volvió a acercar otra vez. Una delicada fragancia salía de ella.

Meng Hao frunció el ceño y se volvió a apartar aún más. Han Bei dejó salir una suave risa que llevaba un poco de burla contenida.

"La Secta Tamiz Negro está de hecho buscándote. Pero no te preocupes. Las otras sectas no tienen ni idea. Tu búsqueda se está llevando en secreto. Necesitas ser cuidadoso..." Ella sonrió y, finalmente, pareció pensar que estaba un poco demasiado cerca de Meng Hao, por lo que se movió un poco hacia fuera. Repentinamente, la mano de Meng Hao se deslizó como una serpiente y la agarró por su cintura. La acercó a él.

"Cómo exactamente quieres que te lo agradezca?" dijo él. "Dímelo". Estaba tan cerca de ella que ella podía sentir su aliento. Se miraron a los ojos, y aunque sus expresiones parecieran tiernas, en realidad estaban claramente enzarzados en un combate de estrategia.

I Shall Seal the HeavensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora