Capítulo 58: Este No Es Su Mundo

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Pasaron dos meses. Meng Hao seguía sentado con las piernas cruzadas en la Cueva Inmortal en las profundidades de las montañas. De pronto, sonó un ruido atronador, que dispersó a todos los animales cercanos. La enorme losa de piedra que había cortado para sellar la cueva de pronto se rompió en pedazos.

Fragmentos de piedra salieron disparados en todas direcciones conforme Meng Hao salía de la cueva Inmortal. Su pelo colgaba como una capa sobre su túnica de escolar. Sus ojos brillaban como rayos, mientras un sorprendente Qi emanaba de él, así como un agradable y fragante aroma.

Su rostro lucía lleno de júbilo. Después de haber estado aislado meditando por tanto tiempo, dejó salir una carcajada que resonó e hizo que las bestias salvajes corrieran.

"Octavo nivel de Condensación Qi!" dijo, con sus puños apretados. Sus ojos brillaban, lo que sería mucho más obvio si fuera de noche.

Los dos meses de meditación habían empezado con un sentimiento de nerviosismos e inminente peligro. Esos sentimientos desaparecieron lentamente conforme practicaba Cultivo. Usó unas diez mil Piedras Espirituales para duplicar píldoras medicinales, que había utilizado en su meditación.

No quería estar de Nuevo en una posición de peligro nunca. Necesitaba volverse fuerte, para poder superar a la gente que le amenazaba.

"Necesito volverme poderoso. No hay otra razón. Debo volverme poderoso!"

Se quedó plantado fuera de la Cueva Inmortal, respirando el aire fresco de la montaña, sus ojos llenos de resolución.

Era un simple escolar, un estudiante de Confucianismo, pero estos tres últimos años le habían hecho volverse un poco más enfocado interiormente. Después de todo lo que había experimentado, su personalidad era muy diferente de lo que había sido. Su terquedad era ahora mucho más obvia.

Había sido terco en su rechazo a rendirse después de fallar en los exámenes imperiales. Había sido terco en sus luchas en la Secta Confianza. Había sido terco cuando se plantó ante Wang Tengfei, ahora era terco en sus esperanzas para el futuro.

Volverse poderoso era muy similar a volverse rico. Es un sueño que no requiere una razón. Si se requiriera una razón, quizá sería la del temor a ser pobre o débil. Esto es lo que Meng Hao creía.

La vida es una llama que nunca deja de arder, llena de exhuberancia. En la vida, uno debe de ser fuerte y nunca bajar la cabeza." Miró hacia el cielo, pensando en la Secta Confianza. Pensó acerca de la arrogante presunción de los expertos del Estado de Zhao. Pensó en la frialdad de las personas que le habían tratado de matar. Pensó en la mirada del Protector del Dao de mediana edad que estaba plantado cerca de Wang Tengfei esa noche.

"Mi madre y mi padre desaparecieron cuando yo era joven. Si no me hubiera visto obligado a mejorar por mí mismo, no habría vivido hasta este día. En cambio, me habría visto resignado a una situación sin esperanza. Si no hubiera intentado crecer fuerte durante mi tiempo en la Secta Confianza. Nunca habría podido volverme un miembro de la Secta Interna. Terca insistencia en la auto-mejora, ese es mi camino hacia el futuro." Dejó salir un largo suspiro. Entonces, levantó su mano y movió su manga. Un rayo negro apareció solidificándose en una pica negra. Emanaba un brillo negro, salió disparado hacia un peñasco cercano.

Sonó una explosión y el peñasco, que era de unos dieciocho metros de altura, colapsó en trozos entremezclados de un hielo negro. Cayeron al suelo emanando un Frío Qi.

Con una mirada de satisfacción, Meng Hao movió su mano, regresando la picha negra volando hacia él. Movió su mano de nuevo, esta vez apareció un rayo multicolor a su alrededor. Apareció el abanico de dieciséis plumas, volando atrás y adelante siguiendo los movimientos de sus dedos. De pronto hubo una explosión y las plumas se separaron.

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