Capítulo 90: El Gran Camino del Demonio Sellado

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El anciano dejó el remo y miró a Meng Hao. Riéndose, caminó hacia él, se preparó algo de alcohol y después tomó un sorbo.

"Aclarar qué confusión?"

Meng Hao mantuvo su copa de alcohol y después dijo suavemente, "Estoy confuso sobre algo que leí. Dice, "Dao Antiguo: Tenaz Deseo de Sellar los Cielos...." La sorpresa cubrió repentinamente el rostro del anciano. El rostro de la joven niña se quedó sin sangre. Surgieron olas repentinamente a través del Mar Norte, haciendo que el bote se sacudiera adelante y atrás violentamente.

"PARA!" Gritó el anciano. La copa de alcohol de su mano desapareció repentinamente dentro de una niebla negra y se quedó mirando a Meng Hao.

Meng Hao jadeó.

"No digas eso otra vez. No puedo explicarte esas palabras. Tampoco puede nadie más en el cielo y la tierra, si realmente buscas iluminación, entonces entra en el corazón del mar." Cerró su boca y miró a la joven niña. Algún tiempo pasó y finalmente su semblante volvió a la normalidad. Ella asintió ligeramente.

Meng Hao estuvo en silencio por un tiempo antes de preguntar, "A qué te refieres con el corazón del mar?"

En un tono de voz cargada de una grave profundidad, el anciano dijo, "Hay cosas que han estado ocultas en el fondo del mar por mil años. Eso es el corazón del mar. Si buscas una respuesta a tus preguntas, quizá debas examinar también tu propio corazón."

Meng Hao se encontró perdido en sus pensamientos por un momento largo. Cuando finalmente levantó la vista, sus ojos se ensancharon de la sorpresa. No había rastro del anciano o de la joven niña. Estaba solo en el lago, de hecho, el bote había desaparecido también.

Se quedó mirando boquiabierto por un tiempo, hasta que su visión se enfocó en un punto algo lejano. Allí, en una lejana orilla, un grupo de personas estaban bajando un nuevo bote hacia el agua. Iba entrando lentamente en el lago, y entonces se escuchó una carcajada. Los sonidos de las celebraciones de la gente rodearon el bote.

El bote se acercó lentamente al centro del lago. Remando iba un hombre de mediana edad, acompañado por una mujer y un niño. Meng Hao observó eso, día tras día, año tras año, remaba hacia delante y atrás por el lago. Pasaron muchos años y el hombre se hizo viejo. El hijo creció y tomó el remo del bote. Más años pasaron, generaciones y generaciones.

El bote, que una vez fue nuevo, pronto empezó a agrietarse y a hacerse viejo. Empezó a envejecer.

Con el tiempo, se encontró tan deteriorado que ya no podía ser reparado. Como una vida que ha alcanzado su límite, y que no podía ser forzado a ir más lejos, lentamente se hundió en el fondo del lago.

Había vivido su vida en la superficie, había muerto en el fondo. Su existencia había transcurrido en las aguas del algo, acompañando a una generación tras otra de mortales que lo habían creado. Aparte de ellos, el lago era toda su vida.

En su vida, el lago había sido su compañero. Nadie podía escuchar la voz del lago, pero él podía. Cuando se hundió en el fondo, murió, pero también renació.

En ese momento, se despertó.

En el momento en el que se despertó, vio a una joven chica plantada en el fondo del lago, sonriéndole.

"Me acompañarás.... por siempre?"

"Yo no sé cuanto tiempo es por siempre, pero en mi pasada vida, pude escuchar tu voz. Ahora que he muerto... quiero acompañarte. Quiero que seas parte de mi próxima vida." En ese mismo momento, llegó a comprender que... era el espíritu del bote. Escuchar la voz del lago a través de incontables años había hecho que el espíritu del bote se convirtiera en un ser.

I Shall Seal the HeavensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora