Resulta que es el Compañero Daoísta Zhou Yanyun," dijo la hermosa mujer de mediana edad, saludándole con las manos unidas. Incluso el enorme Zhao Shanling le saludó silenciosamente con un gesto para recibirle, con una expresión de miedo escondida en su rostro.
Viendo todo lo que había pasado, de pronto, el corazón de Meng Hao empezó a latir más fuerte. Era la primera vez que había visto tanta gente poderosa de tantas Sectas. Estaba especialmente impresionado por la aparición de los miembros de las tres Grandes Sectas del Dominio Sur de las que Chen Fan le había hablado anteriormente.
"El Dominio Sur..." Meng Hao tomó aire profundamente. Xu Qing estaba plantada cerca de él, parecía tranquila, aunque era imposible de decir qué es lo que estaba pensando.
De regreso al salón del templo principal, Chen Fan, con la para blanca, tristemente levantó su mano derecha y presionó un hueco escondido de la estatua.
Inmediatamente, la entrada a la zona privada de meditación del Patriarca Confianza se cerró, sin un solo sonido. Realmente, no había nadie ni fuera ni dentro de la Secta que supiera lo que estaba ocurriendo, ni siquiera Zhou Yanyun ni los otros desde el Dominio Sur.
"Patriarca, el Discípulo Che te mantendrá sano y salvo," dijo, con su voz llena de honradez. "No dejaré que ninguna de esas personas disturben tu meditación". Tenía fe y confiaba en la Secta, deseando protegerla incluso aunque conllevara un gran riesgo. Cuando su plan funcionó, dejó salir un suspiro, sin sentir ni el más mínimo remordimiento.
Mientras tanto, en la cámara secreta debajo de las catacumbas de la Secta Confianza, el Patriarca Confianza observaba los procedimientos triunfalmente, lleno de excitación.
"Pronto, encontrarán la entrada a mi zona de meditación. Entonces cargarán dentro y romperán mi cámara escondida. Al final, no estaré mucho tiempo atrapado aquí." Mientras decía esas palabras tan entusiastas, su rostro cambió de pronto.
"Esto... esto... Maldición! Tú... tú.... Qué estas haciendo?!" Observó a Chen Fan, con el mayor de los cuidados, empezando a moverse. El Patriarca Confianza observó con una expresión de sorpresa cómo la entrada a la zona de meditación tranquilamente desaparecía sin dejar ningún trazo. No podía creerlo.
Por supuesto, el cierre había sido preparado por él hace años como plan de seguridad en caso de que un poderoso adversario llegar. Había pasado ese secreto a sus sucesores, y había pasado por las manos de varias generaciones, como método para prevenir a los extraños de entrar en la zona de meditación.
Una vez activado, nadie sería capaz de encontrar la entrada, excepto para alguien en la etapa de División de Espíritu. En el momento en el que lo había puesto, se había sentido orgulloso, ya que sabía que estaría perfectamente seguro.
Pero nunca había imaginado que este día llegaría, años después. Realmente había olvidado todo lo que se había acordado, pero... los demás no lo habían hecho.
"Maldición! Debería haber dejado órdenes de no aceptar a nadie con una alta moralidad en su carácter en la Secta! Nada de gente recta, nada de gente buena. Chico, tú, tú, tú..." Se sentó allí asombrado, murmurando para sí mismo, queriendo llorar, pero sin tener lágrimas que gastar. Pensó en la estela de piedra, en sus planes cuidadosamente estudiados, en la sangre que había sacrificado, y ahora todo eso había sido arruinado por una única persona. Por supuesto, las intenciones de esa persona eran buenas, pero mientras pensaba en su valentía inquebrantable y comportamiento fiel, el Patriarca Confianza empezó a temblar.
Justo cuando empezó a sentir el peso de la desesperación, Zhou Yanyun de la Secta Espada Solitaria llegó. Observó toda la Secta, lanzando sus sentidos a través de ella, al igual que hizo la hermosa mujer de la Secta Tamiz Negro y el enorme Zhao Shanling. Vertieron sus poderosos sentidos a lo largo de la Secta Confianza, buscando detalladamente.
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I Shall Seal the Heavens
FantasíaMeng Hao, un joven estudiante erudito como todos los mortales un día descubre que todos los relatos sobre los inmortales son ciertos y él tiene la posibilidad de ser uno, o ser un esclavo... aunque para esto deberá pasar por muchos peligros, seres m...