Conforme caminaba, crecía más y más su entusiasmo. El camino por el que caminó quedó lleno de sangre y partes de animales....
La sangre y partes de animales salvajes que habían muerto por la explosión violenta de sus traseros.
"Bang!" Otro animal peludo en frente de él chilló conforme un ataque le alcanzaba desde detrás, tres veces, hasta que explotó, esparciendo una niebla de sangre por el aire.
"Boom!" Un cóndor gigante, sin haber aterrizado siquiera en el suelo, aulló miserablemente, conforme iba experimentando una pesadilla. Entonces explotó su trasero.
"Bang, boom." Esta vez era un fiero tigre del tamaño de un humano que había estado apunto de abalanzarse sobre Meng Hao. En mitad el aire, emitió un terrorífico rugido que se convirtió en un horrible chillido, hasta que su trasero explotó, mostrando más sangre y pedazos por todos lados. Quizá porque tenía mucho pelo, explotó en realidad cinco veces sucesivas.
"Que terror, que poderoso tesoro." Después de entenderlo, anocheció, y la expresión de Meng Hao no podía estar más entusiasmada. Miró hacia el espejo de cobre. A lo largo del día, había explotado los traseros de aproximadamente unos cien animales.
Afortunadamente, estaba fuera,, en las multitudinarias montañas, salvajes, de otra forma, el hedor a sangre y carne destrozada habría sido sobrecogedor.
"Creo que el espejo no es completamente efectivo. Cuando lo intenté con la pitón y con el pescado, no hizo nada. Parece que no funciona con animales con escalas. Pero aún así, es asombroso." Lo probó de muchas formas y descubrió que no funcionaba cuando estaba dentro de la bolsa. Solo funcionaba cuando lo sujetaba. Al mismo tiempo, notó algo raro cuando terminó de explotar animales salvajes. Parecía como si la corrosión empezara a desvanecerse, como si después de haber estado escondido muchos años, finalmente fuera capaz de estirar las piernas.
Conforme anochecía, Meng Hao se encontró a alguna distancia dentro de las montañas salvajes. El viento nocturno soplaba, dio un profundo respiro y se preparó para regresar a la Cueva Inmortal. Después de todo, las montañas estaban llenas con animales salvajes. Meng Hao había escuchado que incluso había bestias demoníacas que practicaban el cultivo viviendo allí fuera. Aparte de la excitación del momento, sabía que podía ser peligroso.
Había venido a este lugar mientras buscaba animales salvajes, por lo que había ido algo lento. Pero en el camino de regreso, podría ir mucho más rápido. Meng Hago aceleró a través de las frondosas montañas, un antes de ir, una luma brillante apareció en el cielo. De repente, sintió un viento cálido en la cara, acompañado de un olor agrio. Paró, y con su corazón latiendo, volvió nos pasos atrás.
Roar!
Tan pronto como retrocedió, el aire vibró con un poderoso rugido, tan pronto como sonó, otra vez le llegó el viento cálido y el olor agrio, cubriéndole. Allí en frente tenía una criatura similar a un mono, del tamaño de un humano. Sus ojos rojos radiaban crueldad, y su cuerpo entero estaba cubierto por un grueso y exuberante pelaje.
La fiera bestia se quedó mirando con sed de sangre a Meng Hao. La expresión de Meng Hao cambió conforme vio a la criatura. Su mente se tambaleó, como si hubiera recibido un ataque al ver a la criatura. Pudo sentir la base fluctuante del cultivo de la criatura.
"Segundo nivel de Condensación Qi!" Meng Hao dio otro paso atrás con expresión aterrada. Esa no era una bestia salvaje, era una bestia demoníaca. Debió de ser atraída por el rastro de sangre y animales destrozados.
No había tiempo para pensar sobre ello. La bestia demoníaca con apariencia de mono saltó en el aire, su cuerpo entero se cubrió de fuego, un fuego que no chamuscaba el pelaje en lo más mínimo. Lo disparó hacia Meng Hao.
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I Shall Seal the Heavens
FantastikMeng Hao, un joven estudiante erudito como todos los mortales un día descubre que todos los relatos sobre los inmortales son ciertos y él tiene la posibilidad de ser uno, o ser un esclavo... aunque para esto deberá pasar por muchos peligros, seres m...