Capítulo 21: Meng Hao, Eres un Sinvergüenza!

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La montaña negra no era una montaña árida, sino que estaba cubierta con un exuberante bosque de árboles que se alzaban hacia los cielos. La razón por la que era denominada como montaña negra era porque los árboles eran completamente negros, y parecían estar rellenos de remolinos de energía demoníaca.

Era completamente diferente de cualquier otra montaña que pudieras ver en cualquier lugar.

Después de entrar en la montaña, Meng Hao escuchó un rugido profundo, dos bestias demoníacas de tercer nivel de Condensación de Qi cargaron hacia él. Tenían el cuerpo de lobos con largas uñas como serpientes y estaban cubiertos con pelaje. Le miraron llenas de odio.

Tan pronto como se acercaron, Meng Hao paró, levantó el espejo de cobre y lo hizo brillar hacia ellas. Instantáneamente, de una de las bestias demoníacas, salió un géiser de sangre desde el ojo derecho. Esta vez, el espejo había hecho explotar el ojo de la bestia demoníaca, no hizo explotar su trasero. Algo similar había ocurrido cuando luchó contra Zhao Wugang. No tenía más tiempo de pensar en ello. Incluso conforme se movían para evadirle, se precipitó por delante de ellas.

En ese momento, los dos cultivadores de quinto nivel seguían su carrera persiguiéndole, enfurecidos. Sus espadas voladoras salieron disparadas, matando instantáneamente a las dos bestias demoníacas. No se pararon a recoger los Núcleos Demoníacos. Sus cuerpos se volvieron arco iris mientras perseguían a Meng Hao.

"Esta es una montaña demoníaca. He escuchado que un Rey Demonio vive en la cima. Meng Hao, huyendo hacia este lugar lo único que consigues es seguir un camino en el que encontrarás tu propia muerte."

"No hay necesidad de huir. Regresa y discutiremos las cosa, tal vez podamos comerciar." Le decían los dos cultivadores mientras le perseguían, sus voces parecían sinceras, pero sus corazones seguían llenos de intenciones asesinas.

Meng Hao ni miró atrás ni respondió a sus llamadas, en cambio seguía veloz en dirección al pico de la montaña. Al poco tiempo, corría hacia un grupo de siete u ocho bestias demoníacas. Muchas de ellas parecían estar en el tercer nivel del Condensación Qi. Después de acobardarlas con el espejo de obre, hizo su escape. Por supuesto, los dos cultivadores de quinto nivel no tenían esa habilidad, por lo que tenían que masacrarlas para poder pasar a través. Entonces, cubiertos de sangre –sangre demoníaca claro está, no de su sangre- ellos continuaron la persecución. Estaban empezando a sentirse exhaustos. Durante la batalla, habían usado más píldoras medicinales. Pero como se suele decir, si montas un tigre, es difícil desmontar de él. Apretando sus dientes, continuaron la persecución.

"Todavía están detrás mío..." Meng Hao, con su cara agria, había alcanzado el punto más lejano en el que había viajado en la montaña negra. Si fuera más lejos, le sería difícil esquivar a las bestias demoníacas de quinto nivel de Condensación de Qi. Una mirada dura apareció en su cara, y con la mandíbula apretada, procedió a entrar en la parte superior de la montaña.

Después de que pasara el tiempo necesario para que se consuma media barrita de incienso, un rugido grave sonó de repente, parecía cubrir la mitad de la montaña. Como un viento oscuro, un lobo gigante multicolor fue detrás de él, aullando. El lobo tenía piernas de seis metros de largo, y unos ojos rojos brillantes en los que se veía su intento de matar. Un supresito espíritu de quinto nivel de Condensación de Qi salía de él.

Si hubiera estado solo, no le hubiera valido para mucho. Pero detrás le seguía un grupo de cinco pequeños lobos multicolores con base de cultivo en la cima del cuarto nivel, más a parte otro lobo de quinto nivel. Sus fieros aullidos llenaban el aire.

Los ojos de Meng Hao brillaron y sin dudarlo, levantó el espejo de cobre y lo enfocó hacia los lobos. Un miserable grito salió de la boca de uno de los lobos y empezó a salir sangre por su pecho, como si le hubieran empalado. Los otros lobos miraban con asombro, retrocediendo inconscientemente.

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