Codicia y tacañería. Avaricioso hasta el núcleo, incluso en términos del Cultivo. Este era su Dao. En sus iluminaciones, los tesoros fueron lo más importante. Esas fueron las cosas que le llevaron a su Primera Separación de Espíritu.
Esto era por lo que su zona de meditación tenía tantas áreas protegidas por hechizos restrictivos. Eran los ahorros de su vida. Acumulando todos estos objetos no era solo su hobby, era su versión del Dao.
El ver todo desaparecer ante sus ojos le llenó con dolor e indignación.
En el espacio de diez respiraciones, la montaña de Piedras Espirituales se había ido. Había incluso una pieza aleatoria de jade debajo de la montaña. También la succionó en su bolsa del Cosmos.
"Eso era mi talismán de buena suerte. Maldición, Meng Hao, deja mi talismán de buena suerte detrás. Tú..." Antes de que pudiera terminar de hablar, sus ojos se ensancharon de nuevo. Después de tomar todas las Piedras Espirituales, Meng Hao miró a su alrededor, sus ojos brillaban, el Patriarca Confianza empezó a temblar.
La mirada en los ojos de Meng Hao era la de un maestro ladrón.
Su mirada cayó en un pequeño patio. Detrás de un agrietado hechizo restrictivo se podía ver una variedad de plantas medicinales de muchos diferentes colores. Eran claramente mucho más que ordinarias.
Meng Hao reconoció algunas de las plantas que se describían en el valioso caparazón de tortuga de Shangguan Xiu. Mientras avanzaba hacia delante, sus dedos se movieron y las dos espadas de maderas aparecieron. Se clavaron en una grieta en el escudo creado por el hechizo restrictivo. La grieta se fue ensanchando lentamente.
"Meng Hao, vas realmente a robar mis objetos valiosos también? Soy tu Patriarca! Pagué un gran precio al robar ese patio medicinal durante aquellos años...." El Patriarca Confianza se iba poniendo cada vez más ansioso. El sonido del temblor desde bajo del suelo se hizo más fuerte, pero Meng Hao ni parpadeó. Estaba feliz de poder dar rienda suelta a su enfado.
"Mis plantas espirituales divinas... tú, tú.... Las estás cogiendo todas!" la ira del Patriarca Confianza se levantó hacia los cielos. "Ese es mi Árbol Arábico. Lo cuidé por cientos de años antes de que brotara, no te lo puedes llevar..." En medio de las chillonas protestas, Meng Hao limpió el patio, dejándolo tan limpio como si hubiera usado una cuchilla de afeitar. Succionó todo dentro de su bolsa del Cosmos. Para el tiempo en el que retiró las dos espadas de madera, el patio parecía como si hubiera sido barrido por un enorme huracán.
"Suficiente, suficiente," dijo rápidamente el Patriarca, mirando hacia el vacío. "Escúchame, pequeño Patriarca, deja algunas cosas aquí para el viejo patriarca que está aquí. No tomes nada más... No tienes permitido tocar ninguna más de mis cosas. Meng Hao, escucha al Patriarca, ok? Como miembro de la generación joven, deberías de tener un poco de respeto. Tú..."
"He sido así desde que era joven," dijo Meng Hao con un resoplido frío, lanzando las palabras del Patriarca Confianza de regreso hacia él. Mirando alrededor, llegó a ver un solo hechizo restrictivo formando un escudo. Debajo, había lo que parecía ser tres pequeños árboles marchitos. Aun así, en cada árbol había una hoja que ocasionalmente destellaba con arcos de energía, haciéndoles parecer extraordinarias.
Meng Hao nunca había visto algo así, pero considerando que esta era la zona de meditación del Patriarca Confianza y que estaba protegido con un hechizo restrictivo, se figuró que debían de ser muy valiosas. Sus ojos brillaron, avanzó y clavó las espadas de madera en una grieta en el todavía-recuperándose hechizo restrictivo.
"Esas son mis Hojas de Junco del Trueno. Es una planta medicinal del tipo Rayo que son incluso raras en el Dominio Sur!" El Patriarca Confianza otra vez aulló fieramente. Ignorándole completamente, Meng Hao levantó su bolsa del Cosmos hacia el agujero en el hechizo restrictivo. Los árboles empezaron a agitarse adelante y atrás. Entonces, las tres hojas se cayeron de los árboles, transformándose en tres arcos de luz negra que salieron disparados hacia la bolsa de Cosmos.
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I Shall Seal the Heavens
FantasíaMeng Hao, un joven estudiante erudito como todos los mortales un día descubre que todos los relatos sobre los inmortales son ciertos y él tiene la posibilidad de ser uno, o ser un esclavo... aunque para esto deberá pasar por muchos peligros, seres m...