Tan pronto como entró en la máscara, la gelatina de carne gritó alarmada.
"E..eso... eso es una Bandera de Nueve Tumbas de los Arroyos Amarillos! Tiene ya tres cintas! Mal profundo!" Mirando muy seriamente, la gelatina de carne se aproximó al boquiabierto Patriarla Li. "Anciano, resulta que eres el mal encarnado! En el nombre de la justicia, yo te convertiré! No puedes ser así, es inmoral. No encontrarás un buen final de esta manera..."
Meng Hao tosió ligeramente y guardó la máscara. Dejó salir un suspiro profundo y sus ojos brillaron con inteligencia.
"Bandera de Nueve Tumbas de los Arroyos Amarillos?" perdido en sus pensamientos, Meng Hao acababa de salir volando desde lo oculto del bosque cuando paró. Escondió su base de cultivo y entornó los ojos.
Su base de cultivo estaba en la etapa media de la Fundación Establecida, lo cual significaba que podía enfrentarse con Descendientes Dao. Sin embargo, no tenía razón alguna para hacerlo. Este área estaba en la región que hacía frontera entre la Secta Sangre de Demonio y la Secta Espada Solitaria. Debía de ser cuidadoso y no dejarse llevar. Decidió no olvidar esto.
Después del espacio de tiempo necesario para dar diez respiraciones, diversos rayos de luz colorida aparecieron en el cielo delante de él. Aparecieron diez cultivadores, cada uno de los cuales estaba de pie en una espada voladora. Todos vestían de forma idéntica y parecían muy dignos e impresionantes. Su paso por el aire emitía un rugido.
De las diez personas, los tres al frente eran los más notables. Vestían túnicas que llevaban entrelazados los colores negro y blanco. Llevaban espadas envueltas en sus espaldas, y el aura de las espadas bajo sus pies brillaba intensamente, pareciendo capaces de cortar a través de cualquier cosa.
Uno de los tres era un hombre de apariencia majestuosa de unos cuarenta años. Estaba en la etapa final de la Fundación Establecida, y mientras volaba, su pelo negro ondeaba a su alrededor, intercalado con ocasionales hebras de pelo blanco.
Detrás de él había un joven de unos treinta años, con labios finos y una expresión dura. Tenía ojos curvados como los de un fénix rojo que radiaba frialdad. Era extremadamente atractivo, pero parecía tener una naturaleza de sangre fría. La espada bajo sus pies emitía una presión helada. Estaba en la etapa media de la Fundación Establecida y parecía ser el dibujo de un poder imponente.
La última persona parecía estar sobre los veintisiete o veintiocho años. Sus rasgos eran bastante ordinarios, pero radiaba un aire de rectitud. Estaba únicamente en la etapa inicial de la Fundación Establecida, pero sus ojos brillaban intensamente. Parecía estar lleno de una poderosa aura.
Cuando Meng Hao le vio, fluyeron recuerdos por su mente. Este hombre lleno de rectitud era ni más ni menos que..... el Hermano Senior de Meng Hao de la Secta Confianza, quien había sido llevado por la Secta Espada Solitaria.
Habían pasado años. Y aún así, justo en frente de él, estaba Chen Fan. Pensó en el día en el que se habían separado, parecía haber pasado mucho mucho tiempo. La Secta Confianza ya no existía y el Estado de Zhao se había ido. Meng Hao se preguntó si Chen Fan era todavía la misma persona que había sido en aquel entonces. 1
Estaba en silencio mientras observaba el grupo de personas. Todos era miembros de la Secta número uno del Dominio Sur, la Secta Espada Solitaria. No era nada extraño que la Secta Espada Solitaria apareciera por allí. Después de todo, este área era una región de contención entre la Secta Sangre Demonio y la Secta Espada solitaria.
Meng Hao conocía las fricciones constantes entre las dos grandes Sectas, así como sobre las ocasionales refriegas que ocurrían.
Justo cuando el grupo de personas iba a desaparecer en la distancia, la expresión de Meng Hao parpadeó y miró de nuevo hacia el cielo.
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I Shall Seal the Heavens
FantasyMeng Hao, un joven estudiante erudito como todos los mortales un día descubre que todos los relatos sobre los inmortales son ciertos y él tiene la posibilidad de ser uno, o ser un esclavo... aunque para esto deberá pasar por muchos peligros, seres m...