Parte 1

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Tras recibir un aviso sobre la presencia de un demonio Teuthida en el Puerto de Santa Mónica, Mark, Julian, Cristina y Emma fueron a investigar. Mientras están a la búsqueda del demonio similar a un calamar, Cristina y Mark van a una de las atracciones, donde Mark, consigue un pez de colores que decide regalar a Emma, su novia.

Pero como ninguno de ellos tiene ni idea de cómo cuidarlo, Mark decide soltarlo de nuevo al mar. Al hacerlo, avista al demonio en dirección hacia el parque de atracciones. Emma y Julian se van en dirección al parque mientras que Mark y Cristina se quedan bajo por si vuelve al agua. Al llegar, ven al demonio trepando por el soporte de la noria y, ocultándose por las runas de glamour, Julian y Emma se cuelan y se meten en uno de los vagones.

Julian aprovecha ese momento para ponerle varias runas a Emma. Protección, rapidez, agilidad y seguridad. Cuando terminó se bajó el cuello de su camiseta para que ella le marcara. Agilidad, visión nocturna.

-Sólo dime si él te hace feliz. Que Mark te hace feliz. - dijo Julian

-Estoy feliz, Jules. Es lo más inteligente, lo más seguro para nosotros dos.

Todo ello había pasado antes de que mataran al demonio como un equipo. Y ahora estaban de vuelta al instituto porque Diana les había dicho que Jace y Clary venían con un mensaje del Cónsul. Estaban teniendo una reunión en el Instituto, y los querían allí ahora.

...

Julian había ocupado el asiento del conductor mientras que ahora Cristina ocupaba el puesto de copiloto y Mark y Emma se sentaban detrás. Llevaban sentándose así las pocas ocasiones que habían salido los cuatro de patrulla desde hacía una semana, cuando Julian invitó a Cristina a sentarse a su lado para que "la parejita", palabras textuales suyas, se sentaran detrás juntos.

Emma sabía que Jules odiaba tenerla cerca ahora, y a la mínima oportunidad que veía intentaba marcar la distancia entre ellos. En el coche, en la mesa e incluso en las clases de Diana cuando ellos siempre se habían sentado uno junto al otro. Todos sabían que Jules estaba realmente molesto con Emma, aunque ninguno estaba totalmente seguro de porqué. Excepto ella.

Todo había cambiado desde hacía una semana...

¿Por qué mentir? Le había preguntado Mark. Y la verdad no encontró respuesta alguna.

Mark se acercó a ella, le puso una mano en la nuca para que ella levantara su rostro hacia el de él y poso sus labios sobre los de Emma presionándolos ligeramente en señal de permiso. Emma, en estado de shock todavía, se obligó a abrir ligeramente la boca haciendo que un simple toque de labios se convirtiera en algo más. Sus lenguas se encontraron y el beso se tornó salvaje. Mientras que los besos de Julian habían sido inexpertos, cosa que le encantaba porque le hacía recordar que ella era la primera; en los fieros besos de Mark se notaba habilidad y experiencia. En algún momento Emma, inconscientemente, había enroscado los brazos alrededor de su cuello y tenía las manos hundidas en su rizado cabello rubio, mientras que él había bajado las manos hacia su cintura apretando su cuerpo con el de ella.

Emma tenía la sensación de volver a estar sentada en el corcel de Mark, volando sobre el mar sumergidos bajo una tormenta salvaje. Sumergidos en la libertad.

Aun con los ojos cerrados, Emma noto que los labios de Mark se separaron de los suyos y comenzaron a bajar por su cuello.

"Julian", pensó ella. "No", negó con la cabeza, debía sacarlo de su mente.

Mark se separó unos instantes, al verle hacer ese gesto.

-¿Todo bien? - preguntó. Podía ver la confusión en cada uno de sus ojos de diferente color.

-Sí, genial.- Respondió Emma en apenas un susurro.

Mark sonrió y aprovecho para terminar de desabrocharse la camisa. Todo estaba pasando muy rápido para Emma, no estaba preparada para que hubiese más que besos entre ellos. Antes de que reaccionara, Mark la volvió a rodear con sus brazos y los empujó hacia la cama mientras buscaba de nuevo su boca, quedándose encima de ella a la par que empujaba sus caderas contra las suyas. Emma metió las manos por dentro de la camisa palpando su espalda. Podía notar los contornos de sus músculos además las gruesas cicatrices que le habían causado en Feerea.

Mark había bajado sus manos hacia sus caderas subiéndole ligeramente el vestido haciendo que ella notara el roce de sus vaqueros contra la cara interior de sus muslos.

No sabía cuánto rato habían estado besándose cuando la puerta se abrió suavemente mientras Julian entraba en la habitación.

-Emma, podemos hablar de lo de... -cortó la frase cuando levantó la vista hacia ellos y se tambaleó hasta que se quedó parado en el marco de la puerta con la sangre helada. Si cuando ella le había dicho que no iban a estar juntos apenas había notado reacción, ahora claramente se le veía afligido. Podía ver como su mandíbula apretaba fuertemente sus dientes mientras que una fina capa de agua le hacía brillar los ojos a la vez que veía que el color azul verdoso de éstos se apagaba.

Con esta primera parte pretendo introducir mi fanfic sobre Lord of Shadows. En los primeros párrafos he resumido el primer capítulo de Cassandra Clare. Obviamente mis narraciones no serán tan geniales como las de ella, pero espero que no seáis duros y sobretodo que os guste. Hasta pronto :)

Lord of ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora