-¿Quieres hablar? –Respondió.- Habla. Soy todo oídos.
¡Y por fin le había hablado! Solo que ahora no sabía que decirle. Se tomó un instante para respirar y pensar en lo siguiente que iba a decir pero no se le ocurría nada bueno con lo que empezar.
-Yo te quiero Jules- le dijo a modo de resumen.
Él cambió su gesto serio y se rió con una incredulidad que a Emma le molesto, mientras volvía a morderse el labio a la par que negaba con la cabeza. Abrió la boca dispuesto a contestar para instantes después cerrarla.
Emma suspiro en su asiento y volvió a bajar su mirada de nuevo a sus manos pensando que más podía decir para arreglar la situación. Quería contarle la verdad y que juntos resolvieran el problema con la maldición. Quería gritarle que la perdonara y decirle que no dudara de ella, que le amaba mientras unían de nuevo sus cuerpos. Pero no podía. Se limitó a tragar saliva y hundirse en su asiento. Antes de que ella dijera nada más, Julian le respondió.
-Perdona que lo dude.- y se giró a mirarla con una media sonrisa incrédula a la vez que malévola. Con la mirada clavada en ella, cambio su aspecto y se puso serio. - Si me tuvieras un mínimo aprecio Emma, no te hubieses enrollado con mi hermano justo después de que te declarara mi amor.
Y con una mirada fulminante se volvió hacia el frente.
Emma sintió una oleada de tristeza que la inundaba. Tenía razón en creer eso, había actuado mal. En ningún momento mientras trazaba su plan se había parado en pensar cómo iba a reaccionar Julian cuando se enterara de que ella y Mark estaban saliendo, ni en cómo le afectaría a ella. Quizás había sido una mala idea el pedírselo a Mark después de todo, aunque su estrategia había dado resultado ya que el amor que tenían prohibido sentir los parabatai eros se había terminado, llevándose el amor philia también.
-Jules, de verdad que lo siento.- dijo en un hilo de voz. Era lo único que podía hacer, pedir disculpas y esperar a ser perdonada sabiendo que no se lo merecía.
-Fui estúpido por creer que realmente sentías algo por mí. –continuó. Hablaba sin mirarla como si realmente no se dirigiera a ella, como si estuviera expresando sus pensamientos en voz alta. "Julian, no puedes pensar eso. Créeme que te amo", pensó Emma deseando que parte de sus pensamientos llegaran a él.- Solo fui un juguete más. Otro chico con el que te acuestas y luego desechas.
Las palabras salieron como una flecha disparadas hacia Emma que no pudo evitar abrir los labios ligeramente a modo de sorpresa. Nunca antes le había hablado así Julian, realmente él no podía pensar así de ella. Sentía que le habían atestado un puñetazo en el corazón. No pudo evitar llevarse la mano hacia el pecho y se obligó a tragarse las lágrimas que querían emanar de sus castaños ojos.
-Jules eso no es así. - respondió finalmente con la voz temblorosa.- Estas siendo muy cruel conmigo.
-¿Y tú no lo has sido conmigo? –replicó.
Después de todo había sido una mala idea hablar con Jules. No solo no lo habían arreglado si no que lo había empeorado. Ahora era ella la que estaba enfadada con él y consigo misma por haberlo provocado. Y con la rabia e impotencia que sintió dentro no pudo contener más las lágrimas y las dejó salir. Sentía que últimamente había dejado de ser valiente y no hacía más que llorar.
Julian se entristeció al ver como de los ojos de Emma afloraban finas gotas y le mojaban su fino rostro mientras se llevaba las manos a la cara tratando de evitar que la viera. Muy pocas veces la había visto llorar. Era verdad, había sido muy duro con Emma, pero era parte de la rabia contenida que había estado ocultándole. Aun así se sintió todavía peor de lo que lo había estado esta semana, sintiéndose culpable de ser el causante de sus lágrimas.
...
-Ya estamos, supongo que esa de allí debe de ser Rose.- anunció a los pocos minutos Julian mientras aparcaba el coche.
Emma estaba intentando recobrar la compostura, limpiándose la cara. Sin mirarle y sin decir nada, abrió la puerta del coche y se bajó dejándolo sólo en el interior mientras iba avanzando por el camino. Necesitaba espacio.
Julian al verla en ese estado, también se bajó con rapidez y alcanzándola, corrió hasta ponerse frente a ella cortándole el paso. La cogió suavemente de los brazos obligándole a devolver la mirada, viendo que realmente se sentía dolida.
Había estado tan enfadado esta semana que apenas se había fijado que el rostro de Emma también había cambiado. Tenía una fuerte sombra decorando sus grandes ojos haciendo que las hinchadas bolsas bajo sus ojos fueran notorias. Se veía horrible para ser Emma, pensó Julian inevitablemente sonriendo, pero aún era la chica más hermosa que había visto.
-Emma, perdóname, de verdad que lo siento.- Dijo con un tono amable y suave. Emma se quedó mirándole anonadada, viendo que realmente estaba arrepentido.- No debería haberte hablado así ni haberte dicho eso, lo siento. Es solo que estoy enfadado y por más que lo intento, no sé cómo llevar esta situación. Si es Mark el que te hace feliz, lo acepto. Solo necesito tiempo.
Podía ver la explosión verde en sus ojos azules, fusionándose en un solo color y como la miraban como si pudieran ver su interior. Emma sonrió ligeramente y tuvo que reprimir el impulso que tuvo de besarlo. No se veía con la capacidad de decirle nada sin volver a llorar, se limitó a avanzar hasta él y lo abrazó.
Cerró los ojos cuando también le devolvió el abrazo, apretándola su cuerpo contra el suyo y se permitió respirar profundamente aspirando ese olor tan característico a clavo de Julian. Se separaron ligeramente dejando sus rostros a escasos centímetros el uno del otro. Podía notar el cálido aliento de julian casi sobre sus labios haciendo que un leve escalofrío le recorriera el cuerpo.
-Jules- susurró inconscientemente casi en un gemido.
Anhelaba que los labios de Julian recorrieran la corta distancia que los separaba de los suyos y la besara amándola de nuevo. Habían estado tan distanciados durante una semana que ahora estando tan cerca se sintió abrumada. Noto como el malestar que había estado sintiendo con la distancia de Jules, bajaba de intensidad, lo que era un avance. Él apretó los labios y se obligó a separarse de ella con un largo suspiro.
-Sera mejor que vayamos- habló mientras ya se movía en dirección a la silueta de una menuda mujer.
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Lord of Shadows
FanfictionHistoria alternativa. Tras la muerte de Malcom Fade, la calma en el instituto de Los Angeles apenas dura unos días. Jem al hablar con Emma le descubre que, si entre dos parabatai surge el amor romántico, aumenta el poder de ambos llegando a destruir...