Parte 41

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Emma perdió totalmente el aliento mientras el terror recorría su el cuerpo y, de manera inconsciente, su mano izquierda buscó la de Jules entrelazando sus dedos para agarrarse fuertemente en un intento de que éste le transmitiera valentía y seguridad. Él le devolvió el apretón. Si tan solo hubiese sido una simple mundana ya habría salido corriendo mientras gritaba, pero aunque sentía un pequeño impulso de huir, el miedo no le iba a impedir comportarse como una cazadora de sombras.

-Julian Blackthorn y Emma Carstairs…- dijo como quien piensa en voz alta el ser que parecía distar mucho de ser una bruja.

La tensión paralizó el cuerpo de Emma. ¿Qué? ¿Cómo sabía ella sus nombres? La situación se estaba tornando cada vez más extraña para lo que había pensado que simplemente iba a ser una regañina a dos personas que se estaban peleando en un lugar inapropiado.

-¿Cómo sabes quienes somos? – preguntó en voz alta Julian con el pulso agitado pero sin dejarse intimidar por la criatura.

- La magia de Malcom me otorga también sus recuerdos. -explicó ésta sin darle mayor relevancia.

¿Cómo? La magia de Malcom. Entonces todo encajó en la mente de Emma. No había duda que se refería a Malcom Fade. El brujo al que había matado en la convergencia donde éste trataba de realizar el hechizo que devolviera a su amada a la vida. A su amada…

-Annabel – concluyó Emma sus pensamientos en apenas un susurro inaudible.

Julian giró su cabeza para mirarla con los ojos muy abiertos mientras perdía parte del color del rostro; pero ella no podía apartar la vista de Annabel quien formó una mueca que se podría confundir con una sonrisa la cual sin duda provocaba escalofríos con tan solo visualizarla.

¿Cómo era posible? Malcom nunca llegó a conseguir la sangre Blackthorn para completar el conjuro. Pero sin embargo ahí estaba lo inaudito; Annabel, aparentemente viva ante ellos. “La magia de Malcom”… Magia. ¿Era posible hacer esto con tan solo la magia del brujo? Sí, sin duda, ahora sabía que la respuesta era sí.

La bruja que estaba tras ella comenzó a moverse en dirección opuesta a ellos con la clara intención de huir de la escena, pero rápidamente Annabel se giró y le lanzó una especie de lanza de bruma negra que falló en impactar con el cuerpo de la bruja.

¿Por qué la atacaba? ¿Intentaba matarla? Algo en el interior de Emma la hacía estar segura de que Annabel era la responsable de las muertes de los brujos cuyos cuerpos secos habían sido hallados en las últimas semanas; a pesar de que David el brujo, había sido atacado por demonios Iblis.

No podía quedarse parada sin hacer nada mientras la bruja luchaba por su vida, esta vez no iba a fallar en su intento de salvarla; no iba ha fallar en su deber de nuevo. Dirigió su mano libre, soltando la mano de Julian, hacia la empuñadura de Cortana que se encontraba tras su espalda. Para cuando la desenfundó posicionándose para atacar, Jules ya estaba apuntando a Annabel con su ballesta cargada de flechas.

-Detente- amenazó éste a Annabel con una voz rotunda que no tembló ni un ápice.

-¿Y quién me va a obligar? – peguntó ésta claramente en tono vacilante - ¿Tú? -rio – Inténtalo…

Annabel todavía en dirección a la bruja levantó su mano formando de nuevo un rayo negro que pretendía lanzar hacia la bruja, la cual volvía a protegerse con un aura rosácea a modo de escudo.

Julian no dudó. Disparó una de sus flechas en el brazo de Annabel, y al ver que ésta apenas se inmutaba, decidido volvió a dispararle esta vez impactando la flecha contra la espalda impactando esta en su zona lumbar.

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