Parte 11

434 18 1
                                    

...

Julian salió de su habitación con el pelo ligeramente húmedo después de habérselo mojado en un intento de darle forma a sus gruesas ondulaciones. Había desechado su ropa de deporte rápidamente para ponerse unos oscuros pantalones vaqueros, acompañados por una ajustada camiseta turquesa que le remarcaba el característico azul verdoso de los ojos Blackthorn y dejaba relucir el moreno de su piel. Tomó la decisión de subir a su cuarto a arreglarse un poco para la ocasión, tras dejar a Livvy y a Dru a cargo de servir la cena que había preparado para aquella noche. Era la primera vez que se sentía con ganas de cuidar su vestuario desde que discutió con Emma. Ahora, con la presencia de Erika, sentía la necesidad de arreglarse un poco más puesto que había notado sus descaradas miradas y tenía que reconocer que la muchacha le llamaba la atención.

Al llegar al comedor se encontró la sala prácticamente desierta, siendo Emma la única que ocupaba su asiento frente al plato vacío mordiéndose las uñas de forma nerviosa. Era un gesto poco característico de Emma ya que, al contrario que Jules, ella solía cuidar el aspecto de éstas.

La miró tan solo un instante antes de dirigirse a su asiento, notando como ella también clavaba la mirada en él, siguiendo su recorrido con los ojos entrecerrados y una mueca en los labios mientras se cruzaba de brazos; puesto que se había percatado de su look, más arreglado de lo habitual. Sin duda lo conocía bien.

-¿Es que vas a algún lado?- le preguntó Emma con un tono más molesto de lo que ella había esperado y le hubiese gustado.

-No –dijo sin importancia Julian tomando asiento- ¿Por qué?

Se fijó en Emma que seguía con el mismo gesto de antes, con sus ojos en él, haciendo que se sintiera intimidado e incómodo. Llevaba el pelo anudado en la habitual trenza que solía hacerse e iba vestida con un top negro de tirantes que se le pegaba a la piel, dejando ver en su brazo la runa parabatai.

-Tan repeinado y así vestido... -respondió relajando el gesto a la par que ponía los ojos en blanco.

Entró Livvy con dos amplias bandejas llenas de risotto con setas que sirvió en el centro de la mesa, acompañada por Dru que traía los cubiertos y varias botellas con diversos refrescos.

-¡Wow, Jules! ¿Qué guapo, no? –Preguntó Livvy extrañada y divertida.

No tardaron en acudir al comedor el resto de los actuales residentes del instituto a excepción del tío Arthur y poco a poco tomaron asiento. Erika se quedó de pie dudando de cuál podría ser su sitio.

-Erika siéntate aquí, -señaló Livvy que estaba sirviendo en los platos parte del contenido de la bandeja, - a mi lado. –quedando justo frente a Jules.

Y en un rápido gesto, le guiño un ojo a Jules antes de volver a su tarea. Erika sonrió tímidamente al igual que Julian, pareciendo dos tontos adolescentes que estaban flirteando.

Emma, que tenía una vista perfecta de ambos, permanecía como espectadora mientras sucedía esto, mientras interiormente le creía una extraña sensación de malestar que no pudo evitar que se le reflejara en el rostro.

-¿Cómo es el Escolamántico?- Preguntó Ty interesado a ambos centuriones, cuando ya se llevaba una cucharada hacia la boca.

-Al principio es muy duro, principalmente por las pruebas y entrenamientos que hemos de pasar. –respondió Erika. - Y el hecho de estar en un castillo tallado en la piedra en los Cárpatos, alejada de Idris y de mi familia, no ayudaba demasiado.

Todos estaban atentos a Erika ansiosos de conocerla más. Livvy y Dru imaginaban como quedaría posicionada al lado de Jules, Diego miraba divertido a su compañera, Jules se la comía con los ojos, incluso Mark la miraba como quien mira a un juguete nuevo. Solo Cristina estaba con el semblante serio jugando con la cuchara desplazando de lado a lado la comida de su plato, como aburrida.

-¿Vives en Idris? – Preguntó Ty- No me suena haberte visto durante la Guerra Oscura.

-Ty... -le replicó Julian mirándolo con una mirada de reproche.

Erika sonrió de forma automática, aunque denotaba que era un tema incómodo al igual que lo era para todos los cazadores de sombras.

-No importa. –Explicó- No estuve, mi familia se quedó cuidando el instituto de Berlín. Pensaron que Idris no era un lugar seguro.

Cristina le lanzó una rápida mirada viendo en el rostro de Erika la misma tristeza que se reflejaba en el suyo cada vez que contaba que su familia se quedó refugiada en Mexico. A muchos de los cazadores que no estuvieron presentes en Idris, les resultaba vergonzoso admitir la ausencia de sus familias debido a la gran cantidad de bajas que sufrieron por la falta de ayuda, aunque realmente no eran responsables.

-¿Eres alemana? Apenas se te nota el acento. –preguntó Dru con excesiva curiosidad intentando desviar la conversación ante el molesto silencio que se había formado.

-Gracias. –sonrió de nuevo Erika.- Intento ocultarlo.

Cuando sonreía se le veía más bella, si cabe, de lo que estaba cuando se mantenía seria. A Emma le molestaba muchísimo que fuera tan agradable y tan llena de vitalidad, sin encontrarle defectos por los que poder culparla de su malestar. Además, estaba el hecho de que todos estaban encantados de que estuviera en el instituto, especialmente Julian.

Tengo que hablar con Cristina, seguro que ella me entiende y nota que Erika no es tan genial como aparenta, pensó Emma

-Aquí donde la veis es la primera mujer que se unió al Escolamántico desde su reapertura, y la primera en su promoción superando al resto de muchachos. –explicó Diego.

Y además una perfecta guerrera... lo que faltaba, siguieron los pensamientos de Emma.

-¡Wow! ¿Y cuántos años tienes?- Preguntó Mark que apenas había hablado desde que había tomado asiento.

-Acabo de cumplir los dieciocho hace dos meses.

-¡Jules también va a tener dieciocho la semana que viene!- dijo Livvy precipitadamente mientras Julian le dirigía una fulminante mirada a su hermana. Emma también la miró en silencio preguntándose hasta donde quería llegar, puesto que notaba que había segundas intenciones en su conversación.

Erika se volvió hacia Jules para mirarle con una ligera sonrisa.

-Espero seguir aquí y así poder felicitarte –le dijo.

Éste le devolvió la sonrisa antes de volver la mirada hacia su plato para terminar de llevarse una cucharada de risotto.

-¿Y tienes novio? –Siguió Livvy con una leve risita – Porque Jules está soltero.

Lord of ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora