Parte 31

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Estando sobre él se recordó a si misma estando en esa posición dentro del coche con Jules sangrando tras arrancarse una de las flechas que Diego les había disparado.

Un cosquilleo le recorrió por todo el cuerpo haciendo que su corazón volviera a bombear fuertemente en su pecho, como si intentase salir de su interior.

Jules aprovechó la ausencia de la mente de Emma para rodar sobre ella liberándose del agarre de su parabatai para ser él quien la inmovilizara por las muñecas. Mirándola desde arriba, la liberó y se puso de pie.

-Otra vez. – la animó Jules esperando a que ella siguiera su ejemplo y se incorporara de nuevo.

Esta vez, fue él quien se acercó a ella para propinarle una patada que ella esquivó tomando velocidad para devolverle el puntapié, pero impactó contra el antebrazo y en un rápido movimiento le había atrapado el pie haciendo que ésta perdiera el equilibrio y cayera atrás contra el suelo. No se hizo daño y en cuanto la soltó dio media voltereta hacia atrás y se incorporó de un salto.

Jules la miraba divertido y con parsimonia, cosa que la irritó.

Lanzó la pierna para darle una patada que él esquivó, y mientras retiraba la pierna ya lanzaba el puño contra el estomagó. Él le cogió fuertemente de la muñeca y se acercó a ella para cogerle bajo el muslo de una de las piernas y levantarla del suelo haciéndolos estrellar a ambos contra el suelo quedando el sobre ella. El golpe lo recibió en las costillas y momentáneamente la dejó sin respiración.

Fue consciente de la posición en la que ambos se encontraban, pudiendo sentir el aliento de Julian sobre ella y volvió a quedarse sin poder respirar. Tragó saliva al volver a notar el peso de Julian sobre ella pudiendo notar cada una de las formas de su torso a través de su camiseta. Su mente no paraba de viajar a los instantes que pasó con él en la playa.

Jules se levantó hábilmente del suelo y le ofreció una de las manos que Emma aceptó para poderse incorporar.

-Emma, estas distraída. – le regaño con paciencia - Ni siquiera me esta costando tumbarte.

Era verdad, aunque físicamente Jules era más grande y más fuerte que ella, Emma solía escabullirse con facilidad del agarre de éste puesto que era más rápida y hábil.

Estaba distraída, sí, pero era por el hecho de sentir la cercanía de Julian contra su cuerpo. Llevaba demasiadas emociones dentro con respecto a Jules, estaba segura de que él lo sabía, y encima hora le recriminaba que no estuviera atenta. Se sentía de nuevo furiosa e impotente de no poder solucionar el batiburrillo de sentimientos que golpeaban en su interior.

-No entiendo porque pierdes el tiempo entrenando conmigo cuando podrías hacerlo con Erika. -le espetó casi escupiendo las palabras.

Comenzó a quitarse las protecciones de las manos ya que había dado por finalizado el entreno con Julian, un entreno que no debería haber comenzado nunca.

-Porque está hablando con la Clave sobre lo de ayer.- explicó este con naturalidad. - Además tu eres mi parabatai, vamos a tener que luchar juntos por mucho tiempo.

Por mucho tiempo”, repitió en su mente. No. No estaba dispuesta a seguir así.

-No te lo creas tanto.- masculló por lo bajo casi de manera inconsciente.

-¿Qué? – preguntó con una mirada acusadora tensando el mentón.

Emma agachó la mirada avergonzada. Debería haberse callado y no decir nada, pero no había podido evitarlo. Ante el silencio de Emma fue Jules el que decidió seguir hablando.

-Emma, no hables a medias, cuéntame.- le inquirió.

Se lo pensó durante los breves momentos en los que terminaba de liberarse las manos de las cintas y finalmente decidió ser sincera con Julian.

-Me voy.

Éste entre cerró los ojos mirándola con preocupación.

-¿A dónde? -preguntó.

- A Nueva York.

Esperó a que Julian hiciera algún movimiento pero se mantuvo en silencio observándola de forma directa.

-¿A Nueva York? ¿Con Clary? – siguió preguntando finalmente. Emma simplemente asintió- ¿Cuánto tiempo?

“¿Cuánto tiempo?” se preguntó. La verdad no se lo había planteado, si habría de irse un tiempo específico, o si era algo que pensaba de manera indefinida.

-No lo se… quizás para siempre.- terminó con tono de pregunta. Jules negaba con la cabeza sin que se diera cuenta así que Emma sintió la necesidad de seguir explicándose - A Clary le parece bien.

-¿Lo has hablado con Clary?- fue más una exclamación acompañada de un grito que una pregunta - ¿Por que quieres irte?

-Porque necesito salir de aquí. -resumió

La incredulidad se reflejaba en el rostro de Jules. Vale, definitivamente contárselo había sido la peor idea posible. Quizás hubiese sido mejor haberlo ocultado y que se lo encontrara cuando ella no estuviera. Pero tampoco era justo para él.

-¿Qué pasa con Mark?¿No lo has arreglado con él?- preguntó apretando los labios tratando de cruzar su mirada con los ojos de Emma.

-Sí, -mintió sin saber porqué - pero no es nada serio.

Se quedo unos minutos en silencio sin mirarla y apenas sin respiración dándole vueltas a algún pensamiento en su cabeza.

- ¿Y yo, Emma? -preguntó finalmente alzando la mirada hacia Emma mirándola con tristeza de medio lado. - ¿Qué hago yo?

-Tú tienes aquí a tu familia Jules, y tienes que cuidar de ellos. Incluso aunque no tuvieras esa responsabilidad terminarías rehaciendo tu vida, quizás con Erika quien sabe. Tarde o temprano terminaríamos separándonos.

Su actitud cambio. Se llevó las manos a la nuca resoplando y mirando hacia el techo mientras comenzaba a dar vueltas en pequeños círculos. Finalmente se paró ante ella con un mueca de tristeza casi sin poder dirigir su mirada hacia ella

-Yo nunca me separaría de ti Emma. Y me parece increíble que tú te lo plantees. -paró para tomar aire y reprendió con enfado – ¿Cuándo pensabas decírmelo?

No podía reprocharle que se enfadara ya que en el caso contrario ella estaría subiéndose por las paredes de la ira acumulada, así que en cierto modo Jules estaba respondiendo mejor de lo que ella lo habría hecho.

-Jules… -dijo en apenas un suspiro audible.

- No Emma. – replicó apartándose de ella con una mirada furibunda mientras soltaba bruscamente el aire. - Si me vas a abandonar de todos modos quizás no deberías estar perdiendo el tiempo en hablar conmigo. Deberías estar preparando ya la maleta. ¿Qué mas tienes que esperar?

Tenía que esperar a cumplir los 18 para ser mayor de edad a los ojos de la Clave y poder así decidir por ella misma. Aunque quizás podría alegar que se iba unos meses de vacaciones a Nueva York y después al cumplir la mayoría quedarse ya oficialmente a vivir allí.

Así que lo pensó bien y no tenía que esperar nada. Nada. No había razones para no irse ya.

-Pues quizás tienes razón.- respondió ella finalmente mientras se dirigía hacia la puerta y salía de la sala dejando atrás a Jules.

---Lo siento y sé que me vais a matar😞, pero vamos a sufrir un poquito más... Como ya dije anteriormente, lo bueno se hace esperar.😜😘 ---

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