Había pasado un rato desde que el pequeño grupo había salido del instituto hacía el mercado de sombras, cuando Cristina, Diego y el resto de los niños decidieron poner de nuevo una película en el ordenador; eligiendo esta vez una en la que un agente del FBI debía atrapar a un asesino. Eligieron ese film en especial con la intención de que Tiberius se integrara en el grupo y dejara de lado su libro por un rato. Funcionó, pero a los pocos minutos de terminar la película Ty volvió de nuevo a su libro y no tardó en decidir irse a la biblioteca. Livvy por su parte decidió subir a su habitación, y Dru, notando el incómodo momento que se había creado ante el vacío de sus hermanos, se llevó a Tavvy a su cuarto para jugar con él.
Cristina se quedó en silencio mirando a Diego, que estaba sentado en el otro extremo de la sala, todavía sin saber porque éste había decidido quedarse en el instituto con ella en lugar de acompañar al resto al mercado.
-No faltará mucho para que vengan, quizás podría ir preparando la cena.- habló Cristina como quien muestra en voz alta sus pensamientos.
Diego levantó la cabeza para mirarla se llevó las manos al cuello frotándoselo de manera nerviosa. Era raro verlo dudoso cuando siempre se le veía un chico seguro y firme.
-Cristina deberíamos hablar. –dijo él antes de que ella mostrara intenciones de levantarse de su asiento para dirigirse a la cocina. - Llevamos más de tres días evitándonos.
Después de su charla en la habitación, la situación entre ellos se había vuelto a la vez extraña y tensa, y cuando se habían cruzado o se habían quedado solos por unos instantes, ninguno de los dos había encontrado las palabras necesarias para empezar a entablar una conversación.
-¿Tienes algo con Erika? -Cristina se sintió avergonzada y arrepentida tras la pregunta debido a que ni si quiera sabía porque lo preguntaba; simplemente preguntó algo para salir del paso.
Se podía intuir a distancia que Erika estaba claramente interesada en Julian, aunque parecía haber una extraña relación de amistad entre ella y Diego puesto que hablaban muy similar, actuaban casi de idéntica manera y hacían bromas que solo ellos entendían. Cosas del Escolamántico.
Habría querido desahogarse con su amiga Emma, pero ella estaba muy ocupada entrenando todo el día con Mark o hablando con él en la habitación... siempre con Mark. Le hacía sentir celosa además de notarse abandonada. Cristina creía que estaba acostumbrada a la soledad y que ésta no le afectaba, pero la percibía más ahora estando rodeada de gente que no le prestaba atención.
-¿Erika? ¡Qué dices!- casi gritó con un tono bastante fuerte imposible de negar la sorpresa en su voz y la estupefacción en su rostro. Se levantó y se dirigió al sofá donde ella seguía sentada para suprimir la distancia entre ellos.- Es una compañera. –dijo ya en un tono más asosegado cogiéndole las manos a ella mientras las acariciaba suavemente con la yema de los dedos. Tenía unas manos tan suaves que cualquiera podría dudar que ese chico era un feroz guerrero que había conseguido llegar a Centurión. – Yo solo tengo ojos para ti.
-¿Y cómo lo sabré si estas lejos de mí?- le replicó de nuevo Cristina casi sin pensarlo.
-No tenemos por qué estar lejos y lo sabes. – Dijo mirandola con ojos de corderito. Esperó durante unos segundos que parecieron minutos en silencio, aguardando una respuesta que no terminaba de salir de dentro de la joven. Intentando de nuevo aclarar la situación ante la falta de diálogo por parte de ella, decidió ser firme y preguntarle sin más rodeos. - Dime, ¿por qué no quieres intentarlo?
No le cuentes lo de Mark, no le cuentes lo de Mark; pensaba en su interior.
Pero debía ser franca con Diego si quería tener al menos una oportunidad de volver a estar con él y olvidar al semi hada con el fin de encontrar algo de felicidad.
Soltó el aire que tenía contenido antes de mirarle y soltarle la bomba. Pero no podía hacerlo con esos ojos del color del café amargo mirándola. Tragó saliva y se quedó mirándose las manos todavía con los dedos entrelazados a los de él.
-Porque... cuando no estás... -su voz quebradiza tembló, pero se obligó a continuar.- quizás yo si tengo ojos para otra persona.
Sin fijar los ojos en él pudo sentir en las manos como Diego asimilaba el duro golpe de que no fuera el único hombre en el corazón de Cristina. Él empezó a desenlazar los dedos de las manos de ella para retirarse del contacto con su piel pero Cristina puso las manos rígidas cogiéndolo esta vez ella en un intento de que no se apartara.
-Es solo que, cuando estás conmigo todo va bien entre nosotros.-Intentó explicarse lo más sincera que pudo- Pero la distancia me hace pensar y recordar todo lo de México. Pero quiero intentarlo contigo Diego. Disfrutemos del tiempo que estés aquí y antes de que te vayas te daré una respuesta.
Quizás Diego podría hacerle olvidar su atracción por Mark y hacerla sentir más valorada mientras estuviera dentro del instituto. Era extraño que ahora que los más adultos estaban, se podría decir, formalizando sus parejas, ella estuviera sola ante la posibilidad de llenar un poco ese vacío. Y sin duda todavía sentía un ligero cariño por el chico mexicano.
Diego avanzó levemente el rostro hacia Cristina, haciendo que los pocos centímetros que separaban sus rostros fueran aún más escasos, dudoso de sufrir un rechazo por parte de ella.
El entorno se volvió electrizante entre ellos, sensación que impulsó a Cristina a ser ella quien chocara sus labios contra los de Diego haciendo que ambos se fundieran en un apasionado beso. Se le erizó la piel ante las caricias de él y un leve cosquilleo le recorrió el cuerpo mientras sus lenguas se enroscaban.
Una parte de ella se tornó feliz por unos instantes, a la par que algo dentro de ella le hacía sentir que ese beso estaba mal por el hecho de que no fuera con Mark.
....
El grupo había regresado al instituto tras la charla en el mercado de sombras para tomar un pequeño aperitivo antes de dirigirse a la Universidad de Los Angeles y también para dejar a Kit, quien no tenía edad para acompañarlos además de carecer de la formación necesaria.
-Sé que es tarde pero los niños no han cenado. Voy a ir preparándoles unas hamburguesas y unos sándwiches para nosotros.- informó Jules al resto del grupo mientras se dirigía hacia la cocina. – Kit, ¿puedes ir a la biblioteca a buscar a Ty? Los demás, ¿podéis buscar al resto? Por cierto Erika, tu sándwich de ensalada de atún, ¿verdad?
Erika asintió con una amplia sonrisa que dejaba ver sus dientes ante el hecho de que Julian hubiera dado importancia a lo que para ella era un dato insignificante y aislado que había comentado en una de las tantas charlas con él. Emma puso una mueca de desagrado mientras desviaba la mirada de ellos. ¿Cómo Jules estaba tan atento y sabía tanto de Erika en tan pocos días?
-Em –le llamó la atención Mark viendo que esta se mostraba distraída- mira a ver quién hay en el piso de arriba. Yo voy a la sala de entrenamiento y a la del ordenador a ver quién hay por aquí.
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Lord of Shadows
FanfictionHistoria alternativa. Tras la muerte de Malcom Fade, la calma en el instituto de Los Angeles apenas dura unos días. Jem al hablar con Emma le descubre que, si entre dos parabatai surge el amor romántico, aumenta el poder de ambos llegando a destruir...