Parte 15

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Emma condujo en silencio mientras la oscuridad se cernía sobre el paisaje de Pasadena, dejando entrever la luna menguante de la noche; mientras que Julian, sentado de copiloto, estaba totalmente absorto en su móvil.

Cuando aparcó el coche cerca del callejón del Mercado de Sombras, Kit fue el primero en bajar mostrándose eufórico por volver a su lugar favorito.

En la cabeza del grupo se encontraba Kit, seguido por Mark, que se puso al lado de Emma cogiéndola de la mano y, tras ellos, Erika y Julian. Juntos avanzaron para entrar en el callejón que se encontraba lleno de tenderetes.

-Así que esto es el Mercado de Sombras –habló en voz alta Erika que miraba en todas direcciones deslumbrada por el ambiente del lugar. Había mucho color y extravagancia en la decoración del mercado, nunca había visto nada igual.

Kit se giró para mirarla mientras avanzaba de espaldas con una sonrisa de oreja a oreja y el pelo rubio desordenado dándole un aspecto divertido.

-Aprovecha ahora, desaparecerá por la mañana.-Informó mientras volvía a darse la vuelta.

Avanzaron por la línea que se creaba entre los tenderetes, mientras Kit saludaba a muchos de los submundos allí reunidos ahí; los cuales lo miraban estupefactos al ver un grupo tan grande de cazadores de sombras del cual él parecía formar parte.

Llevaban unos minutos caminando por el mercado, cuando Kit se detuvo en la mesa de un tenderete con una joven bruja tras de ésta.

-¡Hola Leba! –Sonrió- ¿Sabes si ha venido Wren? –Wren era una humana que había aprendido algunos hechizos de un brujo y con la que habitualmente pasaba el rato cuando venía al Mercado.

-Está más al fondo. –dijo asustada mientras daba un paso hacia atrás no queriendo intercambiar ni una palabra más con el muchacho.

Kit se quedó confuso ante este hecho, pero no tenía tiempo para quedarse a charlar con ella que lo miraba de forma horrorizada haciendo que se sintiera incómodo. Con la cabeza gacha siguió avanzando hasta que vio sentada en una sábana frente a algunos amuletos a su vieja amiga Wren.

-¡Wren!- dijo de nuevo sonriente Kit avanzando hacia la bruja.

-Hola Kit,- saludó seriamente- lamento lo de tu padre. –Se quedó unos instantes examinando al grupo que acompañaba a Kit. -Veo que al final te han elegido para unirte a ellos.

Seguramente era lo que pensaban la mayoría de conocidos de Kit, los cuales lo habían visto crecer acompañando a Jonhy Rook, sabiendo que el muchacho poseía la visión y que los Cazadores de sombras estaban interesados en todos aquellos que la tuvieran.

-No, -dijo mirando a sus compañeros- al parecer ya soy uno de ellos, mi padre me lo ocultó.

Wren pareció que apenas lo oía cuando se quedó fija en Emma que seguía agarrada a la mano de Mark quien estaba examinado el alrededor, -Emma Carstairs- la saludó Wren- ¿nuevo novio?

-Si- respondió Emma levemente avergonzada mientras soltaba la mano de Mark -, ¿dónde están las hadas? Hemos de hablar con ellas.

La bruja señaló hacia el área más profunda del callejón.

-En la zona de las enredaderas y las flores. Siempre suelen estar ahí.

-Gracias. –dijo Emma encabezando el grupo para dirigirlo hacia la zona señalada que se vislumbraba a lo lejos.

-¿Me puedo quedar un momento con Wren?- preguntó Kit –Es de fiar.

- Pero ten cuidado.- respondió Mark.

Los cuatro se abrieron paso entre los submundos que paseaban por el mercado siendo el objeto de las miradas y comentarios de todos los presentes.

...

Mientras avanzaban hacia el final del mercado, muchos de los seres mágicos recogían sus cosas y se marchaban precipitadamente, hecho que de por sí era normal al ver merodear a los cazadores de sombras; pero salían de manera más espantada y ante cuchicheos en cuanto reconocían la equipación de Erika como la habitual entre los centuriones.

-No deberías haberte vestido así- le masculló Emma a Erika de manera desapacible, para que la chica fuese consciente de lo que había conseguido con su vestuario.-. Si normalmente aquí no somos bien recibidos, imagínate contigo.

Erika se la quedó mirando sorprendida por el hecho de que Emma se dirigiera explícitamente a ella. En los días que llevaban conviviendo en el instituto, no le había dirigido la palabra ni una sola vez y cuando quería intentar entablar una conversación, Emma no hacía más que ignorarla fingiendo que no le había hablado.

Era la primera vez que le hablaba, hecho que le hubiera agradado si no fuera porque lo que le había dicho era un comentario que a Erika le resultaba ligeramente ofensivo sobre su vestuario, que no solo la hacía sentir mal y culpable, sino que además estaba fuera de tiempo ya que quizás se lo debería haber comentado antes de salir del instituto y no ahora que ya era tarde para remediarlo.

-Si creías que no era adecuado podrías haberme dejado alguna equipación tuya.- replicó Erika con un tono suave intentando no molestar a Emma. Quería tener más que una relación cordial con ella, quizás podrían ser buenas amigas puesto que antes de llegar al instituto, por lo que había oído hablar de Emma, tenían un carácter y una mentalidad similar. – Además sabes que no hemos traído mucha ropa.

Aún con el tono melódico de la voz de Erika, Emma chistó en señal de molestia con su respuesta, debido a que fríamente aceptó que era una explicación lógica quitándole razón a su queja.

Sin tener que voltearse para verlo, podía notar la sonrisa de diversión de Julian clavándose en su espalda quien seguramente, como la conocía bien, sabía que el hecho de sentirse contradicha con algo razonable la hacía sentir frustrada.

Intentando desviar sus sentimientos mirando hacia otro lado, no pudo reprimir su enfado al pensar que le daba la razón a Erika y aún más pensando en lo amable que había sido en su contestación, habiéndola dejado sin argumentos.

-Si ven que todos salen despavoridos, no será de extrañar que ellos también salgan huyendo. –Se volteó para mirar a Erika directamente- Así que te doy las gracias por adelantado si llegamos y no están.- le reprendió.

-Em. –inquirió Mark mirando a Emma de manera acusatoria en señal de desaprobación.

Erika paró en seco provocando que el resto del grupo frenara, haciendo que Emma pudiera encararse directamente a ella.

-Emma, ¿Qué te pasa conmigo? ¿Te he hecho algo o tienes algo personal contra mí? –Julian que estaba mirando a Erika, ante esta última pregunta levantó las cejas a modo de sorpresa y se quedó mirando interesado a Emma esperando a que ésta respondiera.

Él también había notado la indiferencia y la hostilidad por parte de Emma hacia Erika. En cierto modo, una parte de él deseaba que fuese por el hecho de que estuviera celosa ante el hecho de que una chica se fijase en él; pero estaba casi seguro de que lo que sucedía era más bien que Emma se sentía amenazada de que todos pudiesen pensar que alguien era mejor que ella.

Emma fue consciente de que Jules, Erika y Mark estaban mirándola en silencio esperando un argumento sólido a sus reiterados ataques a Erika.

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