Parte 49

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-¿Desde cuando eres tan pudoroso con tu hermano mayor? - preguntó Mark con una divertida sonrisa mientras abría la puerta.

No. Horror. Emma quiso moverse, pero los nervios y lo rápido que estaba sucediendo todo, la hicieron quedarse paralizada en sus sitio incapaz de buscar algún refugio.

Julian por el contrario, aunque primero tenía el rostro escandalizado, al encontrarse con los ojos de su hermano intentó lucir lo más natural posible, dado que si ya de por si podría ser un hecho chocante para Mark el verlos de esta manera, puesto que no estaba habituado a que ellos durmieran ocasionalmente juntos como parabatai, si los veía reaccionar de la forma en la que lo estaban haciendo, tras el beso de los últimos días, sin duda sería algo que llamaría su atención y que podría llegar a interpretar de muy pocas maneras distintas a la realidad.

-¡Mark! ¿Qué pasa?- preguntó Julian tragando saliva mientras pasaba una de sus manos por el cabello castaño que ahora mismo lucía despeinado tras la noche con Emma. Intentando parecer lo más natural que fue posible, adoptó una actitud relajada, sin fijarse en Emma, tratando de esta restar importancia a la situación.

En cuanto Mark vio a Emma parada a un lado de la cama, con las manos aferradas al filo de la camiseta intentando tapar parte de su cuerpo, con él pelo revuelto y el rostro enrojecido por el rubor que subía a sus mejillas, no pudo mirar nada más.

Para él, ahora que conocía toda la historia y viendo como lucía Emma no hubo necesidad de atar muchos cabos, lo sucedido era más que evidente y la situación no exigía de muchas más explicaciones.

"Raziel, baja y llévame contigo" pensó Emma en cuanto clavó la mirada en Mark. Supo enseguida que lo había defraudado, no por el hecho de serle infiel en su extraña relación, que también, si no más bien por él hecho de fallarle a él y al resto de la familia exponiéndolos a un futuro peligro incierto.

Sin duda esta situación se posicionaba en el primer lugar ante todas la vivencias embarazosas y desastrosas que había vivido. Un silencio tenso se propagó por la habitación, y se recordó a si misma viviendo una situación similar cuando Jules la descubrió con Mark, pero esta vez sucediendo a la inversa. Mark no apartaba la mirada de Emma, y ella ahora mismo no se sentía con fuerzas como para enfrentar la situación.

Avanzó dando pasos cortos, con la cabeza agachada y los ojos puestos en sus pies hasta llegar a la posición donde se encontraba Mark, que todavía tenía la mano aferrada al pomo de la puerta.

-Lo siento, Mark. -dijo en voz baja levantando la cabeza avergonzada y encontrándose con una mirada de desaprobación por parte de Mark.

Estaba claro que como novia, debería estar defraudado, pero sin duda en lo que más le había fallado era como amiga.

Con especial cautela se levantó sobre sus puntillas y posó sus labios sobre la mejilla de Mark esperando que quizás ese acto le demostrara que sinceramente lo sentía.

...

En cuanto Emma salió de la habitación, ambos hermanos se quedaron mirándose momentáneamente. Jules seguía rascándose de forma nerviosa el nacimiento cabello en la zona posterior del cuello, mientras tragaba saliva sin saber bien que decir.

Quizás Mark estaría molesto por que Emma hubiese dormido con él, y quizás por su mente surgieran suposiciones que él estaría dispuesto a negar. ¿Cómo reaccionaría Mark si realmente supiera todo lo sucedido esta noche? ¿Intentaría golpearle? No, Mark no era de esos, pero si por remota casualidad actuaba, tenía claro que no iba a defenderse.

-Esto... Mark... -empezó a hablar Julian sin saber muy bien como iniciar una conversación con su hermano en aquellas extrañas circunstancias.

-¡¿Pero es que habéis perdido el juicio?! - interrumpió a Julian escandalizado intentando no levantar demasiado la voz - ¡¿Cómo se os ocurre acostaros en el instituto?! -exclamó.

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