Parte 2

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-Emma, podemos hablar de lo de... -cortó la frase Julian cuando levantó la vista hacia ellos y se tambaleó hasta que se quedó parado en el marco de la puerta con la sangre helada. Si cuando ella le había dicho que no iban a estar juntos apenas había notado reacción, ahora claramente se le veía afligido. Podía ver como su mandíbula apretaba fuertemente sus dientes mientras que una fina capa de agua le hacía brillar los ojos a la vez que veía que el color azul verdoso de éstos se apagaba.

Mark y Emma se separaron abruptamente avergonzados. Mark se levantó de la cama quedándose de pie mientras comenzaba a abotonarse la camiseta de nuevo. Emma dirigió una breve mirada hacia éste: tenía el pelo desordenado, los labios hinchados y la respiración agitada.

"Debo tener el mismo aspecto", pensó Emma con inquietud. Y así era. Con un rubor intenso que parecía quemarle las mejillas, intento recobrar la compostura antes de que el pánico se apoderara de ella, se incorporó sentándose en la cama arreglándose el vestido y subiéndose los tirantes que en algún momento de su fogoso encuentro con Mark se habían deslizado de sus hombros.

Jules seguía de pie, con los brazos a ambos lados apoyando la espalda contra el marco con el rostro completamente pálido. Sus ojos estaban clavados en Emma, no apartaba la mirada de ella ni Emma de él.

"No tenía que haber pasado así", pensó Emma. "No así."

Un agudo dolor se empezaba a apoderar dentro de su pecho como un fino puñal, en parte era suyo y otra gran parte reconoció que provenía de Julian. Estaban los tres en silencio dentro de la habitación, y fue Mark quien decidió romperlo.

-¡Jules!- exclamó divertido mientras se pasaba los dedos a través del fino cabello en un intento de arreglárselo –No deberías entrar en las habitaciones sin llamar- reprendió con un tono desenfadado y jovial en su voz y se le dibujo una media sonrisa, dándole ese aspecto de hada que disfrutaba del caos.

Julian hizo caso omiso a las palabras de su hermano, como si no hubiese hablado. Observaba de forma directa Emma con rostro vulnerable.

"Ojalá que un gran foso se abriera en el suelo en el que pudiera meterme dentro y ocultarme para siempre." Deseó Emma.

Ante la falta de respuesta de Julian, viendo a Emma tan derrotada y sintiendo el ambiente demasiado tenso, Mark notó que su presencia estaba de más y que ellos deberían hablar. Si Emma quería que Jules pensara que estaban juntos desde luego que ahora mismo lo debía pensar.

-Creo que voy a ir a buscar a Tavvy- se excusó tontamente Mark- .Te veo después, preciosa.- le dijo a Emma mientras le hizo un rápido guiño y salió de la habitación.

Durante unos instantes que parecieron horas ambos se quedaron mirándose en silencio. Dolor. Emma podía sentirlo dentro de ella y en los ojos de Julian que parecían mirarla con asco e incluso con odio. Fue la peor sensación del mundo. Se mordió el labio inferior en un intento de no ponerse a llorar, lo que no le funcionó. De sus ojos le emanaban finas lágrimas que le mojaron el rostro. Julian parecía roto. En sus ojos también se asomaron unas lágrimas que rápidamente se secó con el dorso de la mano.

-¿En serio?- masculló con la voz quebrada. Sin decir nada más, se dio la vuelta y se dirigió por el pasillo hacia su habitación.

-¡Jules!- se le apagó la voz en un grito apenas sonoro.

...

Desde entonces apenas se habían dirigido más de una frase. Ella notaba en el interior su cuerpo que se habían distanciado, tenía la misma sensación que había tenido los dos meses que Julian había estado en Inglaterra con la diferencia de que ahora mismo, físicamente se encontraban en el mismo vehículo.

Mientras miraba a través de la ventilla posterior como las gotas empezaban a caer como lágrimas y mojar el cristal, sintió unas ganas horribles de estar sola en su habitación llorando. Pero era fuerte, una valiente guerrera, solo la noche en que Jules los había encontrado se había permitido llorar, sabiendo que su corazón se había roto junto al de él.

...

El viaje hasta el instituto se hizo corto, a pesar de que cuando llegaron la noche parecía estar bastante avanzada. Los cuatro bajaron del coche y se dirigieron en silencio hacia el despacho principal. Al abrir la puerta, el tío Arthur estaba sentado detrás del gran escritorio de roble liderando la reunión. Junto a él, de pie, estaba Diana todavía con el equipo de entrenamiento y el pelo sudoroso recogido en una coleta. Seguramente habría estado entrenando con Livvy antes de recibir la visita de Clary y Jace que se encontraban sentados en el lado opuesto del escritorio.

Cuando entraron, todos se volvieron a mirarlos, aunque fue sobretodo Clary la que puso mucho ímpetu en saludar a Emma.

-¡Emma!- Gritó dándole un fuerte y largo abrazo.- Te llamé el otro día pero no me contestaste y tampoco me has devuelto la llamada. ¿Estás bien?

-Sí, ya sabes, liada como siempre.- respondió Emma con la sonrisa más sincera que pudo lograr.

Julian avanzó y se puso frente a su Tío Arthur. Antes de que dijera nada, fue este el que le habló a su sobrino.

-Han enviado varios cazadores de sombras a investigar y recuperar el cuerpo de Malcom pero no ha habido resultado. No pueden acceder a la convergencia por lo que no tienen más pistas de él y el conjuro que hizo.

-Magnus esta conmocionado -habló Jace muy seriamente-. Era buen amigo de Malcom y nunca se lo había esperado.

-La clave quiere que enviemos un informe con todo lo que sabemos de Malcom de todos estos años y de toda la investigación. –esta vez fue Diana la que habló.

-Quizás vengan los hermanos silenciosos a haceros algunas preguntas, principalmente por el hechizo que estaba intentando hacer. No es muy habitual la nigromancia y es una cosa muy seria, por lo que la cónsul Penhallow, quiere saberlo todo. Además está el hecho de que ahora que Mark vuelve a estar con los cazadores después de cinco años en el mundo de las hadas quieren decidir cuál va a ser su futuro- concluyó Jace.

-Su futuro es estar con nosotros,- inquirió Jules en un tono amargo- con su familia; como debería estar Helen.

-Ese es otro de los temas. –informó Jace- Quizás le den permiso para regresar aquí un corto periodo de tiempo en unas semanas, debido a que Jia Penhallow ha pedido que a Aline y Helen se les conceda permiso para visitarla. –A Mark y a Julian se les iluminaron los ojos. Por lo que Jace se vió con la obligación por continuar.- Pero todavía está por concluir.

Se quedaron hablando, cuando Clary se acercó a Emma y disimuladamente arrastró de una mano hacia una esquina apartada de la habitación.

-Emma, ¿puedo hablar contigo?- susurró.

Lord of ShadowsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora