Marvel One Shots

Pietro Maximoff

Título: Forgive.

Estaba en el sillón de nuestro departamento, esperando que cruzara la puerta pero era más que obvio que no lo haría, estupido orgullo.

Habían pasado ya dos semanas desde aquella pelea que terminó demasiado mal, yo termine con el corazón roto y completamente sola y él, no sé qué estaría sintiendo. Había sido yo la que empezó todo pero fue enteramente su culpa. Que estupida, nunca debí tratarlo así pero se había pasado de la raya.

Hoy es viernes, por fin. La semana se pasó muy lenta, demasiadas emociones para unos cuantos días.

Sabía perfectamente que hoy había una fiesta en la universidad y no podía faltar. Era mejor ir ahora que tengo millones de razones para embriagarme.

Escuche que abrían la puerta del departamento. Me levante lo más rápido que pude de la cama y corrí al vestíbulo. Ahí estaba con su hermoso pelo platinado y esos hermosos ojos azules.

"Hola" Pietro tenía la cabeza baja.
"Hola" Me acerqué a él, sus ojos azules estaban apagados.

Era algo difícil de ver debido a los días que habían transcurrido y al espantoso comportamiento que había tenido.

"Vine por algo de ropa, no te molestaré" Odiaba que me hiciera sentir así.
"Oh, ¿te vas a mudar con ella?" Expresé con fastidio.
"¡De que hablas!Fue solo un mensaje...no pasó nada más" Pietro se había exaltado y su cara está roja.
"Estoy segura de que si no hubiera encontrado aquel mensaje, te la hubieras follado y jamás me hubiese enterado" No le había gritado pero mi tono de voz expresaba asco.
"¡Jamás! Sabes por qué...por qué soy tan idiota que siempre te preferiría a ti por encima de una chica que lo único que ha echo es hacerme sentir mejor cuando tu me haces mierda"

Eso había dolido.

"Yo..."

No sabía qué decirle, tenía toda la razón siempre era yo la que lo hacía sentir así, no el a mi. Siempre era yo. Estupida.

"No tienes que decir nada. Yo solo tomo mi ropa y me voy" No.
"¿Para siempre?" Me miró.
"No lo sé" Me dejo de mirar y camino hacia la habitación.

Pietro se había ido, una mochila fue lo único que necesito para llevar la mayoría de su ropa. Me había sentado en la cama mientras sacaba su ropa, mi corazón se rompía en pedazos cuando de repente me miraba y sus ojos ya no reflejaban esa pequeña luz que cuando nos conocimos tenía al verme.

Era tarde y la luz se había ido y la oscuridad reinaba la Ciudad.

Había escogido un vestido negro que había usado en la primera cita que había tenido con Pietro. Me miraba al espejo mis ojos estaban rojos y la máscara se había corrido creando un desastre debajo de mis ojos. Sonreí triste al ver que las lágrimas se habían acumulado de nuevo en mis ojos -ya deja de llorar- me reprendía a mí misma.

Caminaba entre la gente que estaba en la pista de baile. Llegue a la barra y pedí unos cuantos tragos de tequila. La fiesta se había puesto buena aunque no conocía a la mitad de las personas.

"Hola muñeca" Un chico de piel morena y ojos café me hablaba.
"Hola" Le respondí cortante.
"Te vi desde que llegaste y eres la mujer más sexy de aquí" Lo miraba con enojo, era un completo idiota.

Cuando conocí a Pietro dijo algo así pero fue más sutil y lindo...había dicho —Nunca había visto a una mujer tan hermosa como tú— recordaba cada una de sus palabras y recordaba cómo mi corazón latía rápidamente.