Marvel One Shots

Warren Worthington III (Ángel)

Título: hi

Caminaba entre los hombres llenos de sudor y alcohol, trataba de entrar al edificio donde se habían escuchado un montón de gritos.
Un estruendo me saco de mis pensamientos y cuando vi estaba frente a una jaula y dos hombres peleaban, uno de ellos tenía alas y en tan solo minutos derribó al otro, todos aplaudían y gritaban.

—¡La victoria es de Ángel! —un hombre gritaba por el micrófono, me acerqué un poco más a la jaula y trate de tocarla.
—No lo hagas, linda —el rubio me interrumpió— Está electrificada —lo mire, y asentí.
—¿Por qué peleas? —se puso en cuclillas.
—Si no lo hago, me matan —señaló a tres hombres con escopetas.
—El único que puede vencer a un Ángel es el mismísimo diablo. ¡Eh aquí a, NightCrawler!

Cuatro hombres traían una especie de caja, la dejaron caer, un chico azul y asustado salió de ella.

Ángel y el comenzaron a pelear, el chico azul tenía la habilidad de aparecer y desaparecer. Divisé a una mujer que entraba por donde antes había llegado yo, rubia y con un vestido pegado.

Tomo coraje y camino hacia dónde están los fusibles, un hombre se me aproxima.

—La fiesta está por allá, primor —me acercó a él, seductora, le pego con mi codo y bajo las palancas de la luz.

Veo como Ángel se estrella contra la jaula aún electrificada cae y ve al otro chico con coraje, antes de que le pueda hacer algo la jaula tiene un corto y el trata de salir, la tapa de esta sale volando, antes de irse me mira y sonríe.

La otra chica se lleva a NightCrawler. Tres hombre se acercan a mi y antes de pelear siento que algo se estrella contra mi cabeza y caigo al suelo, todo se vuelve negro en cuestión de segundos.

Trato de moverme, mis manos están atadas detrás de mi espalda, el dolor se esparce por mi cráneo y trato de que mis pupilas se adapten a la oscuridad.

—No eres tan ruda cuando estás atada, ¿cierto? —un hombre dice, trato de zafarme y lo único que consigo es que mis muñecas duelan.— Ni lo intentes, está noche no te iras.

El miedo sube por mi cuerpo, trato de quitar la soga aún cuando siento la sangre bajar por mis manos.

Un estruendo me saca de concentración y un hombre cae frente a mi, al principio no logro verlo con tanta claridad pero una vez que mis ojos parpadean un par de veces logro ver su cabeza llena de sangre, de repente la habitación se siente fría y cargada de energía.

—Aléjate, hombre. Te daré lo que quieras, no me mates —escuché en lo que parece ser la esquina de la habitación.

El hombre que había hablado antes ahora parecía consumido en miedo.

—La quiero a ella —me incorporó en un intento de escapar y lo único que consigo es marearme y sentir que estoy apunto de desmayarme. Justo antes de caer unos brazos me sostienen de la cintura.— Te tengo, linda —su voz me llena de felicidad, y me aferro a él.

Me carga y salimos de la habitación, recorrimos unos cuantos pasillos para después llegar a la salida, me mira, le sonrió y en unos segundos escucho como despliega sus alas y mis pies ya no están en el suelo.

Llegamos a la azotea de un edificio.

—Gracias —me mira, sus ojos azules eran hinoptizantes.
—Ah, si. Mi nombre es Warren, ¿y el tuyo? —preguntó mientras se sentaba.
—Mica —contesté, volvió su mirada a mi y me sonrió.
—Tú, ¿eres como yo? —preguntó nervioso, sus manos se movían la una sobre la otra, me senté a su lado y tome sus manos entre las mías.
—No, lamentablemente no, pero estoy en desacuerdo en cuanto al maltrato o peleas de cualquier clase —Warren sonrió de lado y se acercó más a mi.
—Quién iba a decir que peleando encontraría a alguien como tú —le sonreí y me quedé a su lado.

[2 meses después]

Un hombre había intentado unir a Warren a sus filas, y él dijo que no. Sorpresivamente estaba muy enojado, tal vez el quería ser parte de aquello.

—¿Warren? —le dije mientras me sentaba a su lado y ponía mi mano en su espalda.
—¿Qué pasa? —contestó sin mirarme.
—Si quieres ir con ellos...hazlo. Pero lo que se es que la ideología de ese tipo está mal —me miro y colocó sus manos a cada lado de mi rostro.
—Podría hacerlo, ya sabes, ser el tipo malo y eso, pero tú me has enseñado tanto, me has echo dar lo mejor de mi —sus labios se posaron en los míos.— Lamento como me he comportado, solo quería aclarar mi mente —sonreí y lo volví a besar.
—Aún eres lo mejor que me ha pasado —le digo.
—Tú sin duda eres lo mejor que me ha pasado y será así por siempre, Mica. Te quiero.— rodeó su cuello con mis brazos y lo vuelvo a besar.

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Dedicado a: MicaRomero44 espero que te guste. Gracias por leer.

Muchas a gracias a todos por 100k💕💕💕💞💞💞