Steve Rogers

8K 356 8
                                    

Título: You saved me.

Steve estaba en el Quinjet, tratando de recuperar el aliento para seguir con la misión.

—Rogers, tenemos que seguir —Nat le dijo por el intercomunicador, se levantó y salió de ahí.
—¿Alguien la ha visto? —preguntó esperanzado.
—No, lo único que sabemos es que está aquí —Tony también estaba preocupado, Fergie era su amiga.

Trataban de entrar a la fortaleza donde Crossbones la tenía secuestrada y honestamente le tenían miedo, era un hombre que no tenía nada que perder y eso se notaba en cada una de sus acciones, solo quería herir, matar a las personas que eran cercanas a los vengadores en especial de Steve.

—La entrada está despejada, Steve. Entra y nosotros te cubrimos —ordenó  Tony.
—Está bien —Steve respondió, entró al gran edificio.

Fergie estaba en una habitación en el cuarto piso, estaba atada a una cama de metal.

—Déjame ir —rogó, movió bruscamente sus extremidades y Brock río.
—Sigue así, lo único que lograrás es romper una de tus muñecas —acarició la mejilla de Fergie, ella se separó rápidamente de él.
—¿Por qué haces esto? —la máscara no dejaba ver la expresión de su cara, pero Fergie podía jurar que el hombre estaba sonriendo.
—Porque ellos me hicieron esto —se quitó la máscara con enojo y enfrentó a Fergie.
—¿Rumlow? —él asintió.
—Exacto, princesa.

Rumlow solía ser el agente que cuidaba a Fergie, ella no tenía ninguna habilidad más que ser muy inteligente, y necesitaba protección, SHIELD le dio esa misión a Rumlow cuando Steve no se encontraba en el país.

—Tú novio y sus amigos me hicieron esto.
—Yo...lo siento —fue lo único que pudo decir.
—Me quitaron todo, y alguien tiene que pagar.

El sonido de las puertas azotandose contra el concreto indicaba que Steve estaba cerca. Fergie sintió más miedo que antes.

—Hora del show —pronunció con una sonrisa.

Rumlow se acercó a Fergie y tomó una jeringa con una sustancia morada que estaba en un estante.

El sonido de la puerta azotandose hizo saltar a Fergie.

—Steve —pronunció con debilidad.
—Déjala ir, ella no tiene nada que ver en esto.

Rumlow volvió a reír, Fergie trataba de zafarse de las cuerdas que ataban sus manos, la sangre pronto relució con un tono rojo quemado que hizo a Steve maldecir más de una vez.

—Eso no importa —sonrió— ¿Ves lo qué tengo aquí? —agitó la jeringa— Es una de esas sustancias que pueden matar o mejorar a una persona, ya sabes, parecido a lo que te inyectaron a ti —él corazón de Steve comenzó a latir con rapidez.
—Por favor. No le hagas daño, ella...no tiene nada que ver en esto —Steve suplicaba, Fergie lo miraba con los ojos acuosos.
—Esto es tu culpa, si tú no te hubieras entrometido en los planes de Hydra nada de esto estuviera pasando —acercó la jeringa al cuello de Fergie y Steve se estaba consumiendo en frustración.

Desde afuera del edificio los demás esperaban las señal para ir a ayudar a Steve. Tony comenzaba a desesperarse.

—Debemos entrar —ordenó Tony y los demás asintieron.

Entraron con suma cautela y en silencio.

—Rogers ¿en dónde estas? —preguntó por medio del intercomunicador, Steve no respondió.

La jeringa estaba a milímetros del cuello de Fergie, el sudor bajaba por su frente; apretó sus puños en un intento de mantener la calma.

—¡Dejala! —gritó
—¡Eso es, tienes agallas! —Rumlow escupió con dureza— pero no siempre se gana, Steve. Algunas veces se pierde...todo.

La jeringa se hundió en la piel de Fergie, ella gritó con fuerza cuando un poco del líquido entró en ella y Steve rápidamente derribó a Rumlow.

Tony y los demás subieron rápidamente.

Rumlow estaba en el piso con la máscara rota y la cara llena de sangre. Wanda y Nat quitaron la jeringa del cuello de Fergie quien debido a lo poca sustancia que había entrado en sus sistema comenzaba a temblar.

—Fergie, mírame. Todo va a estar bien —le dijo Tony.
—Dijo que era como el suero que me habían puesto a mi —Steve estaba a borde del llanto.
—Tranquilo, vamos a resolver esto —Steve asintió mientras quitaba las cuerdas que aún sostenían a Fergie.

Las venas del cuello de Fergie se hicieron más visibles, el esfuerzo por no desmayarse era mucho para su cuerpo, sentía como sus venas se llenaban de ese poco líquido que entró en ella, agradeció que solo fuera un poco.

—Amor, tienes que resistir —Steve repetía, Fergie se aferraba a su voz.

Pero su respiración se hacía más lenta, sus manos se sentían cada vez más frías. Tony iba lo más rápido que podía. Todos se consumían en desespero.

El quinjet se detuvo en la torre, Steve cargó a Fergie, ella ya no podía resistir por mucho tiempo más. Corría hacia el laboratorio donde se encontraba la doctora Cho.

Entraron y pusieron a Fergie en una camilla, sus venas se hicieron más visibles con un tono azulado, sus labios estaban azules también, Steve sostenía su mano mientras Cho la revisaba.

—Parece que está reaccionando bien a la sustancia, aunque su respiración es lenta, parece que su cuerpo se adaptó al suero.

La voz de Cho contenía la esperanza que en ese momento el soldado necesitaba.

—Lo que se le administró fue muy poco, no creo que tenga repercusiones en su sistema nervioso —Cho le dijo a Steve mientras ponía un suero para contrarrestar el otro en la vena de Fergie.
—¿Entonces no será como yo? —preguntó nervioso.

No es que no quisiera que fuera como él, si no que el dolor que venía con esa transformación era tanto que no quería que ella experimentara algo así.

—No, ella será la Fergie de siempre. No te preocupes —Steve le sonrió para después apretar más la mano de ella.
—¿Escuchaste, amor?. Todo va a estar bien —susurró roto, casi llorando pero aún así asegurándole que no tenía que sufrir más.

Fergie ya había despertado, nadie había podido verla ya que la doctora estaba realizando pruebas.

—Ella dijo que nada en ella se alteraría —Steve les afirmó.
—Eso espero —Tony masculló.

Las pruebas habían terminado y Fergie estaba lista para reunirse con sus amigos.

Steve corrió a su habitación seguido de todos los demás, sus nervios estaban a flor de piel y lo único que ansiaba era besarla.

—¡Fergie! —gritó y ella instantáneamente sonrió.

Abrió sus brazos para abrazarlo, sintió como la apretaba contra su pecho, absorbió su aroma, alzó su cabeza para poder besarlo, Steve se inclinó y sus labios se unieron en un beso que ambos necesitaban.

— Creí que te perdería —la tristeza que salió de su voz hizo que Fergie se sintiera infinitamente afortunada de tenerlo.
—Tú me salvaste —dijo antes de besarlo.

Steve la volvió a pegar contra su pecho, mientras los demás miraban todo.

—¡Oye!, yo también ayudé —Tony dijo divertido.
—Lo sé, gracias. A todos —los presentes se acercaron y se unieron al abrazo.

💟💟💟💟💟💟💟💟💟💟💟💟💟💟💟
Dedicado a: FergieMarlen espero que te guste y lamento la tardanza💓
Gracias a todos por los 136K🖤

Marvel One Shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora