Marvel One Shots

Pietro Maximoff II

Título: I'm not the only one.
⚠️: Continuación de Move On, Smut.

Después de algunos meses de mantener una relación con Barry, Astrid se comenzaba a sentir...rara. Como si el amor que le brindaba  no fuese suficiente para ella.

—¡Pietro! —gritó  mientras peleaba con más agentes.

Pietro se acercó a ella y la ayudó, derribó a la mayoría.

—Gracias —susurró exhausta.
—No hay de que —le sonrió.

Sus ojos azules se iluminaron al ver que Astrid le sonreía, le dio esa sonrisa que no le había mostrado en meses.

—Tenemos que seguir ayudando —Astrid recuperó el aliento y corrió hacia Steve para ayudarlo.

Mientras Pietro se había quedado en el mismo lugar, tratando de aferrarse a esa sonrisa que su ex le había brindado.

La misión terminó algunas horas después, era noche y todos estaban en el quinjet; Pietro miraba a Astrid, ella se había dado cuenta de las miradas de él, aún podía erizar su piel, aún causaba ese efecto en ella.

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Después dos horas llegaron a la torre.

—Gracias a todos, una misión más, muchos enemigos menos —Tony sonrió.
—Somos invencibles, juntos —Pietro dijo mirando a Astrid.
—Me gustaría que te quedaras hoy, Astrid, por lo que tengo entendido, Barry no regresará hasta dentro de unas semanas, es mejor que te quedes aquí —Tony le pidió.

Astrid tardó en decidir, al final dijo que si.

Mientras se prepara para dormir la imagen de Pietro cruza su mente, su antigua habitación la hacía sentir nostalgia; sus manos recorrieron su antigua cama, se miró al espejo, aún veía a la chica asustada que estaba perdidamente enamorada de Pietro, suspiro con tristeza y comenzó a quitar su ropa.

Pietro se encontraba fuera de esa habitación, debatiendo si tocaba o simplemente seguía su camino, tocó, porque sabía que si no lo hacia significaría dejarla ir... de nuevo.

—Ya voy —contestó al toque y puso rápidamente su pijama.

Abrió, y lo vio, sus piernas comenzaron a temblar, Pietro.

—Hola, quería saber si te encontrabas bien —ella asintió.

Pietro se quedó ahí por unos minutos más, ella seguía temblando, preguntándose si debería hacer lo que tenía en mente.

—Astrid...yo... —Pietro hablo nervioso.
—Es mejor que te vayas —la debilidad escapó por sus labios, aún lo deseaba, pero Barry cruzó por su mente, no podía hacerle eso, no a él.
—No me iré, no esta vez —se acercó a ella, la puerta se cerró tras de él.

Sus brazos la tomaron por la cintura, la beso, como si nunca la hubiera besado, sus manos recorrieron su espalda, la piel de Astrid se erizó al contacto de su antiguo novio, su corazón comenzó a palpitar más fuerte. Pietro la fue llevando hacia la cama, recorrió con su lengua su cuello.

—Pietro...esto está mal —susurró, él negó y siguió besándola, la recostó en la cama, levantó su camisón, la figura de Astrid solo en bragas deleitó a Pietro —Para —pidió con voz débil.
—Eso no es lo que quieres —afirmó.

Mientras con sus manos tocaba sus pechos, se inclinó para besarla de nuevo.

—Tu cuerpo me dice otra cosa.

Beso el espacio entre sus senos, ella curveó la espalda, maldecía en su mente la reacción de su cuerpo ante él. Pietro comenzó a quitar sus bragas, su mano acarició su zona, húmeda, lista para él, sonrió.