Marvel One Shots

Tony Stark - Steve Rogers

Título: Words, how little they mean, when you're a little too late.

Tal vez solo era cuestión de tiempo, que las cosas explotaran, que debido a la nata habilidad de ambos para pelear y estar en desacuerdo, una caída se preveía.

—Pusiste en riesgo la misión entera —soltó con enojo a centímetros del rostro de Paula.
—Teníamos que destruir todo —aseguró y Steve negó.
—No se trataba de poner en riesgo a todos.
—En una misión siempre hay peligro, teníamos que destruir todo de lo contrario Hydra podría recuperar cada uno de los documentos —Steve se sienta, de su traje cae tierra que mancha el piso de mármol blanco.

Los demás los miran con atención y un poco de vergüenza, ser testigos de aquella discusión no era grato.

—Ella tiene razón —Tony los interrumpe.
—Simplemente no te metas, Tony —Steve advirtió y el castaño alzó las manos, miró a Paula en signo de derrota.
—Steve, era lo correcto, no podíamos arriesgar más —Nat se levanta para tomar finalmente el lado de su amiga.
—Me voy, sigan aplaudiendo semejante decisión.

Steve se levanto con pesadez y camino hasta puerta para salir con enojo de la sala.

—Está bien, yo iré —les asegura a sus compañeros.— No se preocupen, gracias por todo —lo último se los dice a Nat y Tony, ellos asienten.

Camina por el pasillo con los sentimientos a flor de piel, con las peleas diarias aún frescas en su mente, sus manos se mueven nerviosas formando puños de vez en vez mientras camina a su habitación.

Tiene ese extraño sentimiento de tristeza que la estruja de tal manera que se detiene a metros de aquella puerta de madera oscura, respira hondo y pone su mano sobre la manija dorada, la gira y abre.

—Lo siento —dice mientras entra y encuentra a Steve desnudándose, escucha como la tina se llena a unos metros de ella.— No quiero pelear.
—Pues ya lo hicimos —afirma Steve— No entiendo como puedes ser tan descuidada.
—Yo... —baja la mirada— solo quería terminar.
—Exacto —pronunció—, terminar sin medir las consecuencias. No eres racional cuando estas en batalla, no eres como ella —lo último abandona su boca con tal crueldad que las piernas de Paula tiemblan.

No era la primera vez que la comparaba con Peggy, aún sin pronunciar su nombre, ella sabía bien que los estándares que aquella mujer había dejado en Steve eran imposibles de alcanzar, por más que lo intentara siempre parecía estar 10 escalones por encima.

—Eres tan insensible a veces que me sorprende que aún sigamos juntos —camina hasta el baño y se deshace de su traje con rapidez para entrar a la tina.

Steve por su parte se dedica a verla, termina de quitarse su traje y se acerca hasta ella para dejar una caricia en su espalda desnuda, hay moretones en ella y pronto sus labios besan cada uno de ellos; mientras Paula cierra los ojos disfrutando de aquellos labios que la vuelven loca.

Steve envuelve su cuerpo en sus brazos y comienza a besar su cuello con necesidad, finalmente le da la vuelta y besa sus labios con aquella lujuria que solo ella era capaz de encender en él, entran a la bañera y se entregan el uno al otro una vez más.

—Te odio —dice ella mientras Steve se acomoda en la tina.
—Lo sé.

[***]

—¿Qué haces? —pregunta ella mientras entra a la habitación.
— Nada —Steve da un pequeño salto y esconde lo que sostenía en su mano.

Paula se acerca y lo empuja para sacar lo que había escondido debajo de la almohada, Steve se resiste pero finalmente se quita; respira profundo y al levantar la almohada se encuentra con aquella brújula que tanto odiaba, su mundo entero se derrumba, y finalmente se da cuenta del mucho daño que se están haciendo.