Marvel One Shots

Steve Rogers I

Título: The jealous theme.
⚠️: smut.

Nunca hubiera imaginado ser parte de un grupo así de asombroso, una familia a la cual por fin pertenezco y me siento cómoda con ellos. En especial con él, mi extraordinario novio, Steve Rogers.

—Cariño, ya despierta —le pido mientras dejo pequeños besos en su cuello, se remueve en la cama y una sonrisa se plasma en su rostro.
—Un rato más —pide, me apega a su pecho y sus brazos me rodean.
—Tenemos que entrenar, vamos —indica.

Me levantó de la cama y me deshago de mi pijama frente a él, lo único que traigo son mis bragas. Me mira con lujuria y corro al baño, oigo como se levanta.

—No puedes dejarme así. Abre —ruega y yo sonrío victoriosa.
—Te abriré solo si vas conmigo a entrenar —suelta un suspiro de cansancio.
—Está bien —digo entre risas.

Abro lentamente la puerta, él está en el otro lado, se acerca a mi, con sus fuertes brazos me toma por la cintura para acercarme aún más, sus labios se juntan con los míos en un apasionado beso.

Toma mis piernas y hace que rodeen su torso, sigue besándome y mientras me sostiene con un brazo, la mano del otro toca mi pecho y gimo en su boca.

—T/n —dice en un susurro que hace que mi piel se erize, me suelta y hace que le de la espalda.

Me recarga en el lavabo, en mi centro puedo sentir la necesidad de él, por el espejo que está frente a mi veo como sonríe, toma los bordes de mis bragas y me las quita, siento su erección contra mi trasero, quita su bóxer y hace que su miembro toque mi entrada, gimo al sentir cómo entra en mi, me toma por la cintura para hacer la embestida más profunda, un gemido se escapa de su boca, acaricia mi trasero para después dar una palmada en este.

Por el espejo me sonríe y mis pómulos se tornan carmesí. Las embestidas se hacen más rápidas y acaricia mi espalda, me enderezo un poco, volteo mi rostro y dejo un fugaz beso en sus labios para después ponerme de nuevo en la misma posición en que estaba. Sus manos me sostienen más fuerte y llegamos al orgasmo.

—Creo que es suficiente entrenamiento por hoy —río y él también lo hace.

Se dirige a la regadera y al agua caliente hace que el baño se llene de vapor, entra y con su mano me indica que entre también.

La tarde siguió como comúnmente lo hace, llena de papeleo y entrenamiento; teníamos nuevos reclutas y la base se estaba llenando poco a poco de nuevos rostros. Tony, Natasha, Sam, Steve y yo, somos los encargados de entrenarlos, llegan en grupos de 5 y la mayoría no dura mucho tiempo. ¿Quién dijo que ser un Vengador es fácil?.

Un par de chicas llamaron mi atención.

—Bienvenidas, mi nombre es t/n —ambas me miraron para luego poner los ojos en blanco.
—Pensé que Steve Rogers nos entrenaría —sonreí sarcásticamente y los celos subieron por mi cuerpo.
—No, él solo se encarga de los reclutas que piensa que son buenos, por eso no está aquí —seguí caminando para analizar a los otros 3 reclutas.
—Tú eres su novia, ¿verdad? —le hice una señal de silencio y les indique que comenzaran a trotar.

Mientras daban su octava vuelta al complejo, Steve se acercó a mí.

—¿Prometedores? —me preguntó mientras se paraba a un lado de mi, las chicas pasaron trotando y le guiñaron el ojo. Sentí como me ponía roja.
—Más bien...fáciles, diría yo —él negó mientras reía— No es gracioso.
—Lo sé, pero es lindo verte así, eres muy tierna cuando estás celosa —deja un beso en mi mejilla y se va con su grupo.

Las chicas volvieron a pasar y como soy una buena persona les indique que solo ellas dieran 3 vueltas más.

[***]

Steve entraba a la cocina mientras yo hacía la comida para todos, siento sus manos en mi cintura, es fácil saber cuando se siente mal, sus manos están tensas y sus dedos se hunden de una manera peculiar en mi cintura. Él piensa que pierdo un poco de cordura cuando una chica le coqueta, de echo, pretendía actuar como si nada pasara pero no soy muy buena en ello, siempre se nota.

—Hoy no te enojes —recurrió a una voz pacífica y baja en tono.

Recordé lo qué pasó después de las vueltas extra, no era nuevo que las chicas se quejaran de mi "mal trato", pero, dios...enserio despreciaba a las chicas como ellas, creyendo que tienen todo al alcance de sus manos solo por ser bonitas y saber manejar una pistola.

La mano de la chica que me pregunto si era mi novio, se había posado en el brazo de Steve y una sonrisa coqueta hizo que mi estómago se revolviera. La otra sin más toco su espalda, parecía que estaba en un burdel, el amable Steve les devolvió una sonrisa nerviosa.

No quería que el coraje ganara batalla en mi mente, así que solo bufé y le respondí.

—No lo haré —su mano recorrió mi espalda hasta mi nuca y sus largos dedos acariciaron mi cabeza.
—Hablaremos más tarde —asentí, quite la tapa del sartén que contenía un poco de pollo con verduras y el vapor se esparció por la cocina.
—¡Huele de maravilla! —gritó Tony.

Comimos entre bromas y pláticas. Era normal que después de enojarme casi no hablara y solo recurriera a reír y asentir.

Steve me daba miradas en busca de consuelo, él no tenía la culpa, solo era el cansancio que sentía cada vez que una mujer desconocida lo hacía sentir nervioso e intentaba o lograba tocarlo. Su mano se deslizó por mi muslo y lo apretó levemente para llamar mi atención.

—Bueno, iré a mi cuarto, no me siento bien —confesé. Natasha y los demás asintieron, me levante y pesadamente me dirigí a mi habitación.

Fueron minutos para que Steve apareciera en el marco de la puerta.

—Estoy bien— afirme.
—Se que no lo estás. T/n, no pues ponerte así cada vez que una chica trata de coquetearme, para este punto debería de darte igual —caminó hasta encontrarse frente a mi.
—Aún me importa —susurré.

Su mirada compasiva se posó en mi, sus brazos rodearon mi cuerpo y me abrazó.

—Solo te quiero a ti. Entiende eso, eres la única para mí, me dan igual las demás mujeres, no me interesan. Si no eres tú, no es nadie. Solo tú haces que mi cuerpo tiemble y pierda el control de mi —me dice como si lo confesara por primera vez lo que me hace sonreí.

Sus ojos azules con verde me hicieron darme cuenta del error que cometía. Me había costado tanto trabajo entrar a su corazón que cualquier cosa que pusiera en peligro eso me resultaba hiriente.

—Steve, soy insegura por naturaleza —digo y él mueve la cabeza en gesto de desaprobación.
—No deberías, una mujer con ese rostro, y esas habilidades tanto en el campo de batalla como fuera de este, no debería ser insegura en lo absoluto, amor, a veces pienso que eres más fuerte que yo en mucho aspectos —le sonrío y hago que me suelte para poner mis brazos alrededor de su cuello.
—Te amo —Steve me sonríe para después besarme con esa pasión y ternura que solo él me hace sentir.
—Te amo mucho más —responde.

Vuelve a abrazarme y siento cómo la inseguridad abandona mi cuerpo y en cambio consigo llenarme de una fortaleza que solo él sabe darme.

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Dedicado a: XxxLoveOnlyxxX espero que te guste.
Muchas gracias por leer, a todos. El apoyo que me han dado es sin dudas algo extraordinario, gracias💕