Marvel One Shots

Bucky Barnes - Steve Rogers

Título: Coming back

La misión era casi suicida, aquel hombre era la nueva arma de Hydra y era un peligro para todos pero especialmente para James.

—¡No! —gritó James completamente enojado, ella no podía siquiera pensar en ir.
—James, no comencemos con esto —suspiró con pesadez.— iré a la misión y nada cambiará mi decisión. Es hora de que paguen por lo que te han hecho.
—No, por favor. Kai, amor —se sentó a su lado tomando la mano de la pelinegra— Él es peligroso, ellos son peligrosos y no dudarán ni un segundo en matarte para lastimarme a mi. No pudo permitir que eso pase, eres mi mundo.
—Bucky, tu me has protegido tantas veces y creo que es hora de que haga lo mismo. Deja que tu mundo te salve —beso sus labios por varios segundos.
—Steve y Nat me ayudarán —James asintió.

Aún así el miedo se incrustó en su pecho, palpable casi como niebla en el dormitorio.

—Tengo miedo —James se sinceró.
—Yo tengo más miedo de que ese hombre te mate —se coloco encima de él—, me haré cargo de todo.

[ Misión ]

—¡A la derecha! —gritó Nat y Kai saltó sobre los agentes, calculó la situación y al segundo los agentes comenzaron a ahogarse.

Aunque a ella no le gustaba gustar mucho ese poder suyo, envenenar a voluntad era demasiado "cruel" pero con los agentes de hydra entre más violencia mejor.

—Kai, busca a Leo —Steve ordenó y ella asintió.

Corrió por todos los pasillos del complejo, llegó hasta el sótano, era blanco y olía como un hospital, el frío erizo la piel de su cuello, de repente sintió como se le revolvía el estómago.

Se aferró a la pared y a la fuerza que necesitaba tener en ese momento. Vio una puerta de metal, la luz estaba prendida y fue ahí cuando supo que él la estaba esperando. Trato de comunicarse con el equipo pero había interferencia.

La puerta de abrió, y era Leo, la miró con ira. De sus manos comenzó a salir esa energía azul que tanto la caracterizaba, alzó sus manos y cuando estaba a punto de descargar su odio sintió una punzada en su cabeza; se hizo más fuerte y la derribó, cayó de rodillas al suelo, sostenía su cabeza. Leo se acercó.

—Tus amigos no aprenden —señaló el intercomunicador en su oído—, todo puede ser usado como una arma, hasta este pequeño aparato.

Kai gritó cuando sintió el dolor recorrer hasta su espina dorsal. Leo la cargo y aunque ella trató de resistirse no pudo.

—Te estudie —dice el hombre.

Parecía que estaba paralizada. Trataba de resolver el problema en su cabeza sin éxito alguno.

—Se todo sobre ti. Sobre tus poderes. No te preocupes en algunos minutos podrás hablar de nuevo y moverte pero mientras quiero probar algunas herramientas en ti —la dejo en una mesa metálica.— Hydra me enseñó a jugar con el cerebro de otras personas sin lastimar sus funciones principales, quiero ver si puedo lograr que olvides todo sobre ti —beso su mejilla.

Acaricio su rostro y ella cerró los ojos con fuerza, deseando que solo fuera una pesadilla.

—La mejor parte es que podrás ver todo el procedimiento pero no sentirás dolor. No quiero que tú sientas dolor. El dolor vendrá cuando veas a James y no sientas nada, el dolor vendrá cuando James te diga que te ama pero tú le seas indiferente. El amor se desvanecerá. Solo quiero que el sienta ganas de morir —Kai grito para sus adentros. Las lágrimas abandonaban sus ojos.

Se aferró a la mesa con la poca fuerza que le quedaba. Lucho por que sus poderes se descongelarán. Rezo, incluso rezo pero no paso nada. Estaba sola.