Marvel One Shots

Peter Quill

Título: The Best Night Ever.
⚠️: Smut.

Peter estaba frente a ti. Te miraba con esa sonrisa que te hacía querer saltar sobre él.

El olor a alcohol se escapaba por su boca entre abierta. Sus ojos se posaron en tu cuerpo, sonrió de lado. No soportaste más y te abalanzaste sobre él. Tus labios contra la suyos y sus manos recorriendo tu espalda. Los besos habían pasado a tu cuello. Los gemidos se escapan por tus labios y Peter se sentía victorioso al saber que lo que hacía te gustaba.

Peter tiró de tu labio inferior y tú sentiste un mayor placer. La playera que hace tan solo un momento estaba sobre tu cuerpo se encontraba tirada en medio de la habitación.

—Te quiero —Peter te sorprendió. Paraste.
Lo miraste a los ojos.
—¿Eso le dices a todas? —sonreíste.

Recordabas todos las chicas bueno, más bien aliens o bueno las que habían pasado por su cama. Pensabas que simplemente serias una más de la lista.

—No. Solo a ti —lo miraste, sentiste como el nerviosismo recorrió tu cuerpo.
—Peter... —las palabras no salían de tu boca, estabas petrificada.

Las confesiones con alcohol involucrado eran: mentira o la verdad que nunca se atreverían a decir.
El frío se empezó a hacer presente erizando tú piel y haciéndote sentir pequeña.

—No puedo creer que te lo dije —Peter tenía una ligera sonrisa en su rostro y sus ojos tenían un brillo muy particular.

Se acercó a ti y volvió a besarte, te tomo por la cintura para así dejarte debajo de él. Con suma experiencia quito tus pantalones, dejándote solo en un hermoso conjunto azul de encaje que cubría las áreas que el ahora quería hacer suyas. Te incorporaste un poco para que pudiese quitar tu sostén, seguía besándote, podías sentir que de vez en vez sonreía y acariciaba con cariño tu espalda o abdomen.

Cuando por fin se deciso de tú sostén te miro para después sonreír y hacerte caer sobre la cama de nuevo, unos ligeros besos empezaron a tomar camino desde tu cuello hasta tu pecho.

Se quito la playera y posteriormente se abalanzó sobre tus pechos dejando pequeños besos que te hicieron maldecir más de una vez de tanto placer. Se quito los pantalones, su perfecto abdomen estaba frente a ti, lo tocaste. Sonrío al ver que tu también lo hacías. Tomaste su cuello lo atrajiste a ti y lo besaste, pero no era un beso salvaje si no uno sumamente cargado de cariño y amor.

Te tomo otra vez de la cintura para recostarte, te miro y después con mucho cuidado quito tus bragas. El también quito sus bóxers. Estabas recostada y temerosa del siguiente movimiento que Peter haría, nunca habías tenido sexo.

—Peter, espera —le pediste antes de que separara tus piernas.
—Yo nunca... —no te dejó terminar, se había apoderado de tus labios.
—Lo sé —te dijo en un susurro.

Se enderezó y separó tus piernas, se colocó entre ellas y comenzó con una lenta embestida que hizo que tú mundo y tú cuerpo temblaran. El placer lleno cada uno de tus poros y cuando Peter vio aquello empezó con embestidas más rápidas y fuertes. En medio de aquello; paro un momento para darte un beso y prosiguió. En el climax ambos se corrieron al mismo tiempo gritando el nombre del otro.

No podías creer lo que había pasado, aunque no lo aceptaras, Peter siempre había sido tu primer enamoramiento. Y ahora está contigo en la misma cama, abrazándote.

—Gracias —la voz de Peter te sacó de tus pensamientos.
—¿Por qué?
—Por esto, por todo —Peter te sonrío.

Pasó su brazo por encima de tu cabeza y quedaste recostada en su pecho.

—Antes de ti esto me hubiera parecido sumamente cursi. Pero creo que Te amo —te miro para después plantar un fugaz beso en tus labios.

Era sin duda alguna la mejor noche tu vida.