Marvel One Shots

Erik Lehnsherr

Título: Be mine
⚠️: Smut 🔥

Erik la miraba, sus manos se movían nerviosas por su regazo y se notaba a kilómetros que le incomodaba estar en esa situación.

—¿Qué habilidades posees? —Charles le preguntó.
—Puedo volar y puedo crear campos de fuerza.
—Eres muy talentosa —Erik habló por primera vez y la castaña lo miro, él la miro de vuelta y le sonrió.
—Puedes venir con nosotros, esta escuela es mía y conocerás mucha gente como tú —Charles la invito y ella miro a sus padres dudosa.
—Estarás a salvo, lo prometo —Erik afirmó y la castaña finalmente asintió.

[***]

Las maletas estaban en el auto y ella estaba en la puerta de aquella enorme mansión, su pecho comenzó a subir y bajar con rapidez.

—No tienes porqué estar nerviosa —Charles afirmó— Nadie aquí te verá raro.
—No tengo miedo a las miradas, las palabras son las que matan —dijo y finalmente entró.

Todo se detuvo por algunos segundos, todos miraban a la nueva chica entrar. Una pelirroja se dio cuenta y al verla tan nerviosa rápidamente camino hacia ella.

—Hola, mi nombre es Jean —Dianna la miro.
—Hola, soy Dianna —la chica le sonrió y ella le sonrió de vuelta.

La chica tomó su mano y la guió por el vestíbulo hasta un gran y hermoso jardín.
Había hecho una amiga y podía ser feliz por ello.

[***]

—Gracias, Erik —le dijo mientras recogía algunos libros que había dejado en la cama del contrario.— Me ayudaste mucho —afirmó. Erik le sonrió y ella sintió su corazón latir muy rápido.
—No hay de que, siempre es un placer ayudarte, Dianna —ella sonrió y sintió sus piernas flaquear y antes de hacer o decir algo salió rápidamente de la habitación.

No podía negar que le gustaba, ese porte de chico malo pero noble al mismo tiempo la hacía querer correr a besarlo pero era mayor que ella y probablemente sólo la veía como un niña.

[ Más tarde ]

Dianna estaba caminando por el pasillo hasta su cuarto, un fuerte ruido se escuchó detrás de ella y volteó con rapidez. Erik estaba detrás, sus ojos estaban acuosos y aquel ruido había sido su puerta cerrándose detrás de él. Dianna se acercó con rapidez y lo miro con preocupación.

—Erik, ¿que pasa? —le preguntó.
—Nada —se alejo algunos centímetros de ella.
—¿Nada?, estas mintiendo —se volvió a acercar a él.
—¡Déjame tranquilo! -—gritó y camino con rapidez por el pasillo hasta la oficina de Charles.

Dianna se quedó helada, era la primera vez que lo veía así y era la primera vez que la trataba de esa manera. Un dolor agudo se originó en su corazón, aún así siguió su camino y entró a su habitación pero no podía dejar de pensar en el, le preocupaba. La noche entera la pasó en vela pues esa imagen de él tan indefenso le quitaba el sueño.

Al día siguiente Dianna despertó con un dolor inmenso de cabeza pues apenas había logrado descansar unos minutos, pero tenía clases y no podía faltar. Se levantó, se dio un ducha y se vistió. Fue a las que clases que tenía ese día y a la hora del descanso fue al jardín para sentarse debajo de un árbol y tratar de aclarar su mente.

—¿Dianna? —Jean se acercó a ella y la miro.
—¿Qué pasa? —preguntó ignorando la tristeza que crecía en su pecho.
—Erik te está buscando —Dianna frunció el ceño. Se levantó.
—¿Erik? —Jean asintió.
—Tu crush. Dijo que te esperaba en la oficina de Charles —la pelirroja dijo divertida y Dianna solo rió nerviosa.