Marvel One Shots

Steve Rogers

Título: I'm yours
⚠️: 🔥

Celeste estaba entrenando, sus brazos y piernas se movían con rapidez.

—Esa caminadora se está quedando corta —Celeste rió ante el chiste del soldado.

Lo miro, estaba sudado y tenía vendas enredadas en sus manos cubriendo sus nudillos. Sonrió.

—Parece que esos sacos también se quedan cortos.

Steve esbozó una media sonrisa y eso hizo que Celeste mordiera su labio inferior.

—Celeste... —Steve rascó la parte de atrás de su cabeza.— quería saber si...¿quieres salir conmigo?. Ya sabes a una cita —preguntó.
—Steve...yo.

Celeste se sentía atraída a él pero una parte de ella recordaba su entrenamiento..."nunca mezcles placer con trabajo" pero en ese momento esa oportunidad era una en un millón.

—Si estoy cruzando la línea —Celeste negó.
—No, Steve. Me encantaría —Steve sonrió ampliamente y ella también.
—Está noche —Celeste asintió.
—Está noche —afirmó.

[***]

La cita había ido muy bien y ambos estaban encantados con el otro. El equipo aprobaba la relación pues según Tony era más que obvio que se gustaban. Y por más que ambos negaran lo que estaba sucediendo era más que obvio que estaban demasiado enamorados.

—Steve, ¿estas bien? —Celeste pasó su mano frente al rostro de Steve y él reaccionó.
—Sí, lo siento —Celeste asintió y volvió a dirigirse al hombre frente a ella que se supone sería su asistente pues necesitaba ayuda en el laboratorio de la nueva base.

Steve podía ver las intenciones de aquel hombre al tocar a Celeste en el brazo, espalda. En cierto punto Steve se había cansado así que se acercó a ella y cuando la tuvo frente a él la besó, sus labios se movían en sincronía. El chico frente a ellos tosió para ser notado.

—Lo siento, Ian —Steve sonrió orgulloso y un color rojo se hizo presente en las mejillas de Celeste.
—Está bien —respondió algo enojado.
—Steve, ¿por qué no vas a la sala?. Nos vemos en un momento —dijo ella dejando otro corto beso en sus labios, Steve asintió.
—Ok.

—¿Qué fue eso? —preguntó mientras entraba a la cocina.
—Un beso...bueno dos —Steve sonrió. Celeste no pudo evitar sonreír también.— Celeste, me gustas, me gustas muchísimo. Creí que el hombre que quería una pareja y estabilidad se había ido pero al verte...al saber que tú sientes lo mismo que yo no puedo evitar pensar que quiero que seas mi futuro.

Steve se había acercado a centímetros de ella, a su compañera por más de 2 años y por fin le estaba diciendo todo, las demás chicas nunca le habían importado tanto como ella, no es qué haya habido muchas solo 2 pero al final nadie nunca se comparó con Celeste, nadie.

—Steve, siempre espere este momento —con sus brazos rodeó el cuello del rubio, inclinó su cabeza y se fundieron en un beso lleno de necesidad pero sobre todo lleno de cariño.

Las semanas habían pasado, sus vidas ahora estaban entrelazadas y a ambos parecía gustarles aquello. Habían esperado mucho tiempo para dejar salir aquellos sentimientos que habían guardado, por fin estaban juntos.

Steve estaba recargado en la mesa de mármol de la cocina que dejaba ver a través de un vidrio a su actual novia hablando con un nuevo recluta. Las venas del cuello de Steve se hicieron notorias cuando el chico plantó su mano en la espalda baja de ella. Steve se acercó a paso decido a donde su novia se encontraba.

—Buenos días —le dijo dejando un corto beso en sus labios a lo que Celeste solo sonrió.
—Mucho gusto. Soy Dan —el chico estiró su mano y Steve la tomó con fuerza, el chico le dio a Celeste una mirada de dolor.
—Steve... —dijo ella en tono de advertencia y Steve soltó la mano de Dan.
—El gusto es mío, Dan. Si nos permites.

Me dijo indicándole que se hiciera a un lado solo con la mirada. Steve tomó la mano de Celeste y la entrelazó con la de el.

—Steve, detente —advirtió ella irritada cuando ya se encontraban a varios metros de donde estaban antes.
—¿Qué pasa, amor? —Steve utilizó su voz angelical y sonreía como un niño.
—No está bien que seas celoso con todos los chicos que se me acercan —Steve asintió.
—No estaba siendo celoso, solo cuido lo que es mío —Celeste jamás había escuchado a Steve hablar así, posesivo.

La tomó por la cintura y la acercó a él. Le beso con fuerza, la fogosidad del beso y la fuerza con la que la estaba besando, reclamando el territorio que le pertenecía, poco le importaba quien pudiese escucharlos, pequeños gemidos se hicieron presentes cuando el rubio comenzó a explorar su boca con su lengua.

—Soy tuya —aseguró.— Llévame a la habitación.

Steve le había sonreído con complicidad pues estaban en horas de trabajo pero poco les importaba. Caminaban torpemente por el pasillo, besándose. Steve giró el picaporte y entraron, las manos de él recorrían el trasero de ella.

—Te vez extraordinaria en ese uniforme —muerde su labio inferior y la ayuda a bajarse de su torso para finalmente tenerla delante de él—, pero se vería mejor en el suelo —bajó el cierre delantero.

Steve la desnudaba, sus manos recorrían su cuerpo con delicadeza, admiraba como la piel de su amada se erizaba ante cada toque sus grandes manos.

La respiración de Celeste se había hecho fuerte. Steve terminó y admiro la belleza de la mujer frente a él, sin ropa, solo su perfecto cuerpo.

Celeste se acercó a él y comenzó a quitar su ropa, tocando y admirando el cuerpo trabajado de su novio; terminó y por fin podían seguir con sus planes.

Steve la tomó por la cintura y la pegó a él, la beso, sus labios después recorrieron su mandíbula y posteriormente su cuello y clavícula; caminaron hasta la cama y él la recostó con sumo cuidado en esta, sus labios volvieron a aprisionar los de ella.

—Hazme el amor —pidió y él sonrió.

Con sus fuertes brazos la tomó por la cintura y se acomodó en medio de sus piernas, tomó su miembro en su mano y mientras bombeaba miró lo húmeda que yacía la chica frente a él, sintió un escalofrío al ver tal cosa, froto su punta contra la bola de nervios que podía llevar a la castaña al paraíso, entró en ella con lentitud y aferrándose a sus caderas.

Celeste gimió con fuerza, Steve se agachó un poco para poder besarla, su mano se envolvió en su cuello, mordía su labio para no dejar escapar cada uno de sus gemidos, la chica debajo de él era un desastre, dejaba escapar cada sonido y a él le parecía el concierto más excitante del mundo.

Las embestidas se hacían cada vez más rápidas y fuertes, sus respiraciones eran irregulares y los gemidos llenaban la habitación, una fina capa de sudor cubría sus cuerpos y ambos seguían sumergidos en la pasión del momento. Los codos de Steve descansaban a los lados de la cabeza de ella y mientras ella se aferraba a su espalda y dejaba marcas en ella, Steve besaba su frente.

Ambos estaban llegando, sus cuerpos sucumbían ante el orgasmo y en cuestión de segundos ambos habían tocado el cielo. Steve cayó en el pecho de Celeste, las manos de ella acariciaban su pelo.

—Te amo —susurró él y pudo sentir su aliento tibio sobre su clavícula.
—Te amo más —afirmó y Steve sonrió.

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Dedicado a : Lele_shadow7u7 espero que te guste.