Marvel One Shots

Pietro Maximoff

Título: Figth
⚠️: Smut

Hoy celebramos el cumpleaños de Wanda, y como de costumbre la fiesta es otra de las más exclusivas y monumentales ya que el anfitrión es Tony Stark, y esta vez no era en el complejo si no en un bar al que Wanda y yo vamos después de una tarde de "chicas".
Aunque Tony había cerrado el lugar, no evitó que algunos curiosos se colaran.

El ambiente era fenomenal , todos reían y bromeaban, hasta Steve y Bruce.

Estaba sentada en la barra esperando a Pietro que había ido al baño, un chico se acercó a mí, me dijo su nombre y también que era linda, lo único que hice fue darle un intento de sonrisa, aunque el seguía sentado a mi lado, prácticamente lo ignoraba.

—Ella es mi novia —advirtió Pietro en un intento de apartar al chico—, así que piérdete, amigo —bufé y me levante del banquillo donde estaba sentada.

La fiesta ya estaba a punto de terminar, al menos para mí. Mis pies dolían pero también me encontraba mal emocionalmente. Pietro, parecía un crío y eso me molestaba, no tenía respeto por nada.

—Lo siento —me dirigí al chico y él asintió, se levanto y se fue.— Pietro, vamos a casa —pedí mientras tomaba mi chaqueta.
—No, esto apenas empieza, mira, conocí a un chica muy linda, Jennifer —volteó hacia ella y levanto su mano para saludarla, la chica le sonrió.— Ella se irá conmigo esta noche.

Me estaba poniendo roja, podía sentir la ira subir por mi cuerpo, si sigue así iba a perder los cabales. Sentí un inmenso nudo en mi garganta y unas infinitas ganas de llorar pero apreté los puños y lo enfrenté.

—¿Así? —Pietro asintió —Eres un imbecil. Sabes yo me iré con mi amigo... —apreté los ojos en un intento de recordar el nombre del moreno que me había dicho que era linda— Ryan —Pietro sonrió con prepotencia.
—Supongo que ambos llegaremos tarde a casa —dice con media sonrisa.

El coraje acumulado se hizo presente cuando unas lagrima cayeron por mi rostro.

Wanda se acercó a mí, le dio una mirada asesina a Pietro y me llevó al baño.

—¿Estás bien? —me preguntó mientras limpiaba el rímel corrido de mis mejillas.
—No puedo seguir así, se comporta como un crío y yo le sigo la corriente, soy una estupida, no debemos estar juntos —Wanda negó y me abrazo.
—Se que ustedes resolverán esto, siempre lo hacen, recuerda que se aman, que luchaste por estar con él y él contigo.

Pero, ¿ya habíamos alcanzado el punto de quiebre?

—Sí, ambos actúan como niños cuando están enojados y eso lo pueden hablar. Así que ahora ve por él y dile lo estupido que es y llévalo a casa, está demasiado ebrio. Deja que se le baje la borrachera y será el Pietro de siempre, pero esta vez, hablen de sus problemas y traten de encontrar una solución —asentí y ambas salimos de baño.
—Es hora de irnos —tomé a Pietro por el brazo mientras las demás chicas me miraban con odio.
—No me quiero ir —afirmó mientras tomaba su chaqueta y mi bolso.
—Nos vamos —ordene.

Salimos del bar y nos dirigimos al auto que estaba estacionado justo frente a la entrada del bar.

Mientras conducía al complejo sentí la mirada insistente de Pietro, esos ojos índigos tan hermosos que me había enamorado pero que ahora solo quería ignorar.