Killmonger

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Título: I'm a good person because of you 💫

Sara caminaba por la acera con paso lento pues su cuerpo le dolía de una manera un poco desgarradora, la calle estaba reinada por la oscuridad y de repente un sentimiento de tristeza y pánico asalto su mente; agarro los bordes de su chaqueta y se aferró a ellos como si fuera lo que pudiese mantenerla en pie.

Comenzó a respirar con dificultad teniendo un ataque de pánico, se acercó a la pared del edificio donde vivía, justo a lado de la escaleras de entrada y dejó que su cuerpo resbalara hasta el suelo, se sentó y las lágrimas comenzaron a salir.

Se sentía perdida, su ahora ex-novio casi la mata a golpes y el hombre al que ama no le interesa en lo absoluto tener una relación de cualquier tipo; escucho como la puerta de entrada del edificio se abrió y se abrazó a sí misma, pidiendo por lo bajo que solo fuera un extraño.

—¿Sara? —preguntó, era él, Erik. Sara levantó su cabeza para finalmente mirarlo.— ¿Qué carajos te paso?

Sara solo se limitó a alzar lo hombros y dejar que las lágrimas siguieran cayendo por sus mejillas. Erik se agachó para quedar frente a ella, tomó su rostro entre sus manos y analizó cada golpe.

—Lo voy a matar —afirmó.

Erik conocía a Josh, el ex de Sara. Y no era la primera vez que la veía así pero si era la primera vez que sus ojos ya no poseían ese brillo especial.

—No vale la pena —dijo y suspiro.
—Esto no puede quedarse así —Erik masculló.
—Tiene que quedarse así, es lo mejor.

Erik la ayudó a levantarse pero Sara se quejó de dolor.

—Te voy a cargar —Sara solo asintió.

Erik la tomó entre sus brazos y la cargó hasta la entrada del edificio, con trabajo abrió la puerta principal para después caminar por el pasillo hasta el departamento que compartían juntos.

—Gracias— Sara le dijo mientras él la dejaba en el suelo.

Erik asintió. Entraron y cuando Sara se dirigía a su cuarto Erik la tomó por el brazo.

—Tú y yo no hemos terminado –Erik la jalo con delicadeza y la puso frente a él— Necesito saber, ¿qué fue lo qué pasó? —Sara negó.
—No, Erik —Erik la miro.
—Sara, no es la primera vez, en el tiempo que llevamos siendo compañeros de departamento he visto como el siempre busca la forma de hacerte daño —Sara bajó la mirada—, estoy harto, eres mi amiga, eres alguien especial para mi y verte así me duele.
—Rompimos...me golpeó porque fui a terminar con él —Erik la miro y ella pudo ver un brillo particular en sus ojos.
—Me alegra que hayas terminado con él, Sara.
—A mi igual.

La castaña sonríe a pesar de dolor, a pesar de la tristeza que le causa el saber que el hombre con el que estaba solo la quería lastimar, pensó qué tal vez no merecía el amor que tanto buscaba.

—Si te soy sincero pensé que jamás lo dejarías, pensé que lo amabas —Erik dijo lo ultimo con dificultad.
—Nunca lo amé y estar en una relación tan tóxica fue en parte mi culpa. Creí que el llenaría el hueco en mi corazón que solo puede ser llenado por alguien en específico, creí que estando con alguien más olvidaría lo mucho que me gusta otra persona pero me equivoque.

Erik tomó sus manos y la atrajo hacia el, sus brazos la tomaron por la cintura y finalmente después de esperarlo por demasiado tiempo la beso, sus labios se entrelazaban con tal delicadeza que ambos suspiraron.

Ambos estaban esperando por este momento con tal entusiasmo que todo a su alrededor dejó de existir, solo eran ellos dos en medio de la sala con sus labios pegados a los del otro.

—Espero que esa otra persona sea yo por que si no es así me moriré por dentro —Erik le dijo recuperando el aliento y Sara lo miro con una sonrisa plasmada en su rostro.
—Siempre has sido tú —Erik le sonrió.
—Vamos a que descanses —Sara asintió.

Llegaron a la habitación y Erik maldijo por lo bajo cuando vio los moretones en el cuerpo de Sara, en sus costillas, pecho, cuello y rostro.
La había ayudado a ponerse la pijamada, la había curado y vendado; la ayudó a recostarse y cuando se iba a marchar Sara tomó su mano.

—Quédate —pidió y el asintió.
—Claro, princesa —besó su frente con delicadeza.

Erik se deshizo de su playera dejando ver su cuerpo bien trabajado, se recostó a lado de Sara y ella se acomodó de tal forma que su cabeza quedó en el pecho de Erik y los brazos de Erik la rodeaban.

Erik quería sentir que a partir de ese momento podía protegerla de todo y todos, y en ese abrazo dejó ir toda su ira hacia Josh y fue remplazada por el cariño que sentía por Sara.

Mientras tanto Sara acariciaba su pecho, pasaba sus manos por las marcas que según Erik le había contado eran la bajas que había tenido en la guerra y pensó que era casi imposible que un hombre que ha matado pudiera ser tan digno, cariñoso y humilde pero Erik era todo eso y más.

[***]

—Mi reina —Erik dijo mientras caminaba hacia ella, la había pasado a recoger a la universidad. Sara le sonrió y lo abrazó con fuerza.
—Mi rey —dijo antes de besarlo.

Sus compañeras de clase la miraban con envidia pues era más que obvio que Erik era muy guapo. Erik entrelazó su mano con la de Sara, miro a su alrededor y se dio cuenta de las miradas.

—Vámonos, amor —la beso unos segundos y después miro a las demás chicas.— Señoritas —hizo un ademán con su cabeza y Sara rió un poco ante tal comentario.

—Te amo —pronunció mientras caminaban por la acera.
—Yo te amo más —respondió Sara con una sonrisa de oreja a oreja.

[***]

—¡Tienes que dejar el pasado atrás, Erik! —Erik la mira con algo de ira.— No me mires así, sabes que esto te está haciendo daño.
—¡Es mi hogar! —Sara bajo su rostro.
—Mi hogar no es un país, ni un lugar, tú eres mi hogar, Erik —Sara lo miro con tristeza.
—Sara... —ella negó.
—No dejes que la sed de venganza te consuma, eres más fuerte que eso —soltó con coraje en cada sílaba.

Erik había bajado su rostro, analizando cada palabra que Sara le había dicho, buscando en su interior un rincón donde la ira y venganza no estuvieran presentes y la encontró a ella, a los tantos recuerdos que compartían y se dio cuenta de lo mucho que la amaba, la amaba más que a su venganza.

—Cásate conmigo -soltó. Sara abrió lo ojos sorprendida—, por favor. Tú me haces una mejor persona —se arrodillo frente a ella.

De su bolsillo trasero sacó una especie de alambre el cual dobló hasta que pareciera un anillo.

—Sara...¿te casarías conmigo? —Sara sonrió y asintió mientras lágrimas caían por su rostro.
—Te amo —Erik puso el alambre en su dedo y ambos sonrieron.
—Eres el amor de mi vida, todos los planes que tenia se vieron alterados por tu llegada y no podría estar más feliz.

Erik la tomó por la cintura y la beso con pasión y desenfreno.

—Vamos a ser felices. Sin venganzas, sin rencor, solo tu y yo —Erik asintió.
—Para siempre.

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Dedicado a: Sara_Evans_Maximoff  espero que te guste.

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