T/n llevaba una relación con el soldado que conoció gracias a Steve, nunca pensó que pudiese estar en una relación relativamente seria con alguien que parecía tener demasiados demonios internos, como ella.
Extrañamente y muy difícilmente debía admitir que el amor desarrollado por el castaño se ha dado de manera lenta, como si fuese más un compromiso para no deshacer el equipo del que era parte, su relación estaba basado en sexo, joder, cómo amaba coger con James.
Pero no era nada más, desde la partida de los vengadores originales lo único que mantenía a t/n en el equipo era James, y no era de buena manera, se sentía atrapada en un bucle sin fin, estaba harta y ya habían pasado 2 años así, sin una pizca felicidad, solo de puro extasis.
—Dame tus manos —le indico James y ella asintió, el castaño tomó sus muñecas y las colocó por encima de su cabeza, dejándola completamente expuesta y a su merced—. Vamos, t/n —dice y ella sonríe de lado.
Con sus piernas lo atrae hacia ella y James se desliza dentro de ella con suma habilidad, las paredes de la castaña se contraen alrededor de él, siente un placer punzante en su vientre, las embestidas son cada más fuertes.
James y t/n están cubiertos por una fina capa de sudor, se deslizan entre las sábanas de su cama en busca de más placer, ambos contraídos en su burbuja de sexo que los hace perder la razón de vez en vez, por su parte t/n siente que no puede con más placer, James está debajo de ella, tomándola por las caderas, pidiéndole que no pare, que siga con esos movimientos encima de él, acaricia sus curvas, siente que se podría perder en la fogosidad que emana la chica.
—Más rápido —pide James y ella asiente.
Se recarga en su pecho y comienza a hacer los movimientos más rápidos y profundos. James se endereza levemente para llevar uno de los pechos de t/n a su boca, recorre con su lengua para posteriormente morder levemente. La castaña pierde la cabeza con cada movimiento, sus manos se aferran a los hombros del contrario y ambos estallan en un orgasmo.
—¡Qué buena manera de empezar el día! —exclama James.
T/n se queda en la cama, pensativa, deseando que ese momento del día sea permanente y no tenga que enfrentar la realidad de vivir con alguien a quien no ama.
— Vamos, amor.
James la toma por la cintura y la atrae hacia él, sus labios alcanzan los de ella y la besa con necesidad.
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[***]
—Nuevos reclutas —dice Sam. —Ok, dame a esos cinco de allá —dice t/n y Steve accede a la petición. —No seas dura con ellos. —Yo, nunca —suelta con sarcasmo y camina hacia los chicos.
Analizaba cada uno de ellos, y uno le llama la atención, mira los papeles que tiene en la mano y los hojea para encontrar el rostro del hombre.
—Diego Hargreeves —dice y el hombre la mira. —Soy yo —dice y ella sonríe. —Puedes manejar muy bien los cuchillos, dagas, etc...tienes una puntería sin igual pero siento qué hay algo más —exclama y el hombre ríe un poco. —Definitivamente hay más —sonríe— pero supuse que es algo que deberían ver una vez que me quede en el equipo.
