Mapa, listo.
Provisiones, listas.
Mazo y revólver, listos.
Municiones...pocas, pero listas.
Coche y gasolina, listos.
Revisé una vez más la lista antes de irme y recé para que no se me olvidase nada. Maggie y Glenn parecía ser que se habían desentendido completamente cuando les vi subir a la torre de vigilancia. Hasta el momento no habían bajado, estarían haciendo de las suyas.
Daryl me ayudaba a preparar el coche. Yo no sabía de mecánica, por lo que él revisaba que todo estuviese correcto.
Yo nunca tuve un vehículo, y mucho menos me saqué el carnet de conducir. Aprendí cuando todo comenzó; me seguía una horda de una docena de caminantes, parecían pocos pero cuando estás sola esa cantidad podía matarte. Me había torcido el tobillo horas antes mientras escapaba de algunos de ellos, por lo que para escapar no me quedaba otra que tomar un coche, que por suerte le quedaba gasolina y las llaves estaban a un lado del asiento, por lo que como pude huir de allí. Aprendí en un solo día. Seguramente si no hubiese sucedido el apocalipsis me hubiesen fichado para piloto de carreras fijo.
- Yo que vosotros me marcharía lo antes posible para que no anochezca.
-Dixon, no lo digas por mi, que yo llevo preparada una hora y media, pero la parejita no baja.
Daryl gritó de repente, lo que hizo sobresaltarme. Llamó a gritos a los susodichos desde la base de la torre, minutos después bajaron ambos colocándose el pelo y la ropa.
-Paso de comentar, tened cuidado.-Sentenció el arquero antes de marcharse a matar caminantes a la rejas.
(...)
El coche me estaba mareando. Nunca había sido de las que se aturdía en los trayectos pero pasar por encima de decenas de caminantes hacía que se me revolviera el estómago.
Intentaba pensar en algo para distraerme, y ya que ni Glenn ni Maggie hablaban, mi mente empezó a crear imágenes de mi pasado.
Recuerdo que en el club tenía sumamente prohibido enamorarme de algún cliente, digamos que esa norma principal me la pasé por mis partes.
Había un cliente, el cual no me gustaba decir su nombre, que me tenía en la palma de su mano. Era mucho mayor que yo, bastante diría, rondaba ya los cuarenta y muchos, pero era el más atento conmigo; a veces ni siquiera hacíamos nada simplemente hablábamos de nuestras vidas y tal.
Era el único cliente que dejaba que me besase. Era mi debilidad y él lo sabía.
Recuerdo cuando salía del trabajo.-era profesor de educación física de un colegio de la zona.-siempre venía a verme. Pero un día todo se torció; a su mujer le diagnosticaron cáncer, cada vez venía menos, pero cuando volvía era como si nada hubiese ocurrido. Un día le vi muy extraño incluso me dejó caer indirectas diciéndome que quizá no volvería a verme, y así fue, al día siguiente no vino y así los próximo meses, incluso varias veces me lo crucé por la calle o en el supermercado -iba con la estúpida de su mujer enferma- el muy imbécil sólo me sonreía apenado y continuaba con su camino.
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"APOCALYPTIC BITCH" (Daryl Dixon)
Fanfic'' ¡Atención! Abandonen sus casas. Un virus está atacando la mayor parte del planeta. Las personas mueren, pero vuelven a su ser poco después dispuestos a atacarles para convertirse en uno de ellos. Tomen solo lo necesario para sobrevivir, no olvide...