"APOCALYPTIC BITCH" (Daryl Dixon)

36. Fe

Este capítulo es de regalo por el 1k de leídos. Mil gracias a todos, os amo!!!

Me había asegurado de llevar todas mis pertenencias, pues hace una hora que no paraba de correr por el bosque a causa de una horda de caminantes. Por suerte tenía todo, o al menos no echaba en falta nada. El collar seguía en mi cuello, al igual que todas mis cosas en la mochila. Respiré tranquila sabiendo que no me había dejado nada.

-¿Quién anda ahí?- Dije tomando mi mazo con una mano mientras que con la otra estaba dispuesta a coger mi revólver. Era obvio que había ahí alguien escondido.-¡No lo voy a repetir más y no dudaré en disparar! ¿Quién coño anda ahí?

De los arbustos salieron tres personas, dos mujeres y un hombre. Ellos alzaron las manos al verme armada. El hombre, que parecía ser el único que tenía algo para defenderse, dejó la pequeña pistola en el suelo.

-¿Quiénes sois?

-Tranquila, no queremos hacerte daño.-Habló la que era más jóven de las dos.

-¿Cómo sé eso?- Mientras tanto yo seguía amenazándoles con el mazo y preparada para dispararles si se mueven un solo centímetro.

-No llevamos apenas armas. No queremos problemas.-Se defendió el hombre rubio.

Miré a los tres detalladamente ¿Debería creerles?¿Debería darles una oportunidad?

-Presentaros.-Bajé a Lexy no muy segura.

-Yo soy Dwight.-Explicó el hombre.-Ella es Sherry, mi mujer, y su hermana Tina.-Señaló a una mujer morena y un poco pálida de estatura media y después a una con el pelo corto rubio y un poco más baja que la anterior.

-Alexandra.-Tendí la mano a los tres.-¿De dónde venís?

-Escapamos de una comunidad.-Aclaró Sherry.- ¿Y tú?

-La mía fue atacada y no encontré a ninguno de mis compañeros. Deberíamos movernos, parece que se acercan caminantes.

-¿Les llamas caminantes?-Preguntó Tina. Yo asentí en respuesta

Los cuatro partimos a algún lugar entre los árboles. No parecía malas personas y se les notaba que tenían miedo, en mi opinión yo creo que se estaban escondiendo de alguien. El momento era incómodo, ninguno hablaba. Yo iba caminando con Tina por delante de Dwight y Sherry. Decidí romper el hielo.

-¿Sabéis? Menos mal que no me disteis mala espina, si no os hubieseis tragado a Lexy.-Señalé mi mazo y reí.

-Otra loca que pone nombre a su arma.-Bromeó Sherry.

-¿Hay alguien más que lo hace?-La curiosidad me carcomía ¿Acaso alguien más puso nombre a su arma?¿Quién estará igual o más demente que yo? Nadie.

-Si. El hombre que lidera el Santuario, la comunidad de la que hemos escapado. Ese hombre está chiflado, trata a su bate de béisbol como si fuera una persona, la nombra siempre por su nombre y si le caes mal a ella...estás muerto.-Abrí la boca ante dichas declaraciones.- Él nos daba dos opciones: que mi esposa y su hermana se convirtieran en sus mujeres o que estuvieran al frente de guerra. Obviamente no decidimos ninguna. Ahora ese chiflado nos busca y si nos encuentra las obligará a casarse con él y yo seguramente conozca la plancha.-Dwight miró al suelo. Ese hombre sin duda estaba loco.

-¿La plancha?- En ese momento parecía una niña pequeña a la cual le estuvieran contando una historia de terror antes de que se fuera a dormir. Si, empezaba a oscurecer y estaba empezando a cagarme del miedo, y no por los caminantes que andaban por ahí, si no por las ocurrencias de ese líder lunático.

-Ajá. Cada vez que alguien intenta escaparse y le encuentra o hace alguna tarea mal, o conoce en persona a su bate o si te quiere vivo te quema la mitad de la cara con una plancha.- Llegamos a un claro, desierto de cualquier tipo de árbol. Me senté en un tronco que estaba medio enterrado en la arena.

-Podríamos acampar aquí.-Sugirió Sherry.

-Sería muy arriesgado si pensáis que os pueden atrapar.-Observé a mi alrededor.-Yo me quedaré haciendo guardia, no tengo mucho sueño. Si veo movimiento os aviso, mientras tanto podéis dormir.

-Sherry, Tina, duerman.-Le miré interrogante.-¿Qué? Hace apenas unas horas que te conocemos, no podemos fiarnos de nadie.

-Tranquilo, yo también haría lo mismo.

-¿Qué es de ti? Te hemos contado gran parte de lo que nos sucedió a nosotros, ahora te toca.

-Vivía con mi grupo en una prisión al oeste de Georgia. Tuvimos problemas con un pueblo de supervivientes, pero Woodbury fue derrotado. Su líder escapó y meses después nos atacó, la cárcel quedó destrozada. Mis amigos huyeron y mi novio también.-Toqué el colgante que me regaló Daryl.

-Bonito collar.

-Gracias.-Sonreí de lado.- Espero volver a encontrarlos. Sin ellos no soy ni la mitad de lo que solía ser. Ellos me llenaban, ahora...simplemente, no soy yo.-El rubio me abrazó cortamente.

-Ten fe.

-Intento tenerla.-Dije recostándome en el tronco.- No conozco el santuario y tampoco a su líder. Y con lo que voy a decir, quiero que quede claro que no le estoy defendiendo.-Le advertí.- Pero si él es así quizá no tuvo un pasado fácil, quiero decir que cada una de nuestras acciones nos hace ser quien somos y quizá el sólo esté sobreviviendo a su manera... Aunque si estuviera con mi grupo podríamos derrotarle.