64. El Santuario está muerto

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-I'm a racing car passing by like Lady Godiva. I'm gonna go go go. There's no stopping me.

Una de las mejores cosas del apolípsis era, sin duda, encontrar objetos que no habías tenido nunca, y encima, nadie te podía decir nada si decidías llevártelos.

Hace un tiempo -no más de una semana desde ese momento- en una de las casas que se encontraban cercanas a la zona segura de Alexandría -las cuales aún no había sido registradas sorprendentemente-, estaban repletas de tesoros: comida enlatada, cacharros para la cocina, CD's... Y como no, yo, amante de la buena música y sobre todo de Queen, casi me dio un infarto cuando observé la carátula de uno de los que había allí.

No se me había ocurrido otro momento que un excursión hacia El Santuario para escucharlo y así atormentar mis amigos y mi familia con mi melodiosa voz. Sus caras desprendían dolor, como si un pato les hubiesen sacado el tímpano en un descuido; mi voz no era mala, es más, desde bien pequeña solía cantar por cada rincón de la diminuta casa Brown. Mis padres y como no, también mis abuelos, rara era la vez que no me decían que debía presentarme a uno de esos programas que echaban en la televisión los viernes por la noche, si si, esos que cuando la película que emitían era más aburrida que unas palomitas sin sal y no te quedaba otra que ponerlo si no te querías echar a dormir tan temprano. Si eras el propietario del mando, debías cambiar lo más pronto posible antes de que ¨ el culto¨ o ¨el raro¨ de la familia -el cual era el único que se las tragaba del principio hasta el final- obligara a dejarla.

Pero gracias a que pasaba más tiempo en los alrededores de Alexandría que dentro de mi casa -y no es que hiciera mucho calor ni fuera ni dentro- mi voz no estaba por la labor de dar una mísera nota afinada.

-¡Dios, Alexandra! ¿Puedes callarte ya? Y deja de moverte, que me estás aplastando. -Se quejaba por décima vez Carl.

-No es mi culpa que el único sitio en el que pueda escuchar esta maravilla sea en el coche.-Me encogí de hombros y desplacé mi tronco a la parte delantera alargando el brazo para subir un poco más la canción. Antes de que pudiera, Daryl me tomó de la cadera obligándome a sentar mi trasero -que cada vez se encontraba más grande por las galletas que Carol me traía cada vez que hacía una hornada. Por cierto, ella también se habían enterado.-

-¿Quieres que nos encontremos una horda más grande cuando volvamos? Supongo que no, así que no subas la música y cállate.

-¿Quieres que nos encontremos una horda más grande cuando volvamos? Supongo que no, así que no subas la música y cállate

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-I don't want to stop at all. La da da da daah. Lo siento, es delito si no la termino.- Levanté mis manos inocentemente.

-Is diliti si ni li tirmini.

-Madura Dixon.

¿A eso se referían cuando se decía que una relación era bipolar?

-Midiri Dixin.

"APOCALYPTIC BITCH" (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora