47. Todos somos Negan.

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Daryl se echó a un lado y tapó su cuerpo con la sábana que había acabado en el suelo de la habitación con tanto ajetreo. Por su boca no salió ni una sola palabra, simplemente observaba como Alexandra se vestía con la ropa de dormir. Ella al ver que su hombre no movía ni un solo músculo se puso al lado de él y besó ferozmente sus labios.

-¿Qué ocurre?-Susurró al ver que Dixon seguía en su mundo.

-Hay una nueva amenaza.-Ella se congeló al instante.

Parecía que Alexandría estaba maldita.

-Se hacen llamar los salvadores.-Continuó hablando.

-¿Ellos?¿Cómo sabes de ellos?-Preguntó Alexandra, pues ella había oido hablar de ellos.

-¿Acaso tú los conoces?-Ella asintió.

-Si. Cuando la prisión ardió me encontré con un pequeño grupo de gente y me comentaron que escaparon de allí por la presión que le metía el líder. Dwain creo que se llamaba el hombre.

-Dwight.-Corrigió.

-¿Es por eso por lo que estás así conmigo?¿Es por Los salvadores?-Preguntó algo molesta. Ella quería saber el porqué esa actitud que Daryl tenía con ella. Al no obtener respuesta por parte de su novio continuó.-Podremos con ellos, les derrotaremos como hemos hecho con todos. No será un inconveniente. Si ellos son malos nosotros podemos ser peores.-Tomó aire.

-No.-Negó con la cabeza Daryl.-Ellos son más. Todos saben luchar. Saben de nuestra existencia e irán a por nosotros sin dudarlo ni un segundo.

-¡De todas formas no lo entiendo!-Gritó Alexandra deseperada. Se levantó de la cama dando un buen salto acompañado de un bufido de frustración.

-El que.-Dijo él con calma. No quería gritarla, le dolía hacerlo.

-¡Tu puta actitud! Llevas días sin dirigirme la palabra y cuando lo haces siempre eres borde ¿Qué quieres que haga si hay una amenaza para la comunidad? No vas ha arreglar nada, ni impedirás que nos ataquen dejándome de hablar.

-Quiero que te alejes.

-¿Cómo?

-Te irás de esta comunidad hasta que les derrotemos. Habrá muertos y tú no serás uno de ellos, te lo aseguro.

-No, no, no ¡No me iré! ¿Pretendes que estemos alejados de nuevo? Ni siquiera sabes si nos atacarán.

-Maté a un grupo suyo. Lo único que me importa es que estés a salvo y si tenemos que estar lejos para que estés viva, lo estaremos.

-Pero... ¿Dónde iré?-Estaba claro que ella eso no lo aceptaría. Él podría morir en el intento de salvar a la comunidad y aunque suene duro, aunque sea quería verle dar su último aliento.

-Hilltop.

-¿Qué es eso?

-Conocimos a Jesús. Gracias a él perdimos el otro día un camión lleno de provisiones, pero descubrimos una nueva comunidad. Él vive allí y tienen un médico. Hemos pensado en llevaros allí a ti, a Maggie por lo del embarazo, a Judith y a algunos más.-Se explicó.- Ellos están bajo el mando de Los Salvadores y trabajan para ellos, pero simplemente van a por provisiones y se marchan, no les hacen nada.

-Daryl, no soy una niña, no puedes decidir por mi. Lucharé como lo he hecho hasta ahora con o sin tu consentimiento. Buenas noches Dixon.-Salió de la habitación echando humo y cerró tras ella la puerta de un portazo. Iría a ver a su mejor amiga.

Los pies la llevaban solos hacia la casa de color crema que hacía esquina en la calle principal de la comunidad. Llamó a la puerta con un par de golpes secos y fuertes esperando a que abriese la puerta cualquiera de las dos personas que habitaban allí.

-¿Qué quieres? Alexandra, son las tres de la madrugada.-Dijo Stephen medio adormilado y con el ceño fruncido.

-Necesito hablar con Yeimy.

-¿No tienes otro momento?

-No.-Sin esperar respuesta, entró sin permiso dispuesta a que su amiga la aconsejara.


(...)

Hoy les atacarían. Intentarían terminar con ellos.

Rick había preparado un ataque sorpresa para acabar con Los Salvadores con la ayuda de Hilltop. Prefería terminar de raiz con el problema antes que ellos encontraran Alexandría.

Daryl estaba enfadado. Alexandra en principio se iba a quedar cuidando de Judith en la Zona segura, pero logró colarse en la caravana y cuando fue descubierta por el mismísimo Daryl ya era tarde para dar la vuelta ya que llevaban más de la mitad de camino.

Un corte en el cuello limpio hizo que el guardia de la entrada de la base cayera, debían de ser silenciosos al principio. Cuando Daryl lo mató los demás se acercaron a paso rápido.

-Más vale que no termines herida.-Le susurró a Alexandra cuando pasó por su lado con su mazo lleno de pinchos en la mano y un arma de fuego en la otra.

-¿Qué me harás?-Daryl decidió no seguirla el juego y abrió la puerta una vez el otro guardia se encontraba en el suelo y con un agujero de la Katana de Michonne justo en el corazón.

El lugar por dentro estaba hecho un asco, o al menos esa era la primera impresión que daba. Dentro no había nadie, todos parecían estar dormidos. Alexandra abrió una de las puertas, un hombre se encontraba durmiendo plácidamente en su cama y no se había percatado de la presencia de la muchacha. Ella tomó su afilado cuchillo entre sus manos.

-Lo siento mucho, pérdoname.-Susurró antes de incrustarlo en su cabeza. Otra persona viva que mataba, una más para agregar a su lista, seguramente inocente.

Daryl se quedó mirándo desde fuera apuntando hacia un lado con su arma, continuó su rumbo al ver que ella giraba su cabeza y se le quedaba mirando. Parecía que quería llorar.

Michonne siguió a Alexandra hacia otra de las muchas puertas que había en el lugar, pero se detuvo en seco al ver una frase escrita en la pared.

¨TODOS SOMOS NEGAN¨ Decía.


"APOCALYPTIC BITCH" (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora