37. Alexandría

1.6K 143 15
                                    

¡Joder! Sabía que no podía fiarme de nadie y menos de tres desconocidos. Se habían ido cuando me quedé dormida y me habían robado toda la comida que llevaba encima. Los alimentos escaseaban, no podía arriesgarme a ir a la ciudad, sería como un suicidio. Pateé una piedra con todas mis fuerzas al darme cuenta que también se habían llevado las pocas armas de fuego que tenía, entre ellas mi revólver, ahora sólo podía defenderme con Lexy y mi cuchillo. Dejé el claro atrás adentrándome de nuevo al frondoso bosque. Si quería sobrevivir tendría que evitar cruzarme con alguna que otra horda.

-¿Y ahora qué hago yo?- Dí una vuelta alrededor mía. Todo lo que me rodeaba eran árboles, arbustos y algún que otro pájaro o insecto.- Creo que tú serás mi nueva casa.-Dije a una rama lo suficientemente fuerte como para aguantar mi peso.- Estoy perdiendo la cabeza...tengo que dejar de hablar sola- Me subí a ella.-I have died everyday waiting for you, darling don't be afraid, I have loved you, for a thousand years. I'll love you for a thousand more. Time stands still, beauty in all she is...-Canté por unos minutos pero me callé al escuchar unos pasos aproximándose a la base de la gran planta.

-La hemos perdido.- Eran dos hombres de unos treinta años como mucho.

-Joder... Llevamos casi una semana siguiéndola y ahora se nos va.- ¿Estarán hablando de mí?

-Te dije que deberíamos de habernos presentado antes. Ahora está sin comida y casi no tiene armas.

-No sé porque no paramos los pies a las personas que robaron sus alimentos.-Vale, sí que estaban hablando de mí. Ellos estaban justo debajo de la rama en la que yo me encontraba, estoy en el sitio justo para caerme y hacer papilla de sesos.- Es una pena, parecía buena chica. Hubiese venido bien alguien que tuviese los cojones que ella tiene para nuestra comunidad.-¿Espera dijeron comunidad? pero... ¿Y si es una trampa? 

En silencio me deslicé por el tronco y me quedé detrás de ellos.

-¿A quién buscáis?-Ambos hombres saltaron el susto, quise reírme pero me contuve.

-¡Me cago en la puta!- Vaya, nunca mejor dicho.

- Que basto eres Stephen. Te buscábamos a ti.-Dijo uno de ellos, el otro se echó el arco a la espalda.

-No vamos a hacerte nada. Creo que te confundiste de siglo, los mazos esos ya no se llevan.-Dijo el del arco me crucé de brazos.

-¿Me estás vacilando? Imbécil.- Empezaba bien la conversación.

Estaba ante dos estraños pero no me sentía amenazada en ningún momento, aunque quisiera partirle la cara a uno de ellos.

-Verás...- Habló el otro.-Soy Aarón y él es mi compañero Stephen. Estamos reclutando a gente para llevarla nuestra comunidad, se llama Alexandría.- Tomé y observé las fotos que me estaba tendiendo.- Tiene unos grandes muros rodeando el lugar, aparte de casas, comida, electricidad y agua corriente.-Les miré con los ojos entrecerrados una vez vistas las imágenes.-Sé que quizá no nos creerás pero...

-Es raro que así de la nada aparezcan dos hombres ofreciéndome un refugio, entendedme.

-Ya lo sabemos.-Contestó Stephen.-Puedes venirte con nosotros y estar en un lugar seguro o seguir perdida en el bosque arriesgandote a que te ataque un caminante.

¿Debería confiar en ellos?

-Puedes venirte con nosotros y si no te gusta la comunidad puedes irte, no te lo va a impedir nadie.-Suspiré. Prometo que la quemaré si es algún tipo de trampa.

-Si veo algún movimiento extraño, si me intentáis atacar, juro que no tendré compasión en reventaros la cabeza con mi mazo.- Les advertí.

-Joder, que agresiva. La mierda esa medieval si que acojona.-Apuntó a Lexy con el dedo.

-La mierda esa medieval que tú dices se llama Lexy.

-Vámonos. El coche está en la carretera ¿Vamos?

Iba delante guiando a los demás como si me supiera el camino de memoria.

-Es por aquí, Alexandra.

-Lo sabía, solo me había despistado mirando a ese pájaro.-Les seguí.

-Si, claro.- Me daba la impresión de que no me iba a llevar muy bien con Stephen.

-Oye... ¿Como sabéis mi nombre?

-Llevamos siguiéndote desde hace unos días.

-¿Y porque me seguíais?

-Chica.-Bufó Stephen.-Tenemos que saber si la gente es de fiar o no antes de llevarla a la comunidad.

Llegamos a la carretera y tal y como dijeron ahí estaba el vehículo. Los tres nos montamos, yo estaba en la parte trasera.

-¿Tenéis algo de comer?- Aaron asintió y me dio un paquete de galletas.- Ay dios, hace siglos que no como galletas. Gracias.-Agradecí

-Llegaremos antes del anochecer.-Observé a ambos, ellos mantenían la vista fija en la carretera.

-¿Quieres dejar de mirarme?- Se quejó Stephen.-Sé que soy guapo, pero cariño estoy casado.-Aaron río.

-Egocéntrico... No te estaba mirando a ti, idiota ¿Sois pareja?

-¿Qué? ¡No!- Gritó él.-Yo estoy casado con una chica y él tiene novio.

-Yo también tengo.-Dije.-Pero no sé dónde está.

-Nadie te ha preguntado.-Aaron le dio una colleja a Stephen y le miró de mala gana para que cerrarse el pico.

-¿Cómo te aguanta tu mujer?- Empecé a jugar con mi cuchillo.

-Deberíamos de haberla desarmado. Ahora me da miedo.

-¿Te asusto? No vayas de machito conmigo, no te vayas a meter en la boca del lobo, querido Steph.-Sonreí ampliamente mostrando los dientes mientras giraba un poco la cabeza. Eso siempre funcionaba.

-¡Joder Aaron, dile que no sonría así! Me recuerda a la psicópata de las películas de miedo.

Habíamos tenido que parar un par de veces para recargar el coche de gasolina. El viaje era largo, por lo menos pasamos unas cinco horas dentro del vehículo. Mi cabeza dolía, el haberme comido las galletas mientras estábamos en marcha me hizo vomitar dentro del coche, un asco. Llegamos a una calle, al fondo podían verse los portones. Bajé del auto mareada, me tambaleé un poco pero Aarón me sujeto.

-¿Estás bien?- Me preguntó.

-Sí, solo...- Una arcada vino a mí e hizo que volviera a vomitar pero esta vez en los zapatos de Aarón. Stephen se empezó a carcajear exageradamente señalándome.

-Lo siento mucho.- Que vergüenza...-Te los limpiaré después.

-No te preocupes, tú ahora recoge las cosas del coche.

La puerta se abrió dejando ver a dos personas de avanzada edad sonriéndome, la mujer estaba con los brazos abiertos.

-Alexandra ¡Bienvenida a la zona segura de Alexandría!

"APOCALYPTIC BITCH" (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora