'' ¡Atención! Abandonen sus casas. Un virus está atacando la mayor parte del planeta. Las personas mueren, pero vuelven a su ser poco después dispuestos a atacarles para convertirse en uno de ellos. Tomen solo lo necesario para sobrevivir, no olvide...
Antes que nada, deciros que en la parte anterior podéis votar el nombre de la pequeña Dixon (si no lo habéis hecho ya), sería de gran ayuda.
Drama
Esa era la palabra que definía mi vida a la perfección, pues parecía ser que la felicidad cada vez que venía se iba de una manera extremadamente fácil, pero no me podía quejar en un mundo como este.
Estaba de seis meses y medio, con una tripa que ya no me permitía verme los pies y una bipolaridad que me asustaba hasta a mi misma.
Aiden se había vuelto como un hijo para nosotros, incluso había empezado a llamarlos papá y mamá. La primera vez que lo dijo miré a Daryl sorprendida y me eché a llorar.
Rick había decidido que Negan podría salir a hacer tareas en la comunidad para ayudar, pero siempre con la supervisión de alguien de confianza. Al principio le resultaba extraño, hasta se negaba, pero sabía que con lo débil que se había vuelto con la noticia de que el hijo que estaba esperando no era suyo, no duraría mucho fuera sólo y mucho menos sin los Salvadores.
Hablando de ellos, se habían introducido a la perfección en Alexandría.
Dwight había empezado una relación con Rosita.
Irati también tenía algo con alguien, pero no tenía detalles. La española me comentó que hasta que no se hiciera oficial prefería mantenerlo en secreto.
Nos había llegado la maravillosa noticia de que el pequeño Hershel había nacido. Maggie había dejado a cargo el liderazgo de Hilltop a Jesús y tomó la decisión de mudarse a Alexandría.
¿Lo más sorprendente de todo esto? Negan le pidió perdón a Maggie y mirándole fijamente a los ojos, ella respondió: ¨Todo el mundo comete errores, unos más fuertes que otros, pero dios dijo que debemos perdonar... estás perdonado¨
Esa fue una de las pocas veces, que sin estar muy cerca, vi llorar a Negan.
Y Daryl Dixon estaba más que raro conmigo. Se marchaba sin decir nada e intentaba que yo no me enterase que se había ido. Estaba dispuesta a darme un portazo con la realidad y preguntarle el porqué pasaba tanto tiempo con Arat, intuyendo la respuesta.
Yeimy y Michonne se habían convertido en un gran soporte para que pudiera continuar con esto. Por eso, ellas se encontraban detrás mía mientras procuraba disminuir mi ira matando caminantes.
-Alexandra, volvamos.-Dijo Yeimy acabando con un muerto utilizando su arco.-Es peligroso, estás embarazada, joder.
-¡Me la suda!-Había perdido algunas habilidades por la enorme barriga que llevaba conmigo a cuestas las veinticuatro horas del día; ya no era tan rápida.
-Como te pase algo Daryl y Rick me matan.-Se quejó Michonne tomándome del brazo, el cuál había perdido su forma musculosa y había duplicado su tamaño.
-¡Déjame!¡Si me pasa algo Daryl no hará nada, ni lo sentirá siquiera!
-¿Pero qué dices? Pedazo de imbécil.-Senté mi enorme trasero en una roca y como una niña pequeña que había perdido su peluche favorito, me puse a llorar.-Hey, cálmate.
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-¡¿Cómo quieres que me calme si Daryl me está engañando?!-Ambas chicas que me acompañaban se miraron.
-¿Cómo estás tan segura de eso?
-Últimamente lo veo mucho con Arat.-Yeimy no aguanto la risa y soltó una enorme carcajada, ganándose una mirada asesina de Michonne.
-Vamos a volver anda, que si no se preocuparán. Alexandra, te aseguro que no es lo que crees.-Dijo Michonne masajeándome el hombro a la par que emprendíamos camino a Alexandría.-De todas formas, habla con él si te hace estar mejor.
Algo se susurraron en el oído que no pude llegar a escuchar.
(...)
-¿Puedo ir con Carl a leer unos cómics?-Preguntó Aiden, mientras tanto yo abría una tableta de chocolate con pedacitos de galleta que tenía escondida, ya que era la última que me quedaba. Tendría que esperar a que alguien fuera a por provisiones.
-Claro, pero recuerda...
-Que si él y Enid se ponen cariñosos no los interrumpa y vuelva a casa.-Pegué un bocado a la delicia que desprendía un olor a dulce increíble.-¿Me das un cacho?-Demandó inocentemente.
-¡Pero es la última que queda!-Tras como me miraba le tendí tres onzas que no se encontraban mordidas por mi.
-Gracias, mami.-Sonreí en respuesta.
-Si ves a Daryl ¿Podrías decirle que necesito hablar con él?-Asintió y se marchó corriendo por la puerta de la entrada.
El embarazo me había hecho algo inestable, más de lo que ya era.
Busqué entre mis cosas perdidas por el armario -la mayoría de ellas ahora manchadas con chocolate- hasta que di con lo que buscaba; mi diario. Hacía una eternidad que no lo decoraba con mi horrible letra contando mis inusuales pensamientos.
Mis ojos se pararon en el último párrafo, que decía así:
¨Quiero hacer el amor contigo cada día, tarde y noche. Quiero, dentro de unos años, decirte ¨¡Serás papá!¨. Quiero llegar contigo hasta los ciento uno. Quiero que me beses antes de cada anochecer, hasta que sea el último. Quiero que me digas te amo todos los días de mi vida. Quiero muchas cosas y puede que pida mucho, pero sólo te quiero a ti.¨
Y en la hoja del lado, la cual estaba en blanco, comencé a escribir.
¨Hace mucho tiempo que no escribo en ti, demasiado diría yo. Usarte me hubiera relajado mucho en mis momentos de inestabilidad emocional, pero apenas diez minutos que me acordé de tu existencia. Estoy embarazada, voy a tener una niña y tengo miedo, no puedo negarlo. Toda mi vida había soñado con el momento de tener un hijo, criarlo en una casa con una finca más grande que un estadio de fútbol -una vez salido del mundo de la prostitución, claro- y darle todo lo posible para que sea feliz; aunque la realidad es que el padre de la criatura es un Dixon, crecerá en medio de un apocalipsis zombie, eso si, intentaré al menos que resida con alegre esencia. Pienso que con lo que me hace comer saldrá tan glotona como yo.
Creo que Daryl ya no me quiere y se ha hartado de mi persona. Arat me caía bien, hasta que mi hombre empezó a pasar más tiempo con ella que conmigo. No quiero que me deje sola ni perderle. Quizás solo sean paranoias mías, eso espero, aunque en cada una de mis predicciones desde que tengo este bombo no me he equivocado en ninguna.¨
-¿Querías verme?-Del susto lancé el diario hacia el desparramado armario, sin preocuparme de que manera había caído.
-Eh, s-si.-Daryl se sentó en los pies de la cama, quedando frente a mi.
-Habla.
-Seré directa ¿Por qué pasas tiempo con Arat?-Sus facciones tornaron a expresar nerviosismo.
-¿Qué insinúas?
-Que me estás poniendo los cuernos, más grandes que los del ciervo que cazaste el otro día con Aiden.-Dije alzando los brazos exagerando la cornamenta.
-¿Estás delirando?-Daryl empezaba a enfadarse, lo podía notar por las arrugas que se le formaban en la frente.
-¡No, Daryl! ¿Crees que no me doy cuenta, joder?
- ¿Por qué tienes siempre que llevar todo al extremo? Ya tengo una familia, Alexandra. No necesito a alguien más, madura de una puta vez.
