44. Te amo.

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Capítulo dedicado a MyLifeMyStoryMyDream

Silbé y las puertas se abrieron. Una sonriente Yeimy me esperaba tras ellas.

-¿Qué ocurre? Traigo comida-La pregunté, pues su actitud me extrañaba.

-Llegó Aaron. Y Alexandra...trae compañía.-Ella cogió mi brazo y me guio por las calles de Alexandría. Yo aún seguía atónita, procesando todavía sus palabras.

Me soltó enfrente de la casa que llevaba vacía desde mi llegada, justo al lado de la mía. Hace un par de días Yeimy y algunos de los miembros de la comunidad habían empezado a acomodarla y a limpiarla. Hizo un ademán con la mano, yo seguía sin comprender.

Aún tenía la ropa empapada de sangre de caminante seca, también mi cara. Y con mi coleta alborotada y mis ojeras que parecían como si hubiese estado un año entero sin dormir...en pocas palabras, estaba hecha un desastre. La oscuridad de la noche había reinado la comunidad, las farolas y la luz de la luna la salvaban de las tinieblas. En el pequeño porche que tenía esa casa, podía divisar unas sombras de persona. Mi corazón se paró al ver una de un hombre de hombros anchos, pelo largo y una ballesta.

-No, no es posible.-Tapé mi boca con mis manos. No podía creerlo.

Caminé, más bien corrí hacia aquella figura.

-¿D-Daryl?-Susurré. Pues apenas tenía fuerzas.

El hombre cuya silueta conocía a la perfección se giró lentamente al escuchar mi voz. Me apresuré para llegar hasta donde él estaba y una vez allí cogí impulso, él me agarró por los muslos y nos fundimos en un necesitado abrazo.

Yo lloraba. Él lloraba. Pocas veces había visto eso en Daryl Dixon. Por fin nos habíamos encontrado y ambos seguíamos con vida.

Daryl cogió mi mentón con delicadeza y me besó, seguía subida en sus brazos. Sentir sus labios de nuevo era como estar en el séptimo cielo. El mundo a nuestro alrededor se paró, únicamente estábamos él y yo. Unimos nuestras frentes a la par que mirábamos nuestros ojos.

-Te encontré, por fin te encontré.-Dijo a pocos centímetros de mis labios.-¿Esto es un sueño?¿Me está jugando una mala pasada otra vez? Porque si lo es no tiene gracia y no quiero despertarme.

-No lo es, bobo. O al menos eso espero.

Bajé de sus fuertes brazos. Estábamos rodeados.

-Oh dios mío.-Maggie se tapó la boca con las manos, tal y como yo había hecho minutos antes al ver a Daryl.-¡Estás bien!-Vino a abrazarme la morena al igual que algunos de los miembros que quedaban del grupo.

Tras charlar unos minutos con ellos, revolver un poco el pelo a Carl para enrabietarle  y coger el brazos y achuchar a Judith, me preguntaron:

-¿Hace cuánto llevas aquí?-Me interrogó Rick. Su barba había crecido bastante, parecía Santa Claus, al igual que su pelo.

-Casi un mes. Esto es de fiar, yo pensé lo mismo que estaréis pensando ustedes. Vosotros estaos tranquilos. Es seguro.

-De todas formas nos aseguraremos. Dormiremos todos juntos en una de las casas que nos asignaron.-Explicó.-Daryl se puede ir contigo, nos apañaremos sin él.-El arquero al oír eso entrecerró los ojos.

-Gracias por hacerme el vacío Grimes.

-No es hacerte el vacío, pero has estado un mes sin ver a tu novia pensando que estaba muerta... Al fin estamos toda la familia unida, o lo que queda de ella.-Tapó los oídos a su hijo.-Supongo que queréis disfrutar el reencuentro.

-¡Papá, que ya soy mayor! Sé lo que significa eso.-Reí.

-Es cierto.-Me puse de puntillas hasta llegar a su altura y le susurré al oído.-Quiero disfrutarte...pero primero a la ducha.-Le empujé camino a casa..-¡Rick! Mañana espero que me presentes a los nuevos. Y tú pelirrojo no me mires así que no te he hecho nada.

Yeimy me apartó por un segundo de Daryl.

-Joder, si que está bueno el abuelo, si...

(...)

-Daryl...basta.-Le rechacé el beso que estaba apunto de darme.

-Te dije que antes a la ducha.

-Parece que por primera vez voy a tener una casa en condiciones.-Dijo mirando lo que había sido mi hogar este último mes.

-Una casa y una vida. Te dije que a la ducha.- Hablé empujándole hasta el piso de arriba.

-¿No quieres aprovechar el tiempo?-Enarcó una ceja.-Quiero decir...hace mucho que no nos vemos, que no nos besamos, que no follam...

-Si, si, quiero aprovecharlo, es lo único que quiero hacer pero...¿Sabes? Hasta lleno de mierda estás precioso.-Una sonrisilla burlona pareció en su rostro.-Pero.-Dije alargando la ¨e¨.-Estás mejor limpito.

-Creo que no me has entendido, nena.-Le miré interrogante.-¿Quieres ducharte conmigo?

-Con gusto.-Sonreí mostrando mis dientes.

Le tomé la mano y le dirigí escaleras arriba.

-Esta será nuestra habitación. Y este nuestro baño.-Dije mostrándole una pequeña parte de la casa.

Cogí la camiseta suya que llevaba el día en el que la prisión cayó.

-Toma, está limpia.

-Sabes que no utilizaremos mucha ropa mientras que estemos aquí juntos ¿Verdad?

Entre beso y beso nos fuimos al baño. Llegó la hora de quitarse la ropa, pero Daryl se paró cuando estaba apunto de desabotonarse su camisa sin mangas.

-Pre-prefiero ducharme solo.-Lamentó mirando hacia el suelo y mordiéndose el labio.

-Cariño...-Le tomé de las mejilla y le obligué a que me mirara.-Lo se. No te juzgaré, no a ti.-Con ayuda de sus manos se la quité despacio y ambos nos metimos el plato de ducha.

-Agua caliente... esto es increíble...

Agarré la esponja que siempre solía utilizar para enjabonarme el cuerpo, eché un poco de jabón con olor frutal. Pasé el artefacto por su espalda, recorriendo cada centímetro de sus tatuajes y cicatrices, de vez en cuanto repartía suaves besos por éstas.

-Me toca.-Se giró e intentó quitarme la esponja, pero no le dejé.

-No he terminado...¡Daryl, no! ¡Cosquillas no hombre!-Estallé a carcajadas.

(...)

Tapé mi cuerpo con la fina sábana, pues lo último que quería a estas alturas era resfriarme. Daryl, por otra lado, sacó una cajetilla de cigarros de no se donde y se dispuso a fumarse uno mientras estaba tumbado a mi lado.

-Todo rudo tiene su lado tierno.

-Yo no.

-Claro, y yo no he pecado nunca. Nótese el sarcasmo.

-¿Nunca? Señorita pecadora.-Mis ojos se estaban cerrando poco a poco del cansancio.

-Daryl... hice bien en no perder nunca la esperanza, incluso cuando estaba apunto. Me das todas las ganas que necesito para vivir... Te amo, Daryl Dixon.

-¿Enserio?-Parecía sorprendido.

-No he dicho algo más convencida nunca.

-Jamás me habían dicho algo así...Yo también te amo, Alexandra.

Por fin pude dormir tranquila, al saber que la persona que amaba también lo hacía y estaba de nuevo a mi lado.

"APOCALYPTIC BITCH" (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora