"APOCALYPTIC BITCH" (Daryl Dixon)

50. El último día en la tierra

Solo os voy a decir una cosa de este capítulo. He estado esperando mucho tiempo para este momento y mientras lo escribía no he parado de gritar...

He intentado hacerlo lo más largo posible para que sea de vuestro agrado y para compensaros por haber tardado tanto.

Sin más os dejo con el cap. Dadle mucho amor que me ha costado mucho escribirlo!! Os amo

-¿Será buena idea llevarla allí?- Le pregunté a Rick a la par que me echaba la mochila al hombro.

-Aquí no hay médico y allí si. Si te preocupa que no sean de confianza...tranquila, lo son.-Asentí un poco más convencida. Oir esas palabras de él me tranquilizaban un poco. Estaba segura que no iba a poner en peligro a su grupo, a su familia.

-¿Y si llega Daryl y no estoy?¿Y si me necesita?-Suspiré

-Ahora quien más te necesita es Maggie.

Me subí a la caravana y me senté en uno de los sitios que quedaban libres al lado de Maggie, en cuanto me vio apoyó la cabeza en mis piernas. El viaje duraría varias horas y sería algo cansado, por lo que hablar un poco no vendría mal.

-El médico de Hilltop te ayudará a ponerte bien.-Dije mientras que acariciaba el castaño pelo de mi amiga.

Sentía la necesidad que cuidarla hasta mi último respiro. Se había convertido en una hermana para mi y yo para ella. Unos días antes de que Hershel muriera me dijo que hiciera lo posible para mantener a sus dos hijas con vida, y yo claramente estaba dispuesta a dar todo por ellas. Aunque ahora tristemente solo queda una con vida... No sabría que hacer si algún día me faltara la mayor de las Greene.

-¿Cómo lo sabes?-Ella me miró directamente a los ojos, apunto de llorar.

-Todo lo que hemos hecho, lo hemos hecho juntos. Hemos llegado unidos hasta aquí y seguimos así. Han pasado cosas, pero aún así las hemos solucionado, por permanecer juntos. Por eso lo se... Porque siempre que estemos unidos, podemos con cualquier cosa. Y este no va a ser el final.

Era uno de esos días en los que pensaba que algo malo sucedería. Aunque seguramente fuese mi imaginación la que creó ese sentimiento, como en otras muchas situaciones. Pero éramos fuertes, nada ni nadie podría con nosotros.

Daryl, mi arquero mugroso no había vuelto, tampoco Glenn, ni Michonne, ni Rosita, ni Carol, ni Morgan...

El vehículo paró de golpe.

-¿Ocurre algo?-Pregunté con voz elevada para que Abraham y Sasha quienes estaban al mando de la caravana me oyeran. Rick fue junto a ellos y dijo:

-Enemigos a la vista.-Al escuchar eso me levanté cuidadosamente del asiento para no molestar a Maggie y fui a la parte delantera mientras tomaba mi pistola del cinturón.

-Alexandra, no.-Dijo Rick reteniéndome.

-¿Es que acaso no nos vamos a enfrentar a ellos?-Él negó y bajó del coche. Tomé a Lexy, me la eché al hombro y a duras penas pero con ganas de luchar salí tras él.

-Es alguien que no nos quiso escuchar.-Habló el que parecía ser el cabecilla del grupo refiriéndose al hombre que estaba tumbado casi muerto enfrente de todos.

-Podemos llegar a un acuerdo. Aquí y ahora.

-Claro que podemos. Entregadnos todas nuestras cosas. Tenemos que matar a uno de vosotros y luego empezaremos a hablar de acuerdos.

-Ese acuerdo no nos parece bien...-Contestó Rick en un cierto todo burlesco.-Es más, yo iba a pedir lo mismo. Pero creo que no tendré que matar a ninguno de vosotros. A ninguno más.