28. Carl me ha hecho un gran favor.

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-¡Carl! ¿Dónde está la carta?- Él estaba junto a algunos de los niños de la prisión.

-¿Qué carta?- Preguntó la pequeña de los Samuels, Mika si no estaba equivocada.

-Una carta. Carl por favor dámela.- Mi corazón latía a mil por hora, parecía que se saldría del pecho en cualquier momento.

- La tiene Daryl. -Me derrumbé por dentro.

-Seguimos sin saber lo de la carta.-Mika, Lizzy y Patrick observaban curiosos la situación.

-Niños... Todo esto no es de su incumbencia.

-Sabía que tú no se la darías, tenía que hacer algo. No puedes esconder toda la vida los sentimientos hacia una persona. No perderás nada, todo lo contrario, ganarás mucho.

-Carl, como haya leído la carta te meterás en un buen lío.

Corrí, corrí como nunca en busca de aquel pedazo de papel. Fui hacia la celda de Daryl, allí rebusqué en todas sus pertenencias, pero no, desgraciadamente no había rastro de la carta.

-¿Ocurre algo, Alex?- Preguntó Maggie cuando me vio dirigirme hacia la biblioteca, aunque eso sería absurdo, no creo que el arquero se encuentre allí.

-¿Viste a Daryl?

-Sí, está en el comedor.-La dí corriendo las gracias y volví a ir hasta el lugar.

Allí, tal y como me había dicho ella se encontraba Daryl y como me temía, estaba leyendo la carta.

¨Te está haciendo un favor.¨ Tomé asiento en el suelo y escondí la cabeza entre mis piernas. Tenía la puerta del comedor a mi derecha.

-No, no podía enterarse. Él me rechazará, no creo poder lidiar con su odio.

¨¿Quién te dice tener que lidiar con su odio? No seas imbécil y madura de una puta vez. Después de la tormenta viene la calma.¨

Y puede que aquella vocecilla tuviera razón. Mi vida siempre había sido como una tormenta, no tenía los privilegios que tenían otros niños o incluso cuando era mayor, era una auténtica pesadilla trabajar en el club, pero después de todo eso ahora soy feliz, o eso intento, la calma podría venir en cualquier momento.

De nuevo observé la puerta y Daryl escondía su cara entre sus manos, a punto de levantarse. Tenía que irme de allí. A paso muy rápido recorrí el pasillo, me paré en seco al escuchar mi nombre dicho con su grave voz.

- Alexandra.- Me giré, dándome cuenta de que no había marcha atrás. Esto podría acabar muy mal o tal vez no...

- Oh, hola Daryl.-Saludé como si nada y me dispuse abandonar el pabellón, pero unas grandes manos me pararon el paso, obligándome a quedarme quieta en el sitio. Yo miraba al suelo, no tenía el suficiente valor para mirarle a los ojos.

-¿Es en serio?- Sabía que hacerme la tonta no me iba a servir para nada. Aún así lo intenté.

-¿El qué?- Seguía agarrando mi brazo, no lo estaba haciendo fuerte todo lo contrario, me he cogía con delicadeza.

-La carta.

- Ah, la carta... Carl me obligó a hacer un reto cuando estábamos jugando a un juego, era eso o meter la cabeza en el váter.-Reí nerviosa, pude notar la decepción en su cara, sin embargo no quería hacerme ilusiones.

Hizo el amago de irse, no obstante cuando le quedaba poco por desaparecer de mi vista dije:

-Daryl... Si que es en serio.- Se dio la vuelta y de nuevo a grandes zancadas se puso delante mío sin decir palabra, así que continué hablando.- Nunca supe decírselo a alguien, era una chica con muchos pretendientes, pero pocas veces sentí el amor. Mis esquemas se fueron a la mierda cuando empecé a sentir ese sentimiento cada vez que te veía, es la sensación más bonita que he sentido nunca. No debiste haberte enterado, Carl me tendió una trampa y cogió la carta sin permiso. Ahora ya lo sabes y no hay vuelta atrás... Sigamos siendo amigos ¿Si? no quiero acarrear con el cargo de conciencia de que me dejes de hablar.-Sonreí amargamente.

-¿Has terminado de hablar ya?- Asiento, creo que la he cagado. Pero no.

Tomó mi cara con sus manos y plantó un beso en mis labios. Las mariposas de mi estómago se convirtieron en una manada de leones en estampida. Se transformó en uno húmedo tras pasar varios segundos y más cuando pidió pasó con su lengua entrar en mi boca, yo gustosa acepté. Nos separamos y juntamos nuestras frentes.

-Creo que estoy en un sueño.- Y en serio estaba delirando. Daryl sonrío ante mi comentario y yo tras él.

- Yo también estoy enamorado de ti.-Me quedé completamente atónita y sorprendida, en shock.- Cuando te vi besando a Rick me dieron unas ganas enormes de pegarle una paliza, incluso creía haber llegado a odiarte por besarle a él y no a mí, allí supe que me estabas volviendo loco. Yo tampoco jamás en la vida he sentido esto por alguien, tengo miedo no puedo mentirte...

-Tranquilo... Yo también tengo miedo, Mucho la verdad.-Se puso de rodillas y entre risas cogió mi mano.

- Alexandra Lucille Brown aunque nos acabamos de declarar, no me quedaré a gusto sin decírtelo pero hay que aprovechar cada momento... ¿Quieres ser mi novia?

-Sería un placer al arquero.-Le tome del cuello, le acerqué y volvimos a juntar nuestros labios.-Carl me ha hecho un gran favor.-Susurré en sus labios entre beso y beso.

"APOCALYPTIC BITCH" (Daryl Dixon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora