"APOCALYPTIC BITCH" (Daryl Dixon)

74. Tenemos que irnos

-Tenemos un problema.-Nada más abrir la puerta, Yeimy que estaba del otro lado, con una seña hizo que la siguiera con preocupación. Cerré la puerta de la casa con un gran portazo, sin importarme mucho si había causado algún daño a la misma.

-¿Le pasó algo a Daryl? ¿Él está bien?- Caminaba de forma bastante rápida, lo que mi estado me permitía claramente.-Tía, dime que no.- La angustia por no saber nada se apoderó de mi.

-No, tranquila. Pero es importante.

Se podía ver una gran multitud de personas acumuladas en la entrada de Alexandría esperando impacientes. Al ver a Daryl intacto junto con Rick la calma volvió a mi de manera prácticamente inmediata. Al tener a su persona junto a mi le abracé de lado apoyando mi mano en su pecho.

-¿Está todo bien?- Él dirigió su mirada a mi sin bajar apenas la cabeza, pues no era baja a comparación con su estatura.

-No puedo decirte que si, aunque...-Paró de hablar ya que Rick había comenzado a contar la información que tanto ansiábamos desde hacía unos minutos.

-Habitantes de Alexandría, lamento decir que nuestro tiempo aquí se ha terminado; una horda gigante de caminantes se está acercando a nuestra comunidad y para evitar numerosas pérdidas hemos decidido trasladarnos.

-Pero Rick, podremos con ellos.-Dije tomando a Aiden por el hombro para que se estuviera quieto.

-Alexandra, cuando tomo estas decisiones ya he manejado todas las posibilidades. No es una horda pequeña, es la más grande con la que nos hemos cruzado nunca, vienen directos hasta aquí. Son los suficientes para tirar abajo las murallas en menos de cinco minutos.

-¿De cuánta cantidad estamos hablando?- Preguntó Irati desde el otro extremo de donde yo me encontraba.

-Miles y miles de ellos. No estoy exagerando.-Rick se pellizcó el puente de la nariz.-He hablado con Hilltop y El Reino, ellos también están en peligro.

-¿No había una buena noticia?-Cuestionó esta vez Stephen.

-Si.-Rick echó una rápida mirada a todos los presentes y bajo todo el matojo de barba que poseía su cara, pude distinguir una pequeña sonrisa.-No vamos a estar vagando a la intemperie, tenemos un lugar. En una salida, Michonne y yo encontramos un pueblo alejado de todo, entre montañas y con un rio.-Observé a Daryl de reojo.- Únicamente habría que cortar la salida y la entrada del pueblo para estar seguros; los de la chatarra ya se están poniendo manos a la obra para tenerlo listo cuanto antes. Tenemos seis horas para recoger todo.

-Pero, ¿Y todas nuestras cosas?

-Llevaremos solo lo imprescindible y algunas pertenencias.

(...)

Tomaba las cosas más importantes para dejarlas en la puerta de casa y que Daryl pudiera llevarlas al coche, el cuál estaba en frente de casa para facilitar las cosas.

Había algunas personas que no estaban del todo de acuerdo y seguían en su postura de que podríamos con ellos. No les culpo, yo también lo pensaba, pero si Rick dice que era urgente, lo era, no se andaba con tonterías.

Iba a echar de menos Alexandría; no conocía nada del pueblo al que iríamos, ni siquiera el nombre y si había suficientes casas para todos. Era muy probable que la comunidad de Alexandría quedara completamente destrozada tras la llegada de la gran horda, no volvería a ser como antes.

Una de las cosas que más lamentaba es que mi hija cuando naciera no iba a poder disfrutar del ambiente tan hogareño y acogedor de la zona segura.

-¿Queda algo más?- Di un rápido vistazo a mi alrededor para observar que todas las estanterías y los lugares que solían tener objetos estaban totalmente vacíos.

-No, creo que no.-Aiden bajó de la planta de arriba con una enorme caja entre sus manos, Daryl le ayudó y de inmediato el pequeño se fue en busca de Carl para echarle una mano.

-¿Echarás de menos todo esto?-Me preguntó mientras que tomaba mi cara entre sus manos.

-Muchísimo.-Suspiré.-Es el lugar donde asentamos nuestra familia, donde supe que estaba completamente enamorada de ti y también es el sitio donde hicimos a nuestra hija.-Dije tocando mi vientre abultado.

-Será un lugar mejor, ya lo verás.-Habló y dejó un húmedo beso en mis labios para después irse.

(...)

-¡Escuchad!

-¡Como te gusta ser el centro de atención, Grimes!- Grité para que me oyera, provocando la risa de algunos de los que estaban en los portones listos para partir.

Rick en respuesta me sacó el dedo del medio, a lo que yo me mostré la lengua como si fuera una niña pequeña. A veces pensaba que mi edad mental era de cinco años en vez de treinta.

-Debemos irnos ya. Tomaremos la carretera hacia Tyrone, ya que si cogemos la que va directa nos los toparemos de frente, por lo que tardaremos mucho más tiempo de lo previsto. De todas formas, sigan a la caravana.-Se acercó a mi.- Y tú te vienes en el convoy.

- ¿Y Daryl y Aiden? Puedo ir en el coche sin problema.

-Lo sé, pero tu bebé irá más cómoda allí. Y ellos también vendrán con nosotros. El coche con vuestras cosas lo conducirá Tara y Arat.-Daryl llegó a nuestro lado y nada más ver como Negan subía al vehículo con la casa a cuestas frunció el ceño.

-¿Irá él?

-Negan se conoce las carreteras de memoria.

-No se como confiáis tanto en ese con todo lo que ha causado.

-Daryl amor, estaré bien.

-Haz lo que quieras.- Bufó y con chulería se alejó de nosotros directo a meterse en la caravana.