Me desperté aquella mañana sin que el despertador sonara. Mientras me duchaba empecé a cantar. El café con leche no me gusta pero ese día tomé mi café así. Tomé mis cosas y me subí al auto. Mi humor era tan bueno que el tráfico no me molestó.
Ya en mi primer clase, decidí darle la hora libre a mis alumnos, aunque para ese día había programado un examen.— Hoy te ves diferente— me dijo el rector—. Deja que adivine, ¿Zapatos nuevos?
— No, son los mismos de siempre— dije.
— ¿De verdad? Luces bien. Como si el aura de maldad de la que tanto se quejan tus alumnos se hubiera ido.
— Me siento bien— dije.
— Sabes, quería mantenerlo en secreto— dijo él, después de verificar que nadie más lo escuchaba—, pero no quiero ocultarlo. Otros directivos de la universidad y yo estamos pensando en ascender a alguien, ya sabes, mi retiro está muy próximo, así que he pensado mucho en ti. Sé que eres muy joven pero creo que podrías desempeñar el puesto sin problemas.
— No sé cómo debería tomar eso— dije, incrédulo.
— No es nada oficial, claro, pero tú serás mi recomendación personal. Además, últimamente pareces diferente. Así que sigue así— dijo antes de irse.Me quedé observando cómo se iba. Tomé mi teléfono.
— Hola Lou— me dijo Will, el único amigo de la universidad con el que aún tenía contacto.
— Esto va a sorprenderte— le dije—, pero me están considerando para ser ascendido. Yo podría volverme rector de la universidad.
— ¡Eso es grandioso!— dijo.
— En realidad me asusta.
— Pero siempre fuiste brillante— dijo—, no tienes nada de qué preocuparte.
— Me gustaría pensar así. Además, quien es verdaderamente brillante eres tú. Aún no entiendo las razones que te llevaron a dejar tu cargo en el hospital general.
— Ya te dije que quería un poco de tranquilidad en mi vida.
— Para ser sincero me parece un desperdicio— dije—. Ahora mismo podrías ser jefe de médicos.
— En realidad eso no me preocupa. Para ser honesto, me alegro de haberme ido.
— ¿Te alegras?— dije—, ¿Acaso no te importa tener éxito en tu vida profesional?
— Antes sí. Ahora ya no tanto. Si me hubiera quedado en el hospital no habría conocido a alguien.
— ¿A alguien?— dije—, Will, dime que no es otro de tus romances repentinos.
— No es un romance. En verdad estoy enamorado.
— Eso dices siempre.
— Pero ahora es real. Siento que es verdad.
— ¿Vas a abandonar todo por una persona?— pregunté.
— Lo haría. ¿Tú no lo harías si estuvieras enamorado?Lo pensé un poco. Se suponía que estaba saliendo con Benny, pero tanto como para pensar en dejarlo todo... no, imposible.
— No lo sé— dije.
— Cuando te enamores, verás de lo que te hablo. Ahora, si me disculpas, tengo que irme.
— Déjame adivinar— dije—, esa persona llegó.
— No— dijo—. Pero sus amigos que también son mis amigos sí.
— En verdad Will, no tienes remedio— dije—. Da igual, te hablo después.Jamás fui muy sociable toda mi vida. En la universidad no tenía amigos. Conocí a Will una vez cuando lo encontré recogiendo unos libros del suelo. Le ayudé. Me contó que se le cayeron cuando estaba buscando sus llaves, ya que las había perdido y no había forma de entrar a su auto. Recuerdo que pensé que tenía mala suerte. Después de un tiempo descubrí que no era eso, si no que era muy torpe. Y como yo tenía una necesidad patológica de arreglar y ordenar todo lo que considerara que necesitaba ajustes, decidí vigilarlo de cerca. En algún momento nos volvimos amigos.
Estaba pensando en Will cuando Benny apareció a mi lado.
— Hola— dijo. Me observó de cerca—. Luces diferente. ¿Zapatos nuevos?
— No, son los de siempre... ¿Por qué todos me dicen eso?
— Necesito tu ayuda— dijo—. El rector quiere integrarme a un proyecto extraño y ya le dije que no quiero. Quiero que le digas tú que no quiero.
— ¿Un proyecto?— pregunté.
— Sí. Es algo sobre tener que construir una cosa. Suena aburrido.
— Ya sé de qué me hablas— dije—. Es sobre el proyecto de la facultad de ingeniería sobre un satélite artificial para un concurso.
— ¡Exacto! Dile al rector que yo no puedo hacerlo. Pensar que sí es muy obtuso.
— ¿Obtuso?— dije.
— Sí, ya sabes, que no tiene sentido.
— Absurdo, quisiste decir— dije—. Y no me parece absurdo. De hecho, yo te recomendé para eso. A ti y a otros dos de mis alumnos.
— ¿Por qué?
— Porque eres un genio. Y ganar un concurso podría traer prestigio a la universidad. Así ya nadie pensaría que somos la universidad número 2 de la ciudad.
— Pero sí lo somos— dijo—. Todo el mundo sabe que la mejor universidad es esa en la que van puros niños millonarios.
— Pero podríamos ser mejores.
— No, ya es un caso perdido— dijo.
— Vas a participar— dije—. Y te gustará.
— No quiero. Me niego.Empecé a enojarme. No quería tener que hacer eso, pero él no me dejaba otra opción.
— Pensé que me querías— dije, fingiendo estar afligido—, parece que me equivoqué.
— ¡Pero sí te quiero!
— ¿De verdad? ¿Qué tanto?
— ¡Mucho!
— ¿Lo suficiente como para entrar a una competencia contra nuestra universidad rival?
— ¡Claro que sí!
— Entonces te veo luego junto al equipo de trabajo— dije antes de irme.
— Claro, pero... espera, algo no está bien...
— Te veo luego Ben.Mi trabajo ahí estaba hecho. Generalmente no me gustaba estafar a alguien pero si era por el proyecto lo haría. No podía perder. Cuando ingresé a trabajar en la universidad juré que no dejaría que la universidad de riquillos nos ganara. Sobre todo porque yo estudié en esa universidad. Sí, no parecía muy lógico.
En realidad estudié ahí porque mi padre era catedrático en esa escuela. Y como jamás me llevé bien con él porque en verdad me odia, a la hora de elegir en donde ejercer escogí la escuela contraria a la suya.
También sabía que mi propio padre se haría cargo del proyecto del satélite. Así que era mi oportunidad de derrotarlo en su propio juego. Vería lo que se podía hacer en una escuela pública de recursos limitados.Definitivamente, con Benny de mi lado no iba a perder. Al menos eso creía.
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Café por la mañana
Historia CortaUn profesor saliendo con su alumno. ¿Por qué me pareció una buena idea? Pues no, no pensé que estar con Benny sería tan difícil, sobre todo por todos aquellos líos que comenzaron a aparecer... empezando con que ambos somos hombres.