Benny reapareció en mi clase. Tenía que entregar un proyecto. Así que eso hizo. Pero no me miró ni una vez. Por otra parte, yo no podía quitarle la mirada de encima, esperando que en algún momento mirara en mi dirección y pudiera verme a los ojos.
Esperando de esa forma poder saber en qué pensaba. Y que él supiera todo lo que yo sentía.Me preguntaba el porqué aún esperaba algo. No merecía nada, no después de la forma en la que le hablé. Era lo mejor, desde luego. Estaba bien así, que no hubiera nada entre nosotros. Lo entendía perfectamente. Esperaba que él también lo viera así. Que supiera que su futuro era más importante que cualquier cosa. Que cualquier persona. Aunque esa persona fuera yo.
Así estaba mi vida. Esperando que existiera una mínima muestra de que aún le importaba. De que aún me quería. Aunque sea como un capricho temporal.
Sabía perfectamente que aunque me quisiera yo no podría regresar.
Pero lo deseaba. Mucho.Preparaba el proyecto después de clases. Así se iba mi tiempo. Benny no había regresado. Nadie me preguntó por él porque su parte del trabajo ya estaba hecha. Sin embargo, aunque me hubieran preguntado no habría respondido. No sabría qué decir. No sin sentirme triste.
Me había dedicado a regresar a casa cuando me desocupaba de mi trabajo. Logan me llamaba de vez en cuando probablemente preocupado por mí. Trataba de parecer bien aunque sabía que él no me creía. Me visitaba para llevarme café pero aunque se quedaba por horas, yo no dejaba de sentirme solo.
Por las noches, cuando no terminaba vencido por el cansancio, trataba de ver si Ben estaba conectado en alguna de sus redes. No lo estaba. Como si hubiera desaparecido.
Leía todas las conversaciones que alguna vez tuvimos. Las que me hacían reír ya no lo hacían más.Ya nada me hacía reír.
Un día, poco más de un mes desde la última vez que hablé con Ben, lo supe.
Él me gustaba. Mucho. Más de lo que pensé. Y no quería que lo que le dije fuera la última interacción entre nosotros. Lo necesitaba. Necesitaba a Ben en mi vida.
Así que busqué a Logan. Lo encontré en la biblioteca.— Ben está bien— me dijo—. De hecho mejor de lo que pensaba. Pero supongo que es natural en él.
— ¿Crees que... me odia?— pregunté.
— No. Es más, creo que entiende lo que pasó. Aunque todavía es pronto como para que vuelva a ser el de siempre. Dale un poco de tiempo. Él aparecerá repentinamente un día y te hablará como siempre. Mientras tanto no te preocupes, cuidaré de él.Eso era desalentador. Si Ben estaba bien solo significaba que yo no fui tan importante en su vida como él lo fue en la mía. Además él tenía amigos. Yo tenía a Logan pero él pasaba más tiempo con Ben que conmigo.
El resto del tiempo estaba solo con mi mente. Pensando. Reviviendo cosas. Imaginando otras.— Está bien— le dije a Logan—. Cuídalo bien.
Me aseguró que lo haría. Luego se fue. Me quedé ahí un rato. Luego salí. Me encontré con el profesor Gomez. Intentó provocarme pero lo ignoré. Fui a mi auto. Tenía que trabajar en unas cosas pero simplemente no tenía ganas. Sólo quería llegar a mi casa y dormir.
Conduje mientras pensaba en muchas cosas.
Todas sobre Ben.Lo necesitaba. Quizá en el futuro lograra que se volviera mi amigo de nuevo. Si tenía suerte él podría volverse mi amigo. Pero... ¿Yo lo aceptaría como amigo? ¿Podría estar a su lado siendo sólo su amigo? ¿Podría olvidar todas las cosas que pasaron entre nosotros? Quizá él sí podría. Si yo sólo había sido algo que momentáneamente quiso, posiblemente para él no significaría ningún problema.
Pero yo no podría. No por como me sentía. Mis sentimientos eran tantos y tan confusos que a penas podía guardarlos. Contenerlos. Oprimían mi pecho. No me dejaban respirar.Era como vivir sin vivir realmente.
Llegué a casa. Entré. Entonces mi teléfono empezó a sonar. Lo tomé. Era mamá. Le dije que no estaba de humor para hablar. Ella iba a decir más pero terminé la llamada.
Simplemente no tenía ganas de nada. Absolutamente de nada.
Me dejé caer en el sofá y cerré los ojos. Me quedé dormido.
Desperté en la noche, porque llamaban a la puerta. Pensé que debía ser algún vecino. Me levanté. Encendí las luces. Me dirigí a la puerta y abrí.— Hola bebé— me dijo Madie.
— ¿Madie?— pregunté.
— ¿Tomabas tu siesta de la tarde?
— Sí pero... ¿Qué haces aquí?
— Larga historia— dijo mientras se pasaba de largo, como si fuera su casa.
— Pero...
— Necesito tomar algo. ¿Tienes café?Cerré la puerta. Caminé hasta ella. Se sentó en el sofá.
— Me gusta tu casa.
— Es de mi madre— dije.
— Sí, me lo dijo. Es bastante grande— dijo ella.
— Supongo que también te dijo otras cosas— dije.
— No te mentiré. Ella me pidió venir a verte. Aunque no es como si yo no quisiera. Te ves horrible.
— Tú también te ves mal.
— Lo sé— dijo ella—. Vengo de un turno de 24 horas y he tomado tanto café que probablemente ya me volví adicta a la cafeína.
— Entonces deberías ir a dormir— le dije.
— No, tenía que verte.
— Estoy bien. Puedes ir a decirle eso a mi madre.
— Estuvieras bien o mal es lo que planeaba decirle a tu madre— dijo ella, mientras se recostaba en el sofá—. No quiero que se preocupe más.
— ¿Más?— pregunté.Me observó. Se levantó.
— Creo que debería irme— dijo.
— Ah, no— le dije mientras me acercaba—. Si algo pasó merezco saberlo.Suspiró. Parecía cansada. Madie siempre parecía de esa forma.
— ¿Has visto algún capítulo de esas series sobre dramas en hospitales que no reflejan para nada la vida diaria de un médico?— preguntó.
— Sí— dije—, ¿Eso qué tiene que ver con mi madre?
— Pues el profesor Callahan se enteró de lo de tu madre y mi padre. Fue un escándalo digno de una serie de televisión.
— ¿Fue hasta el hospital?— pregunté.
— Sí. No sé en realidad a qué iba pero... por suerte mi padre estaba ahí.
— ¿Qué les dijo?
— No lo sé, yo no estaba con ellos— dijo ella—. Pero dicen que se gritaron un par de cosas. Realmente no lo entiendo. Es decir, el profesor siempre ha sido muy amable con mi padre y conmigo y repentinamente esto le molesta... ¿No se supone que está divorciado?
— Yo tampoco lo entiendo muy bien— dije—. Aunque se supone que buscaría respuestas... supongo que no tengo cabeza para eso.
— Es cierto— dijo ella—. Estás muy ocupado ahora.
— Ni tanto— dije—. El proyecto está básicamente terminado.
— No por el proyecto— dijo—. Si no por tu relación fallida.
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Café por la mañana
Historia CortaUn profesor saliendo con su alumno. ¿Por qué me pareció una buena idea? Pues no, no pensé que estar con Benny sería tan difícil, sobre todo por todos aquellos líos que comenzaron a aparecer... empezando con que ambos somos hombres.