🍃Bliss🍃《Omegaverse-Jimsu》

♤ Siete ♤

🐾🐾

Jimin jamás había hablado tanto de ese tema. En realidad, nunca había hablado de lo que ocurría con su familia, con nadie. Absolutamente nadie. Ni siquiera con su madre se permitían tener conversaciones sobre lo que sucedía.

Verbalizarlo lo volvería realidad.

Cuando las heridas de Jimin sanaban, era como si nada hubiera pasado.

Los recuerdos se iban con los golpes.

El dolor desaparecía con cada sonrisa que Jimin le daba a su madre.

El menor sabía que todo era una máscara, un castillo de cartas construido sobre una delgada capa de hielo. Pronto todo se vendría abajo. El lucharía porque eso no pasara.

Aún mantenía algo de fe en su padre, al igual que su madre. Ambos lo habían conocido, ambos habían amado a un hombre tierno, paciente, hogareño y por sobre todo cariñoso. Con los años había comenzado a desaparecer, dejando fuertes palabras, sacudidas cuando el menor no entendía lo que se le explicaba, sonrisas irónicas y amargura. Nadie sabía realmente qué había gatillado ese cambio.

Aun así, mantenía la esperanza de volver a encontrar a su padre. Quizás si esperaba algún tiempo más, quizás si llevaba las suficientes medallas a casa.

Quizás si desaparezco.

-Llegamos -Yoongi sacó a Jimin de sus lúgubres pensamientos. Miró a su alrededor. Se encontraban frente a unos departamentos de aspecto descuidado -Vivo en el segundo pisó. Solo tendrás que subir unas pocas escaleras -Jimin asintió, intentando no verse muy asustado. Cada vez que elevaba una pierna para subir un escalón, los bordes de sus heridas tirabas, produciendo un doloroso escozor. Cuando al fin estuvieron frente a la puerta de Yoongi, desde el pasillo alguien habló.

-Vaya muñeco, cambiaste al de la sonrisa de sol. Me sorprende -Yoongi y Jimin seguían con sus manos unidas.

-Piérdete, Sehun -el omega contestó, en tanto tecleaba la clave, dando apertura a la puerta. Un raspado de patitas se escuchaba, junto a pequeños lloriqueos. Yoongi soltó la mano de Jimin y entro en el departamento.

-¿Me extrañaste? ¿a qué si? ¿Quién no me extrañaría? -el omega se giró, dándose cuenta que el menor seguía en el umbral de la puerta -Entra y cierra. Holly es un pequeño travieso que adora escaparse. -Jimin obedeció, entrando, deshaciéndose de sus zapatos y cerrando tras él -Park Jimin este es Min Holly. Min Holly, este es Park Jimin,

Yoongi tomó en brazos al pequeño poodle de pelaje café. Era diminuto y muy tierno. Jimin se acercó y dejó que lo olfateara. Cuando el pequeño canino lamio la mano del alfa, este acarició atrás de sus orejas, provocando una sumisión instantánea del animalito.

-Parece que le agradas, suertudo. La primera vez, mordió a Hoseok y lo perseguía mientras mordía sus tobillos -Yoongi dio unas carcajadas ante el recuerdo.

-Es muy lindo. Un placer, Min Holly -Jimin acaricio la pequeña y húmeda nariz. Yoongi depositó al perro en el piso, este de inmediato se fue a una esquina del lugar y trajo hasta los pies de Jimin, un pequeño peluche de kumamon bastante maltratado.

-Te está presentando a su mas preciada posesión. Considérate afortunado -Jimin rio suavemente, intentado no hacer demasiada fuerza sobre el estomago y las costillas.

El menor observó el lugar. No era tan pequeño como pensó. De hecho, por dentro era cómodo y hogareño. Pintado de un color gris claro la habitación estaba bien decorada. No sobre cargada. Dentro del limitado espacio se encontraba una cama de dos plazas apegada a una esquina donde a un lado había una sobresaliente, si se extendía se ubicaba una mesita sobre la cama; una mini cocina de dos platos, un lavaplatos, y un mini refrigerador junto con estantes estratégicamente ubicados. Un montón de libros en repisas que rodeaban la pared de la cama, se ubicaban en un pulcro orden. En la pared en frente de la cama se encontraba un ropero con espejo, bastante grande. Sobre el un montón de frazadas y un gran cobertor, se encontraban doblados. Una pequeña televisión de plasma estaba adherida a la pared. Un escritorio con dos sillas, que hacía de comedor, estaba junto a la ventana. En la pared sobrante se encontraba una puerta, que supuso era el baño. En el pequeño espacio libre de la pared, descansa un cuadro dividido en cuatro fotografías. Seguro era la familia de Yoongi, en todos los paisajes aparecían personas que enormes sonrisas. Le gustaba, se notaba el amor.